¡Ay, Dios mío! La cosa se puso caliente ayer por acá con unos rumores que andaban volando más rápido que un buseta en hora pico. Parece que alguien decidió inventarle un brote de Hepatitis A a Guadalupe y Coronado, llenando de miedo a to’los vecinos. ¡Pero tranquilos, pura chambelana!
Según la onda que circulaba, el agua estaba toda contaminá y la clínica de Coronado estaba hasta arriba de gente con los estómagos revueltos. Claro, ahí no faltó el que se echó una foto del refrigerador lleno de Gatorade y dijo 'aquí se ve la evidencia'. ¡Un desperdicio de tiempo y paciencia!
El Ministerio de Salud tuvo que salir a decir '¡Eh, calma, mae!', y aclarar que toda esa vaina era mentira. Dijeron que revisaron bien la cosa con la CCSS y el AyA y que nadie les había reportado nada raro. Ni un caso sospechoso, ni problemas con el agua. ¡Nada de ná!
“No hay base alguna para sostener esas alarmas”, declaró la Directora de Vigilancia de la Salud, visiblemente fastidiada con tanta especulación. “La gente necesita informarse por los canales correctos y dejar de creer todo lo que ven en WhatsApp”. Y razón tenía, porque ver la velocidad con la que se propaga la desinformación por esas aplicaciones es de darle un susto a cualquiera.
Y hablando de canales correctos, el AyA aseguró que todas las pruebas de agua realizadas en las zonas afectadas dieron normal. Lo mismo corroboró la CCSS, indicando que no han visto un incremento inusual en los casos de hepatitis A. En fin, un alivio para todos esos que andaban pensando en cambiar de barrio o meter cloro en cada vaso de agua que bebían, diay.
Ahora, lo importante es que aprendamos la lección: no podemos andar creyendo todo lo que nos dicen por internet. Tenemos que chequear la información, buscar fuentes confiables y no pasarle bolas a los alarmistas. Porque así, además de dar el susto a la gente, estamos contribuyendo a la difusión de mentiras y creando un ambiente de tensión innecesaria. Que pena ajena da la simpleza con la que se puede engañar a la gente, ¡una verdadera torta!
De hecho, este berrinchote de los rumores nos recuerda que tenemos que estar pendientes de nuestra salud, sí, pero también de cómo consumimos la información. Si algo nos parece raro, lo primero que debemos hacer es verificarlo con fuentes oficiales. Y si no encontramos nada confirmado, pues mejor calladito nos quedamos y no nos vamos a andar haciendo los sabios propagando fake news. Este país necesita más responsabilidad y menos dramaqueen.
Así que ya saben, amigos. Respirar hondo, tomar un guaro bien frío y confiar en las instituciones competentes. ¿Ustedes creen que estos rumores serán un recordatorio constante para revisar nuestras fuentes de información, o simplemente volveremos a caer en la misma espina dorsal de la desinformación cuando vuelva a surgir la próxima alarma? ¡Diganme qué piensan en los comentarios, quiero saber su opinión!
Según la onda que circulaba, el agua estaba toda contaminá y la clínica de Coronado estaba hasta arriba de gente con los estómagos revueltos. Claro, ahí no faltó el que se echó una foto del refrigerador lleno de Gatorade y dijo 'aquí se ve la evidencia'. ¡Un desperdicio de tiempo y paciencia!
El Ministerio de Salud tuvo que salir a decir '¡Eh, calma, mae!', y aclarar que toda esa vaina era mentira. Dijeron que revisaron bien la cosa con la CCSS y el AyA y que nadie les había reportado nada raro. Ni un caso sospechoso, ni problemas con el agua. ¡Nada de ná!
“No hay base alguna para sostener esas alarmas”, declaró la Directora de Vigilancia de la Salud, visiblemente fastidiada con tanta especulación. “La gente necesita informarse por los canales correctos y dejar de creer todo lo que ven en WhatsApp”. Y razón tenía, porque ver la velocidad con la que se propaga la desinformación por esas aplicaciones es de darle un susto a cualquiera.
Y hablando de canales correctos, el AyA aseguró que todas las pruebas de agua realizadas en las zonas afectadas dieron normal. Lo mismo corroboró la CCSS, indicando que no han visto un incremento inusual en los casos de hepatitis A. En fin, un alivio para todos esos que andaban pensando en cambiar de barrio o meter cloro en cada vaso de agua que bebían, diay.
Ahora, lo importante es que aprendamos la lección: no podemos andar creyendo todo lo que nos dicen por internet. Tenemos que chequear la información, buscar fuentes confiables y no pasarle bolas a los alarmistas. Porque así, además de dar el susto a la gente, estamos contribuyendo a la difusión de mentiras y creando un ambiente de tensión innecesaria. Que pena ajena da la simpleza con la que se puede engañar a la gente, ¡una verdadera torta!
De hecho, este berrinchote de los rumores nos recuerda que tenemos que estar pendientes de nuestra salud, sí, pero también de cómo consumimos la información. Si algo nos parece raro, lo primero que debemos hacer es verificarlo con fuentes oficiales. Y si no encontramos nada confirmado, pues mejor calladito nos quedamos y no nos vamos a andar haciendo los sabios propagando fake news. Este país necesita más responsabilidad y menos dramaqueen.
Así que ya saben, amigos. Respirar hondo, tomar un guaro bien frío y confiar en las instituciones competentes. ¿Ustedes creen que estos rumores serán un recordatorio constante para revisar nuestras fuentes de información, o simplemente volveremos a caer en la misma espina dorsal de la desinformación cuando vuelva a surgir la próxima alarma? ¡Diganme qué piensan en los comentarios, quiero saber su opinión!