Tengo 56 años e inicié en la vida gay a los 18 años a mediados de los 80's. Cuando divertirse era bailar toda la noche, así te tomaras tan solo una cerveza! y apretarse era lo más emocionante. Mi primer sitio fue Timarkos, lo más fino que había en Chepe, la música era de lo mejor (disco, sinthpop), con buen sistema de luces y sonido. Turistas y locales la visitaban porque realmente se salía del canasto. Era galería de arte en el vestíbulo y la discoteca al fondo, muy chiva. Ya para 1987 , abrieron la revolucionaria La Torre, otro lugar buenísimo, concurrido y con música espectacular que no se escuchaba en emisoras locales, todo importado (todo discos de vinyl), muy cerca de la avenida central y el Bar Chelles. Para ese momento estaba también La Avispa en sus inicios, tirando a chinchorro, de música tropical y mayormente de mujeres. También existía Julian's, medio oscura en todo sentido y Afrodita, a la cual nunca llegué a ir por su mala reputación. También estaba Cantábrico, un bar medio feo de gente mayor y por supuesto Los Cucharones, lugar de rigor afterhours después de bailar en La Torre, una olla de carne, muy interesante. Ya para inicios de los 90's abrieron Dejavoo, chivísima disco, muy euro, difícil de igualar, tremendo ambiente , con el mejor sistema de sonido y donde fascinaron a la muchachada con luces inteligentes y luce láser por primera vez en Tiquicia. La música espectacular! para los amantes del tecno y el trance. Ninguna sucesora en el sitio (Club Oh o Teatro, le han llegado a los zapatos) . En esos años, La Avispa tuvo una significativa remodelación que la hizo brillar dentro del ambiente gay y empezó a ganar clientela masculina. Buena música, empezaron a tener buenos DJs con excelentes mezclas de todos los géneros. Realmente no me explico que pasó, porque el lugar era bien lucido. También vi nacer Bochinche, que en sus inicios fue un lugar como pocos, buen ambiente, maes guapos, excelente música, etc. Hasta que lo fueron agrandando y el lugar perdió aquel encanto y exclusividad que lo caracterizó. Hubo otros lugares que empezaron a proliferar, ya tirando a chinchorros, hasta llegar a estos días, que de todos no se hace uno y el reguetón y la charanga es lo que reina, así los pongan al lado de una venta de tacos.