¡Ay, Dios mío! La tranquilidad de Quepos se vio sacudida ayer por una noticia que puso a todos con el corazón en la mano. Una niña de apenas 12 años sufrió quemaduras severas en brazos y piernas producto de un accidente doméstico, dejándola en condición crítica en el hospital Max Terán. ¡Qué sal nos cayó encima!
Según información preliminar, el incidente ocurrió en plena noche, alrededor de las seis y cuarenta y nueve de la tarde, en una finca ubicada en la zona conocida como Finca La Llorona. Los vecinos dicen que la familia estaba preparando la cena cuando, desafortunadamente, la pequeña se acercó demasiado a una olla con aceite hirviendo. Al parecer, tropezó y cayó dentro del líquido caliente. Es un brete que nadie quiere vivir.
Equipos de la Cruz Roja Costarricense (CRC) respondieron rápidamente al llamado de auxilio. Despacharon una unidad básica de soporte, quienes llegaron al sitio y brindaron atención prehospitalaria a la menor. La CRC actuó rapidísimo, los paramédicos hicieron un trabajo espectacular estabilizándola para transportarla al hospital donde ahora lucha por su vida. ¡Qué buena vara que lleguen tan rápido!
En el hospital Max Terán, médicos especialistas continúan evaluando la gravedad de las lesiones. Aunque las autoridades aún no han dado a conocer los detalles precisos de cómo sucedió el accidente –dicen que todavía están investigando–, fuentes cercanas a la familia confirman que las quemaduras cubren una parte importante de sus extremidades. ¡Qué torta!, pensar en el dolor que estará sintiendo esta niña.
Este tipo de incidentes, aunque lamentablemente no son inusuales, siempre nos recuerdan la importancia de tomar precauciones en el hogar, especialmente cuando hay niños pequeños cerca. Muchos paisanos comentan que falta más conciencia sobre la seguridad doméstica y la necesidad de educar a los jóvenes sobre los peligros potenciales en la cocina. Hay que ponerle cuidado, qué carga trabajar así…
La comunidad de Quepos ha mostrado un gran apoyo a la familia afectada. Vecinos y amigos se han organizado para ofrecer ayuda económica y moral. En redes sociales circulan mensajes de esperanza y oraciones por la pronta recuperación de la niña. Varios comercios locales han ofrecido donativos para ayudar a cubrir los gastos médicos. ¡Qué chiva ver tanto corazón solidario en nuestro pueblo!
El caso de esta pequeña nos obliga a reflexionar sobre la vulnerabilidad de nuestros hijos y la responsabilidad que tenemos como adultos de crear entornos seguros. No es suficiente tener electrodomésticos modernos, debemos también enseñarles a utilizarlos correctamente y mantenerlos fuera del alcance de los más pequeños. Además, recordemos que incluso los accidentes más simples pueden tener consecuencias devastadoras. Es vital estar alertas y prevenir cualquier riesgo potencial. Siempre vale la pena tener precaución, diay…
Ahora, mientras rezamos por la salud de esta valiente niña y su familia, me gustaría saber su opinión: ¿qué medidas consideran que deberíamos implementar a nivel comunitario para fortalecer la seguridad infantil en nuestros hogares y evitar tragedias como ésta? Compartan sus ideas en el foro, vamos a construir juntos una comunidad más segura y consciente. ¡A ver qué dicen mis panas!
Según información preliminar, el incidente ocurrió en plena noche, alrededor de las seis y cuarenta y nueve de la tarde, en una finca ubicada en la zona conocida como Finca La Llorona. Los vecinos dicen que la familia estaba preparando la cena cuando, desafortunadamente, la pequeña se acercó demasiado a una olla con aceite hirviendo. Al parecer, tropezó y cayó dentro del líquido caliente. Es un brete que nadie quiere vivir.
Equipos de la Cruz Roja Costarricense (CRC) respondieron rápidamente al llamado de auxilio. Despacharon una unidad básica de soporte, quienes llegaron al sitio y brindaron atención prehospitalaria a la menor. La CRC actuó rapidísimo, los paramédicos hicieron un trabajo espectacular estabilizándola para transportarla al hospital donde ahora lucha por su vida. ¡Qué buena vara que lleguen tan rápido!
En el hospital Max Terán, médicos especialistas continúan evaluando la gravedad de las lesiones. Aunque las autoridades aún no han dado a conocer los detalles precisos de cómo sucedió el accidente –dicen que todavía están investigando–, fuentes cercanas a la familia confirman que las quemaduras cubren una parte importante de sus extremidades. ¡Qué torta!, pensar en el dolor que estará sintiendo esta niña.
Este tipo de incidentes, aunque lamentablemente no son inusuales, siempre nos recuerdan la importancia de tomar precauciones en el hogar, especialmente cuando hay niños pequeños cerca. Muchos paisanos comentan que falta más conciencia sobre la seguridad doméstica y la necesidad de educar a los jóvenes sobre los peligros potenciales en la cocina. Hay que ponerle cuidado, qué carga trabajar así…
La comunidad de Quepos ha mostrado un gran apoyo a la familia afectada. Vecinos y amigos se han organizado para ofrecer ayuda económica y moral. En redes sociales circulan mensajes de esperanza y oraciones por la pronta recuperación de la niña. Varios comercios locales han ofrecido donativos para ayudar a cubrir los gastos médicos. ¡Qué chiva ver tanto corazón solidario en nuestro pueblo!
El caso de esta pequeña nos obliga a reflexionar sobre la vulnerabilidad de nuestros hijos y la responsabilidad que tenemos como adultos de crear entornos seguros. No es suficiente tener electrodomésticos modernos, debemos también enseñarles a utilizarlos correctamente y mantenerlos fuera del alcance de los más pequeños. Además, recordemos que incluso los accidentes más simples pueden tener consecuencias devastadoras. Es vital estar alertas y prevenir cualquier riesgo potencial. Siempre vale la pena tener precaución, diay…
Ahora, mientras rezamos por la salud de esta valiente niña y su familia, me gustaría saber su opinión: ¿qué medidas consideran que deberíamos implementar a nivel comunitario para fortalecer la seguridad infantil en nuestros hogares y evitar tragedias como ésta? Compartan sus ideas en el foro, vamos a construir juntos una comunidad más segura y consciente. ¡A ver qué dicen mis panas!
