¡Ay, Dios mío! Se armó un pincho tremendo con el incendio en el hotel El Oriente. Cinco personas perdiendo la vida... una verdadera tragedia que nos hace acordar que hay cosas que simplemente no pueden seguir así. Este negocio de los hoteles mugrientos en el centro sigue siendo un problema de primera magnitud, y parece que nadie le ponele freno de verdad.
Según el director del Cuerpo de Bomberos, Héctor Chaves, el incidente puso en evidencia que muchos de estos hospedajes, principalmente frecuentados por gente pasando apuros o buscando opciones baratas, se han convertido en auténticos peligros. No es ningún secreto que el centro de San José tiene una población vulnerable que depende de estos lugares, y ahora resulta que están poniendo en riesgo sus vidas a cambio de un techo.
Y pa' colmo, el señor Chaves salió con unas declaraciones que te dejan helao: la puerta de emergencia, ¡una escalera hechiza!, ni siquiera servía para que un adulto mayor pudiera escapar. "No es posible", dijo, "un adulto mayor no podría salir por ahí". Imagínate la desesperación de la gente atrapada entre el humo y las llamas, buscando una salida que no existe. ¡Qué torta!
Lo peor de todo es que no es la primera vez que pasa algo así, dice el director. Han atendido varios incidentes similares, y cuando se apagan las llamas, ¡zas!, los dueños andan reacondicionando el lugar y abriendo de nuevo las puertas. Parece que no aprenden la lección, y siguen aprovechándose de la necesidad de la gente para lucrar a costa de la seguridad.
El Cuerpo de Bomberos está pidiendo a gritos a las autoridades municipales y de salud que hagan algo al respecto. Que revisen los permisos, que exijan condiciones mínimas de seguridad, ¡y que dejen de dar facilidades a estos charlatanes que ponen en peligro la vida de las personas! Muchos de estos hoteles ni siquiera tienen detectores de humo, sistemas de extinción, ni rutas de evacuación decentes. ¡Un brete el que viven esos pobres diay!
En este caso particular, lamentablemente, murieron dos adultos mayores, un hombre y una mujer, y aún no han identificado a la quinta persona. Al principio pensaron que había una sexta víctima, pero afortunadamente eso se descartó. Estos sitios, como bien señalan los bomberos, suelen ser el hogar de muchas personas, que allí encuentran refugio temporal o permanente, lo que aumenta el riesgo en caso de emergencia.
La realidad es dura, chavales. Mientras sigamos dejando que estos hoteles destartalados operen sin control, seguiremos corriendo el riesgo de que ocurran tragedias como ésta. Necesitamos una intervención urgente de las autoridades, medidas estrictas y controles rigurosos para proteger la vida de nuestros ciudadanos. Ya hemos perdido suficientes vidas; ¡basta de despiches!
Después de escuchar todo esto, me pregunto: ¿Deberían cerrar inmediatamente todos los hoteles en el centro de San José que no cumplan con los estándares mínimos de seguridad, aunque esto deje a muchas personas sin un lugar dónde dormir? ¿O creen que hay alguna solución intermedia que proteja tanto la seguridad como las necesidades habitacionales de la población vulnerable?
Según el director del Cuerpo de Bomberos, Héctor Chaves, el incidente puso en evidencia que muchos de estos hospedajes, principalmente frecuentados por gente pasando apuros o buscando opciones baratas, se han convertido en auténticos peligros. No es ningún secreto que el centro de San José tiene una población vulnerable que depende de estos lugares, y ahora resulta que están poniendo en riesgo sus vidas a cambio de un techo.
Y pa' colmo, el señor Chaves salió con unas declaraciones que te dejan helao: la puerta de emergencia, ¡una escalera hechiza!, ni siquiera servía para que un adulto mayor pudiera escapar. "No es posible", dijo, "un adulto mayor no podría salir por ahí". Imagínate la desesperación de la gente atrapada entre el humo y las llamas, buscando una salida que no existe. ¡Qué torta!
Lo peor de todo es que no es la primera vez que pasa algo así, dice el director. Han atendido varios incidentes similares, y cuando se apagan las llamas, ¡zas!, los dueños andan reacondicionando el lugar y abriendo de nuevo las puertas. Parece que no aprenden la lección, y siguen aprovechándose de la necesidad de la gente para lucrar a costa de la seguridad.
El Cuerpo de Bomberos está pidiendo a gritos a las autoridades municipales y de salud que hagan algo al respecto. Que revisen los permisos, que exijan condiciones mínimas de seguridad, ¡y que dejen de dar facilidades a estos charlatanes que ponen en peligro la vida de las personas! Muchos de estos hoteles ni siquiera tienen detectores de humo, sistemas de extinción, ni rutas de evacuación decentes. ¡Un brete el que viven esos pobres diay!
En este caso particular, lamentablemente, murieron dos adultos mayores, un hombre y una mujer, y aún no han identificado a la quinta persona. Al principio pensaron que había una sexta víctima, pero afortunadamente eso se descartó. Estos sitios, como bien señalan los bomberos, suelen ser el hogar de muchas personas, que allí encuentran refugio temporal o permanente, lo que aumenta el riesgo en caso de emergencia.
La realidad es dura, chavales. Mientras sigamos dejando que estos hoteles destartalados operen sin control, seguiremos corriendo el riesgo de que ocurran tragedias como ésta. Necesitamos una intervención urgente de las autoridades, medidas estrictas y controles rigurosos para proteger la vida de nuestros ciudadanos. Ya hemos perdido suficientes vidas; ¡basta de despiches!
Después de escuchar todo esto, me pregunto: ¿Deberían cerrar inmediatamente todos los hoteles en el centro de San José que no cumplan con los estándares mínimos de seguridad, aunque esto deje a muchas personas sin un lugar dónde dormir? ¿O creen que hay alguna solución intermedia que proteja tanto la seguridad como las necesidades habitacionales de la población vulnerable?
