¡Ay, Dios mío! Esto sí que nos puso a todos los nervios, ¿verdad, maes?
Resulta que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), nuestro salvavidas en temas de salud, tuvo que ponerle turbo a las medidas de bioseguridad en los hospitales. Un bicho llamado Ralstonia mannitolilytica, que parece sacado de película de terror, se había metido entre nosotros. No es que sea la peste negra, pero igual da un sustito cuando escuchas hablar de bacterias inesperadas rondando los hospitales, chunches.
Todo empezó porque detectaron unos cuantos casos de gente infectada con esta Ralstonia, un microbito que le gusta vivir en ambientes húmedos –y vaya que tenemos humedad en Costa Rica, diay–. La CCSS, reaccionando rápido como buen felino, activó todos los protocolos, coordinándose con el Ministerio de Salud y el Inciensa, pa’ ver cómo controlar la cosa y evitar que se salga de control. La verdad, eso hay que aplaudirlo, porque actuar a tiempo es clave en estas situaciones.
La doctora Xiomara Badilla, la encargada de vigilar estos temas en la Caja, nos tranquilizó diciendo que la bacteria “normalmente puede estar presente en lugares húmedos”. Lo importante es que, al detectarla en los hospitales, se movilizaron a toda máquina para limpiar, desinfectar y revisar los controles de infección. Parece que los pacientes afectados ya están mostrando mejoras, gracias a Dios, pero igual da miedo pensar cómo llegó esto ahí.
Hasta ahora, dieciocho personitas se han visto afectadas: once hombres y siete mujeres, desde bebés recién nacidos hasta abuelitos curtidos. ¡Una vara bien variada!, lo cual demuestra que nadie está exento. Todos están recibiendo atención médica y esperamos que se recuperen pronto. Uno se pone a pensar en las familias preocupadas, ¿eh? Imagínate tener a un familiar en el hospital y encima escuchar hablar de una bacteria desconocida.
Lo que se ha hecho es un esfuerzo a nivel nacional en todos los hospitales, pero poniendo lupa en las áreas de neonatología y las unidades de cuidado intensivo, porque ahí la cosa es más delicada. Han echado mano al refuerzo de la limpieza profunda, supervisando que usen bien los productos desinfectantes, buscando casos nuevos y capacitándolos a los trabajadores en higiene de manos y uso de equipos de protección. ¡Un brete de trabajo!, pero necesario para proteger a todos.
Ahora, la doctora Badilla nos recuerda que debemos lavarnos las manos seguido, especialmente antes de comer, después de usar el baño y cuando vamos al centro de salud. Obvio, ¡nadie quiere agarrarse un churrito innecesario! Y aclara que, aunque la Ralstonia pueda estar en el ambiente, no es peligroso para la población en general. Eso es bueno saberlo, porque así evitamos entrar en pánico. No se requiere alarmarse ni correr a comprar mascarillas de grado industrial, jeje.
Al final, la CCSS asegura que tienen todo bajo control y siguen trabajando duro para mantenernos seguros. Nos dicen que se mantienen al tanto de la situación, coordinándose con el Ministerio de Salud e Inciensa. Esperemos que así siga siendo, porque la salud es lo primero, ¿verdad, maes? Pero me pregunto... ¿cree usted que la CCSS podría hacer más para mejorar la prevención de infecciones en los hospitales, o son las medidas actuales suficientes para evitar futuros brotes de enfermedades como esta?
Resulta que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), nuestro salvavidas en temas de salud, tuvo que ponerle turbo a las medidas de bioseguridad en los hospitales. Un bicho llamado Ralstonia mannitolilytica, que parece sacado de película de terror, se había metido entre nosotros. No es que sea la peste negra, pero igual da un sustito cuando escuchas hablar de bacterias inesperadas rondando los hospitales, chunches.
Todo empezó porque detectaron unos cuantos casos de gente infectada con esta Ralstonia, un microbito que le gusta vivir en ambientes húmedos –y vaya que tenemos humedad en Costa Rica, diay–. La CCSS, reaccionando rápido como buen felino, activó todos los protocolos, coordinándose con el Ministerio de Salud y el Inciensa, pa’ ver cómo controlar la cosa y evitar que se salga de control. La verdad, eso hay que aplaudirlo, porque actuar a tiempo es clave en estas situaciones.
La doctora Xiomara Badilla, la encargada de vigilar estos temas en la Caja, nos tranquilizó diciendo que la bacteria “normalmente puede estar presente en lugares húmedos”. Lo importante es que, al detectarla en los hospitales, se movilizaron a toda máquina para limpiar, desinfectar y revisar los controles de infección. Parece que los pacientes afectados ya están mostrando mejoras, gracias a Dios, pero igual da miedo pensar cómo llegó esto ahí.
Hasta ahora, dieciocho personitas se han visto afectadas: once hombres y siete mujeres, desde bebés recién nacidos hasta abuelitos curtidos. ¡Una vara bien variada!, lo cual demuestra que nadie está exento. Todos están recibiendo atención médica y esperamos que se recuperen pronto. Uno se pone a pensar en las familias preocupadas, ¿eh? Imagínate tener a un familiar en el hospital y encima escuchar hablar de una bacteria desconocida.
Lo que se ha hecho es un esfuerzo a nivel nacional en todos los hospitales, pero poniendo lupa en las áreas de neonatología y las unidades de cuidado intensivo, porque ahí la cosa es más delicada. Han echado mano al refuerzo de la limpieza profunda, supervisando que usen bien los productos desinfectantes, buscando casos nuevos y capacitándolos a los trabajadores en higiene de manos y uso de equipos de protección. ¡Un brete de trabajo!, pero necesario para proteger a todos.
Ahora, la doctora Badilla nos recuerda que debemos lavarnos las manos seguido, especialmente antes de comer, después de usar el baño y cuando vamos al centro de salud. Obvio, ¡nadie quiere agarrarse un churrito innecesario! Y aclara que, aunque la Ralstonia pueda estar en el ambiente, no es peligroso para la población en general. Eso es bueno saberlo, porque así evitamos entrar en pánico. No se requiere alarmarse ni correr a comprar mascarillas de grado industrial, jeje.
Al final, la CCSS asegura que tienen todo bajo control y siguen trabajando duro para mantenernos seguros. Nos dicen que se mantienen al tanto de la situación, coordinándose con el Ministerio de Salud e Inciensa. Esperemos que así siga siendo, porque la salud es lo primero, ¿verdad, maes? Pero me pregunto... ¿cree usted que la CCSS podría hacer más para mejorar la prevención de infecciones en los hospitales, o son las medidas actuales suficientes para evitar futuros brotes de enfermedades como esta?