¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que ahora quieren meterle mano a la vida de las personas no videntes con un proyecto de ley que parece sacado de otra época. Parece mentira que en pleno siglo XXI todavía tengamos que pelear por cosas básicas como la independencia y la movilidad.
La polémica gira en torno al proyecto 24.124, que busca regular la tenencia de perros guía en Costa Rica. Según algunos diputados –y aquí viene la torta–, supuestamente necesitan controlar esto para asegurar el bienestar de los animales. Pero la realidad es que, según quienes realmente saben del tema, es una burla a la dignidad de las personas con discapacidad visual. Bernal Gamboa Alvarado, abogado y activista, ha dicho textualmente que esto es un retroceso monumental.
El problema principal es que la propuesta introduce trámites que parecen diseñados para hacer la vida imposible. Piensen en esto: ahora van a tener que pasar por evaluaciones periódicas y conseguir permisos especiales, todo validado por el Senasa. ¡Pero espérense que hay más! Porque muchos de estos perros provienen de escuelas de entrenamiento en otros países, y entonces… ¿cómo demonios vamos a cumplir con estas regulaciones ridículas?
Lo que más preocupa a la comunidad es la posibilidad de separar a las personas ciegas de sus compañeros caninos. Imaginen el golpe emocional y práctico que eso significa. El proyecto dice que el Senasa podría decidir separar al perro y al dueño si no consideran que existe un vínculo. ¡Un vínculo! Como si fueran dos extraños cualquiera. Estos perros son mucho más que mascotas; son herramientas esenciales para la autonomía y la seguridad.
Y claro, ahí entra en juego la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que Costa Rica firmó hace años y que nos compromete a garantizar la igualdad de oportunidades. Este proyecto de ley le da una patada al reglamento, directamente. Según Gamboa, es una violación flagrante de nuestros compromisos internacionales. ¡No me hagan reír! Parece que algunos diputados no leen ni entienden esos documentos.
El Conapdis, y varias otras organizaciones de personas con discapacidad, ya han levantado la voz en contra de esta propuesta. Dicen que es nefasto y que va en contra de todo lo que hemos logrado hasta ahora en materia de inclusión. Y no se quedan callados: amenazan con ir a la Sala Constitucional e incluso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos si los diputados no cambian de opinión. Que no se les ande con jueguitos, diay.
Ahora, la comunidad no vidente planea marchar a la Asamblea Legislativa con sus perros guía para protestar pacíficamente. ¡Imagínenselo! Una caravana de perros bien educados frente al Congreso, demostrando que ellos sí saben cómo moverse por la vida con seguridad y confianza. Eso sí que es ponerles las cosas claras. Vamos a ver si los diputados se animan a echarles una mirada torcida ahora con todos esos peludos mirándolos fijamente.
En fin, la cosa está que arde. ¿Ustedes creen que esta propuesta de ley es necesaria para proteger a los animales o simplemente es una forma burocrática de discriminar a las personas no videntes? ¿Deberían los diputados reconsiderar su postura antes de que la situación se salga de control y terminen pagando las consecuencias?
La polémica gira en torno al proyecto 24.124, que busca regular la tenencia de perros guía en Costa Rica. Según algunos diputados –y aquí viene la torta–, supuestamente necesitan controlar esto para asegurar el bienestar de los animales. Pero la realidad es que, según quienes realmente saben del tema, es una burla a la dignidad de las personas con discapacidad visual. Bernal Gamboa Alvarado, abogado y activista, ha dicho textualmente que esto es un retroceso monumental.
El problema principal es que la propuesta introduce trámites que parecen diseñados para hacer la vida imposible. Piensen en esto: ahora van a tener que pasar por evaluaciones periódicas y conseguir permisos especiales, todo validado por el Senasa. ¡Pero espérense que hay más! Porque muchos de estos perros provienen de escuelas de entrenamiento en otros países, y entonces… ¿cómo demonios vamos a cumplir con estas regulaciones ridículas?
Lo que más preocupa a la comunidad es la posibilidad de separar a las personas ciegas de sus compañeros caninos. Imaginen el golpe emocional y práctico que eso significa. El proyecto dice que el Senasa podría decidir separar al perro y al dueño si no consideran que existe un vínculo. ¡Un vínculo! Como si fueran dos extraños cualquiera. Estos perros son mucho más que mascotas; son herramientas esenciales para la autonomía y la seguridad.
Y claro, ahí entra en juego la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que Costa Rica firmó hace años y que nos compromete a garantizar la igualdad de oportunidades. Este proyecto de ley le da una patada al reglamento, directamente. Según Gamboa, es una violación flagrante de nuestros compromisos internacionales. ¡No me hagan reír! Parece que algunos diputados no leen ni entienden esos documentos.
El Conapdis, y varias otras organizaciones de personas con discapacidad, ya han levantado la voz en contra de esta propuesta. Dicen que es nefasto y que va en contra de todo lo que hemos logrado hasta ahora en materia de inclusión. Y no se quedan callados: amenazan con ir a la Sala Constitucional e incluso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos si los diputados no cambian de opinión. Que no se les ande con jueguitos, diay.
Ahora, la comunidad no vidente planea marchar a la Asamblea Legislativa con sus perros guía para protestar pacíficamente. ¡Imagínenselo! Una caravana de perros bien educados frente al Congreso, demostrando que ellos sí saben cómo moverse por la vida con seguridad y confianza. Eso sí que es ponerles las cosas claras. Vamos a ver si los diputados se animan a echarles una mirada torcida ahora con todos esos peludos mirándolos fijamente.
En fin, la cosa está que arde. ¿Ustedes creen que esta propuesta de ley es necesaria para proteger a los animales o simplemente es una forma burocrática de discriminar a las personas no videntes? ¿Deberían los diputados reconsiderar su postura antes de que la situación se salga de control y terminen pagando las consecuencias?
