¡Ay, Dios mío! Parece que esto del panorama político en Costa Rica se le pone cada día más churris. Resulta que el último Informe Estado de la Nación soltó la bomba: el Poder Ejecutivo estaría tratando de armar un movimiento político propio pa'l 2026, ¡y ni hablar de tanto esfuerzo! Dicen que andan buscando crear algo que sirva para mantener vivo el legado de Don Rodri, el Presidente Chaves, aunque ya haya dejado la silla. Qué brete el que se traen.
Esto no pinta bien, muchachos. Según el informe, desde que llegaron al poder en 2022, cuando ganaron con el partido Progreso Social Democrático – que, por cierto, usaron solo como plataforma y luego lo dejaron varado–, han estado tejiendo esta jugada. Ya saben, como dicen, 'quien mucho abarca, poco aprieta', y parece que este gobierno quiere abarcarlo todo. De entrada, salió el PPSD y ahora quieren inventar otra cosa, ¿quién les da?
Pero ojo, que la jugada no es simple. El análisis apunta a que tienen tres estrategias clave. La primera, y la que más ruido causó, fue la creación de una 'marca'. ¿Cómo?, creando la fallida Ley Jaguar, ese proyecto que pasó de moda y que generó tanta polémica, pero que sirvió para ponerle cara al gobierno. ¡Qué ingenio, qué maquina! Aunque se fuera al traste el proyecto, la idea quedó clavada en la mente de muchos, agarrando así algo de ventaja, aunque nadie sepa realmente cuál es la ventaja.
Y ahí no acabó la cosa. Ahora resulta que van al proceso electoral 2026 bajo la bandera del Partido Pueblo Soberano, la tercera agrupación que sale del horno del gobierno. Recordemos que intentaron con 'Aquí Costa Rica Manda' en las elecciones municipales del 2024, pero ni siquiera lograron que sus candidatos participaran, ¡qué pena ajena! Lo de la paridad, imagínate, eso sí que es importante, y si no cumplen, ¡ni modo!
Lo más impactante, sin embargo, es la ola de renuncias que hemos visto. Hasta ahora, ¡nueve jerarcas ministeriales han dicho adiós al gobierno para ir tras la candidatura! Esto sitúa a la administración Chaves como la que más funcionarios ha perdido por ambiciones políticas desde 1978. ¡Qué carga la que se trajeron! A ver quién sigue metiéndose en ese embrollo.
Pero no todo es pura política interna. El informe también señala que el gobierno está tratando de "arrebatar" alcaldías a otros partidos, buscando convertir ciudades enteras en bastiones chavista. Han conseguido sumar al menos quince alcaldes que públicamente han mostrado su apoyo a Chaves (y tácticamente a Fernández), lo que demuestra que el juego está cambiando a niveles locales. ¡Un tsunami político, vamos!
Y para colmo de males, todo esto está generando tensión con el Tribunal Electoral. El Presidente Chaves no ha parado de criticar las regulaciones sobre beligerancia política, tachándolas de "mordaza". Incluso llegó a insultar a la presidenta del Tribunal, Eugenia Zamora, generando una crisis que nunca habíamos visto. El Tribunal, a su vez, ha pedido a la Asamblea Legislativa que levante la inmunidad presidencial para investigarlo, ¡tremendo lío! No vaya a ser que le tengan que echar una vara con toda esta situación, porque ese sería un problema aún peor.
Así que, mis queridos lectores, nos queda la gran pregunta: ¿Hasta dónde llegará el gobierno con esta estrategia de armar movimiento político propio? ¿Será que logran quedarse con la presidencia en 2026, o esta jugada se irá al traste como tantos otros proyectos del chavismo? ¿Creen que la insistencia en desafiar al Tribunal Electoral terminará afectando seriamente la credibilidad del gobierno y dañando la confianza de los ciudadanos en el proceso democrático? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes sobre este tremendo desmadre!
Esto no pinta bien, muchachos. Según el informe, desde que llegaron al poder en 2022, cuando ganaron con el partido Progreso Social Democrático – que, por cierto, usaron solo como plataforma y luego lo dejaron varado–, han estado tejiendo esta jugada. Ya saben, como dicen, 'quien mucho abarca, poco aprieta', y parece que este gobierno quiere abarcarlo todo. De entrada, salió el PPSD y ahora quieren inventar otra cosa, ¿quién les da?
Pero ojo, que la jugada no es simple. El análisis apunta a que tienen tres estrategias clave. La primera, y la que más ruido causó, fue la creación de una 'marca'. ¿Cómo?, creando la fallida Ley Jaguar, ese proyecto que pasó de moda y que generó tanta polémica, pero que sirvió para ponerle cara al gobierno. ¡Qué ingenio, qué maquina! Aunque se fuera al traste el proyecto, la idea quedó clavada en la mente de muchos, agarrando así algo de ventaja, aunque nadie sepa realmente cuál es la ventaja.
Y ahí no acabó la cosa. Ahora resulta que van al proceso electoral 2026 bajo la bandera del Partido Pueblo Soberano, la tercera agrupación que sale del horno del gobierno. Recordemos que intentaron con 'Aquí Costa Rica Manda' en las elecciones municipales del 2024, pero ni siquiera lograron que sus candidatos participaran, ¡qué pena ajena! Lo de la paridad, imagínate, eso sí que es importante, y si no cumplen, ¡ni modo!
Lo más impactante, sin embargo, es la ola de renuncias que hemos visto. Hasta ahora, ¡nueve jerarcas ministeriales han dicho adiós al gobierno para ir tras la candidatura! Esto sitúa a la administración Chaves como la que más funcionarios ha perdido por ambiciones políticas desde 1978. ¡Qué carga la que se trajeron! A ver quién sigue metiéndose en ese embrollo.
Pero no todo es pura política interna. El informe también señala que el gobierno está tratando de "arrebatar" alcaldías a otros partidos, buscando convertir ciudades enteras en bastiones chavista. Han conseguido sumar al menos quince alcaldes que públicamente han mostrado su apoyo a Chaves (y tácticamente a Fernández), lo que demuestra que el juego está cambiando a niveles locales. ¡Un tsunami político, vamos!
Y para colmo de males, todo esto está generando tensión con el Tribunal Electoral. El Presidente Chaves no ha parado de criticar las regulaciones sobre beligerancia política, tachándolas de "mordaza". Incluso llegó a insultar a la presidenta del Tribunal, Eugenia Zamora, generando una crisis que nunca habíamos visto. El Tribunal, a su vez, ha pedido a la Asamblea Legislativa que levante la inmunidad presidencial para investigarlo, ¡tremendo lío! No vaya a ser que le tengan que echar una vara con toda esta situación, porque ese sería un problema aún peor.
Así que, mis queridos lectores, nos queda la gran pregunta: ¿Hasta dónde llegará el gobierno con esta estrategia de armar movimiento político propio? ¿Será que logran quedarse con la presidencia en 2026, o esta jugada se irá al traste como tantos otros proyectos del chavismo? ¿Creen que la insistencia en desafiar al Tribunal Electoral terminará afectando seriamente la credibilidad del gobierno y dañando la confianza de los ciudadanos en el proceso democrático? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes sobre este tremendo desmadre!