¡Aguante! La Sutel le dio candela a la partida para la subasta de frecuencias de radio y tele, y esto promete sacudir el panorama mediático del país como nunca. Ya se acabó el juego tranquilo, señores; ahora va a haber competencia a diestra y siniestra por ver quién se queda con el control de lo que escuchamos y vemos en nuestros televisores y radios.
Como bien saben, la Superintendencia de Telecomunicaciones ha abierto oficialmente el proceso con un pliego de condiciones que básicamente establece cuánto nos va a costar tener una frecuencia. Hablamos de un plazo de 40 días hábiles para presentar propuestas, así que los actores principales ya estarán sudando la gota gorda buscando cómo armar la mejor oferta. Este es un momento crucial porque definirá el futuro de los medios durante los próximos 15, e incluso 25 años si hay prórroga, ¡imagínate!
Hablemos de lana. Para tener una idea, la frecuencia de televisión nacional arranca en unos jugosos $1.6 millones. Sí, señor, eso te permite construir unas cuantas casas o ponerle techo a varios barrios. En radio, la cosa varía dependiendo del alcance: FM nacional cuesta alrededor de $193 mil, mientras que AM, aunque con menor poderío, se inicia en apenas $9,653. Pero ojo, que también hay opciones regionales, como la frecuencia de TV para Huetar Norte que empieza en $325 mil y la de radio FM para Chorotega que vale $24,545. ¡Un brete de posibilidades!
Ahora, el rollo es que este año Sutel metió una vuelta de rosca: van a implementar una fase de puja después de que se entreguen las ofertas iniciales. Esto quiere decir que no basta con presentar la mejor propuesta en papel; habrá que estar dispuesto a subir la apuesta hasta el final. La idea es fomentar la competencia y asegurar que quien obtenga la frecuencia realmente le saque provecho al espectro radioeléctrico, que pa' eso sirve. No queremos frecuencias guardadas en cajones, sino contenido de calidad que enriquezca nuestro día a día.
Esto no es cualquier cosa, ¿eh? Estamos hablando de un proceso de alto interés nacional que puede afectar directamente lo que consumimos como audiencia. Desde noticias hasta música, pasando por entretenimiento y programas educativos, todo dependerá de quién tenga la llave de esas frecuencias. Por eso, la Sutel organizará una sesión informativa virtual el 2 de octubre para aclarar todas las dudas a los interesados. Quién quiera ir debe mandar un email antes del 1 de octubre, ¡corran que se agotan los cupos!
Es importante recordar que la Sutel es el ente regulador y fiscalizador de las telecomunicaciones en Costa Rica, así que estos procesos son transparentes y están sujetos a controles rigurosos. Han querido evitar errores pasados donde hubo controversias y denuncias de favoritismos. Esta vez prometen un proceso limpio y competitivo, donde el mejor postor se lleve la palma. Pero bueno, ya sabemos cómo andan las cosas por acá, siempre hay alguien buscando una oportunidad… ojalá esta vez sea diferente.
En medio de todo este revuelo, me pregunto qué tan preparados estamos como sociedad para asumir tanta competencia mediática. ¿Tendremos diversidad de voces y opiniones o veremos una concentración aún mayor del poder comunicacional en pocas manos? ¿Cómo afectará esto la calidad del periodismo y el acceso a la información para los ciudadanos? A lo mejor este cambio nos obliga a buscar fuentes alternativas de información y a desarrollar un pensamiento crítico más sólido. Creo que es hora de revisar qué tanto confiamos en lo que nos cuentan y empezar a cuestionar las narrativas dominantes.
Y aquí va mi pregunta para ustedes, pendejos del foro: ¿Creen que esta subasta de frecuencias traerá más variedad y calidad a los medios de comunicación en Costa Rica, o simplemente consolidará el poder de los grupos económicos existentes? ¡Déjenme sus comentarios, quiero saber qué piensan!
Como bien saben, la Superintendencia de Telecomunicaciones ha abierto oficialmente el proceso con un pliego de condiciones que básicamente establece cuánto nos va a costar tener una frecuencia. Hablamos de un plazo de 40 días hábiles para presentar propuestas, así que los actores principales ya estarán sudando la gota gorda buscando cómo armar la mejor oferta. Este es un momento crucial porque definirá el futuro de los medios durante los próximos 15, e incluso 25 años si hay prórroga, ¡imagínate!
Hablemos de lana. Para tener una idea, la frecuencia de televisión nacional arranca en unos jugosos $1.6 millones. Sí, señor, eso te permite construir unas cuantas casas o ponerle techo a varios barrios. En radio, la cosa varía dependiendo del alcance: FM nacional cuesta alrededor de $193 mil, mientras que AM, aunque con menor poderío, se inicia en apenas $9,653. Pero ojo, que también hay opciones regionales, como la frecuencia de TV para Huetar Norte que empieza en $325 mil y la de radio FM para Chorotega que vale $24,545. ¡Un brete de posibilidades!
Ahora, el rollo es que este año Sutel metió una vuelta de rosca: van a implementar una fase de puja después de que se entreguen las ofertas iniciales. Esto quiere decir que no basta con presentar la mejor propuesta en papel; habrá que estar dispuesto a subir la apuesta hasta el final. La idea es fomentar la competencia y asegurar que quien obtenga la frecuencia realmente le saque provecho al espectro radioeléctrico, que pa' eso sirve. No queremos frecuencias guardadas en cajones, sino contenido de calidad que enriquezca nuestro día a día.
Esto no es cualquier cosa, ¿eh? Estamos hablando de un proceso de alto interés nacional que puede afectar directamente lo que consumimos como audiencia. Desde noticias hasta música, pasando por entretenimiento y programas educativos, todo dependerá de quién tenga la llave de esas frecuencias. Por eso, la Sutel organizará una sesión informativa virtual el 2 de octubre para aclarar todas las dudas a los interesados. Quién quiera ir debe mandar un email antes del 1 de octubre, ¡corran que se agotan los cupos!
Es importante recordar que la Sutel es el ente regulador y fiscalizador de las telecomunicaciones en Costa Rica, así que estos procesos son transparentes y están sujetos a controles rigurosos. Han querido evitar errores pasados donde hubo controversias y denuncias de favoritismos. Esta vez prometen un proceso limpio y competitivo, donde el mejor postor se lleve la palma. Pero bueno, ya sabemos cómo andan las cosas por acá, siempre hay alguien buscando una oportunidad… ojalá esta vez sea diferente.
En medio de todo este revuelo, me pregunto qué tan preparados estamos como sociedad para asumir tanta competencia mediática. ¿Tendremos diversidad de voces y opiniones o veremos una concentración aún mayor del poder comunicacional en pocas manos? ¿Cómo afectará esto la calidad del periodismo y el acceso a la información para los ciudadanos? A lo mejor este cambio nos obliga a buscar fuentes alternativas de información y a desarrollar un pensamiento crítico más sólido. Creo que es hora de revisar qué tanto confiamos en lo que nos cuentan y empezar a cuestionar las narrativas dominantes.
Y aquí va mi pregunta para ustedes, pendejos del foro: ¿Creen que esta subasta de frecuencias traerá más variedad y calidad a los medios de comunicación en Costa Rica, o simplemente consolidará el poder de los grupos económicos existentes? ¡Déjenme sus comentarios, quiero saber qué piensan!