¡Ay, papá! Que panorama más peculiar nos regala el clima estos días. Parece que el cielo decidió jugar al escondite con el sol, alternando aguaceros torrenciales con fugaces momentos de luz. La fotografía de Marta Teodora Ramírez Henderson, tomada en Playa Bejuco, captura a la perfección este baile cósmico, ese instante mágico donde el sol se abre paso entre las nubes, regalándonos un atardecer que te queda grabado en la memoria.
Como bien decía la nota, el aumento en la velocidad de los vientos alisios trae consigo más días de lluvia. Esto ya nos tenía preocupados a varios, especialmente a los que vivimos del turismo en la zona pacífica. La temporada alta se acerca y tener playas grises no ayuda mucho al negocio, ¿verdad? Pero hay que darle, así es la vida en Costa Rica, uno aprende a convivir con el aguacero y a apreciar esos ratitos de sol que valen oro.
Y hablando de convivir con la lluvia, recordemos que la última vez que tuvimos un fenómeno climático así de intenso fue allá por 2019, con el Otto. Dejé secuelas fuertes en Guanacaste y Limón, causando daños millonarios e incluso pérdidas humanas. Por suerte, ahora estamos mejor preparados, con sistemas de alerta temprana más eficientes y comunidades más conscientes de cómo actuar ante emergencias. Aunque, díganle a los políticos que mejoren las carreteras porque siguen siendo un brete durante la época lluviosa.
El sector agrícola también ha sentido el cambio en el patrón de lluvias. Muchos productores de café y banano han tenido que ajustar sus calendarios de siembra y cosecha, buscando variedades más resistentes a estas condiciones climáticas extremas. Las fincas pequeñas, como las de mi tío en Dota, son las que más sufren, porque no tienen los recursos para invertir en tecnología y adaptación. Ahí sí, ¡qué carga!
Pero no todo es negativo, ¡para nada! Estos aguaceros también son una bendición para nuestros bosques y reservas naturales. Rellenan los ríos y quebradas, garantizando el suministro de agua potable para muchas comunidades. Además, la vegetación aprovecha al máximo esta humedad extra para crecer y florecer. Dicen que después de la tormenta siempre sale el sol, y vaya que lo hemos visto demostrar en muchos lugares de nuestro país.
Y ahí radica la esperanza que transmite la fotografía de Marta Teodora. Ese rayo de sol que se asoma entre las nubes es un símbolo de resiliencia y optimismo. Nos recuerda que, pese a las adversidades, siempre habrá un momento para disfrutar de la belleza de nuestra tierra. Un recordatorio de que somos un pueblo trabajador, acostumbrado a superar obstáculos y a encontrar soluciones creativas a los problemas.
Además, la iniciativa de "Foto del Día" de CRHoy es una excelente forma de promover el talento local y de conectar a las personas a través de la lente de la cámara. Me encanta ver cómo diferentes artistas comparten sus perspectivas únicas de Costa Rica, mostrando la diversidad y riqueza de nuestra cultura. Anímense a enviar sus fotos, mándeles un chunche creativo y demuestren que tenemos vistas increíbles en todos lados.
En fin, que estos días de lluvia nos sirvan para reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestro planeta y de prepararnos para los desafíos que aún están por venir. ¿Ustedes qué opinan? Considerando la frecuencia creciente de fenómenos meteorológicos extremos, creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para proteger a las poblaciones vulnerables y adaptarse al cambio climático? Compartan sus ideas en los comentarios; me interesa saber qué piensan mis compas sobre esta vara.
Como bien decía la nota, el aumento en la velocidad de los vientos alisios trae consigo más días de lluvia. Esto ya nos tenía preocupados a varios, especialmente a los que vivimos del turismo en la zona pacífica. La temporada alta se acerca y tener playas grises no ayuda mucho al negocio, ¿verdad? Pero hay que darle, así es la vida en Costa Rica, uno aprende a convivir con el aguacero y a apreciar esos ratitos de sol que valen oro.
Y hablando de convivir con la lluvia, recordemos que la última vez que tuvimos un fenómeno climático así de intenso fue allá por 2019, con el Otto. Dejé secuelas fuertes en Guanacaste y Limón, causando daños millonarios e incluso pérdidas humanas. Por suerte, ahora estamos mejor preparados, con sistemas de alerta temprana más eficientes y comunidades más conscientes de cómo actuar ante emergencias. Aunque, díganle a los políticos que mejoren las carreteras porque siguen siendo un brete durante la época lluviosa.
El sector agrícola también ha sentido el cambio en el patrón de lluvias. Muchos productores de café y banano han tenido que ajustar sus calendarios de siembra y cosecha, buscando variedades más resistentes a estas condiciones climáticas extremas. Las fincas pequeñas, como las de mi tío en Dota, son las que más sufren, porque no tienen los recursos para invertir en tecnología y adaptación. Ahí sí, ¡qué carga!
Pero no todo es negativo, ¡para nada! Estos aguaceros también son una bendición para nuestros bosques y reservas naturales. Rellenan los ríos y quebradas, garantizando el suministro de agua potable para muchas comunidades. Además, la vegetación aprovecha al máximo esta humedad extra para crecer y florecer. Dicen que después de la tormenta siempre sale el sol, y vaya que lo hemos visto demostrar en muchos lugares de nuestro país.
Y ahí radica la esperanza que transmite la fotografía de Marta Teodora. Ese rayo de sol que se asoma entre las nubes es un símbolo de resiliencia y optimismo. Nos recuerda que, pese a las adversidades, siempre habrá un momento para disfrutar de la belleza de nuestra tierra. Un recordatorio de que somos un pueblo trabajador, acostumbrado a superar obstáculos y a encontrar soluciones creativas a los problemas.
Además, la iniciativa de "Foto del Día" de CRHoy es una excelente forma de promover el talento local y de conectar a las personas a través de la lente de la cámara. Me encanta ver cómo diferentes artistas comparten sus perspectivas únicas de Costa Rica, mostrando la diversidad y riqueza de nuestra cultura. Anímense a enviar sus fotos, mándeles un chunche creativo y demuestren que tenemos vistas increíbles en todos lados.
En fin, que estos días de lluvia nos sirvan para reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestro planeta y de prepararnos para los desafíos que aún están por venir. ¿Ustedes qué opinan? Considerando la frecuencia creciente de fenómenos meteorológicos extremos, creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para proteger a las poblaciones vulnerables y adaptarse al cambio climático? Compartan sus ideas en los comentarios; me interesa saber qué piensan mis compas sobre esta vara.