¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con este rollo de la subasta de frecuencias. Ya casi nos acostumbramos a esperar y aguantar, y parece que la cosa va a seguir así. El Micitt tenía toda la ilusión del mundo de rifarle las frecuencias a diestra y siniestra en enero, pero bueno, como ya saben, siempre hay un “pero”. Resulta que la Contraloría General de la República (CGR), esos jueces que revisan todo, tienen encima 29 objeciones al pliego de condiciones. ¡Imagínate la pila de papeleos!
La verdad, esto ya huele a despiche. Prometieron que tendríamos nuevas emisoras al aire para el 2026, que iba a haber competencia, variedad de programas… Pero con tanta burocracia, parece que vamos a seguir escuchando lo mismo por años. Paula Brenes, la ministra del Micitt, anda diciendo que confían en que todo salga bien, pero yo le feo, mae. Con 29 objeciones encima, la cosa está dura.
Y ni hablar de las críticas que ha recibido. Algunos aspirantes a la presidencia han dicho que la subasta está amañada, que hay políticos metidos ahí detrás. Ella, defendiéndose, dice que todo es técnico, que no hay ningún trío jugando. Pero bueno, en política estas cosas pasan, ¿verdad? Uno nunca sabe quién tiene la mano larga.
Pa’ darle más sabor a la mezcla, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) le pidió al gobierno extender las concesiones actuales hasta abril de 2026. Esto, dicen, para evitar cambios bruscos en los medios durante la campaña electoral. ¡Pero claro! Porque nadie quiere que cambie nada mientras andamos eligiendo presidente. Un brete, sinceramente.
La CGR ahora tiene la última palabra, y eso da cosa. Esa institución puede mandar todo por el caño abajo con solo tachar unas líneas del pliego de condiciones. Dicen que la resolución podría salir en las próximas semanas, pero todos sabemos cómo funcionan las cosas por acá. Podrían tardar meses, incluso años. ¡Qué sal!
Y hablando de dinero, imagine cuánto han gastado hasta ahora en preparar esta subasta. Estudios, consultorías, abogados... ¡Una fortuna! Y si al final no sale nada, todo ese dinero se habrá ido pa’ el fondo negro. Una verdadera torta, créeme.
Si te acuerdas, hace unos años tuvimos un caso parecido con las telecomunicaciones. Se demoraron tanto en resolver las frecuencias que varias empresas se fueron al traste, perdiendo millones de dólares. Esperemos que esta vez no pase lo mismo, porque afectarían a muchos trabajadores y a la economía del país. Además, ¿qué clase de mensaje estamos dando a la inversión extranjera?
Ahora me pregunto, ¿cree usted que la Contraloría resolverá rápido este lío, o deberíamos prepararnos para otra larga espera? ¿Es razonable extender las concesiones actuales, o eso solo perpetúa el monopolio de algunas emisoras? Dejenme sus opiniones aquí abajo, quiero saber qué piensa la gente sobre este asunto, porque a este paso, ¡nos quedaremos calvos esperando!
La verdad, esto ya huele a despiche. Prometieron que tendríamos nuevas emisoras al aire para el 2026, que iba a haber competencia, variedad de programas… Pero con tanta burocracia, parece que vamos a seguir escuchando lo mismo por años. Paula Brenes, la ministra del Micitt, anda diciendo que confían en que todo salga bien, pero yo le feo, mae. Con 29 objeciones encima, la cosa está dura.
Y ni hablar de las críticas que ha recibido. Algunos aspirantes a la presidencia han dicho que la subasta está amañada, que hay políticos metidos ahí detrás. Ella, defendiéndose, dice que todo es técnico, que no hay ningún trío jugando. Pero bueno, en política estas cosas pasan, ¿verdad? Uno nunca sabe quién tiene la mano larga.
Pa’ darle más sabor a la mezcla, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) le pidió al gobierno extender las concesiones actuales hasta abril de 2026. Esto, dicen, para evitar cambios bruscos en los medios durante la campaña electoral. ¡Pero claro! Porque nadie quiere que cambie nada mientras andamos eligiendo presidente. Un brete, sinceramente.
La CGR ahora tiene la última palabra, y eso da cosa. Esa institución puede mandar todo por el caño abajo con solo tachar unas líneas del pliego de condiciones. Dicen que la resolución podría salir en las próximas semanas, pero todos sabemos cómo funcionan las cosas por acá. Podrían tardar meses, incluso años. ¡Qué sal!
Y hablando de dinero, imagine cuánto han gastado hasta ahora en preparar esta subasta. Estudios, consultorías, abogados... ¡Una fortuna! Y si al final no sale nada, todo ese dinero se habrá ido pa’ el fondo negro. Una verdadera torta, créeme.
Si te acuerdas, hace unos años tuvimos un caso parecido con las telecomunicaciones. Se demoraron tanto en resolver las frecuencias que varias empresas se fueron al traste, perdiendo millones de dólares. Esperemos que esta vez no pase lo mismo, porque afectarían a muchos trabajadores y a la economía del país. Además, ¿qué clase de mensaje estamos dando a la inversión extranjera?
Ahora me pregunto, ¿cree usted que la Contraloría resolverá rápido este lío, o deberíamos prepararnos para otra larga espera? ¿Es razonable extender las concesiones actuales, o eso solo perpetúa el monopolio de algunas emisoras? Dejenme sus opiniones aquí abajo, quiero saber qué piensa la gente sobre este asunto, porque a este paso, ¡nos quedaremos calvos esperando!
