¡Ay, Dios mío! Esto se puso feísimo. El Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) amaneció otra vez con un correo amenazante, sumando ya tres mensajes similares en cuestión de días. La cosa anda tensa, pura tensión, y la comunidad universitaria está clarísimamente preocupada. Parece que alguien quiere armar bronca, y eso no mola ni un poco.
Como bien saben, la semana pasada el TEC reportó recibir el primer correo con amenazas de tiroteo. Las autoridades académicas, rápido como rayo, pusieron al tanto al Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quienes iniciaron una investigación. Pero parece que el vándalo o quien esté detrás de esto, no se va a dejar intimidar fácilmente, porque ahora llegó otro mensaje, y luego otro... ¡Qué sal!
Según fuentes internas –y claro, no puedo dar nombres, ¡me meto en brete!– el ambiente en el campus está cargado. Los estudiantes andan más calladitos de lo normal, algunos comentando susurrando en los pasillos. Hay nerviosismo palpable. La verdad es que entender qué motiva a alguien a hacer estas cosas es un verdadero enigma. Uno piensa: ¿qué necesidad tienen de sembrar el miedo así?
El TEC, para su parte, no se ha quedado cruzado de brazos. Han intensificado las medidas de seguridad, aunque no quieren alarmar demasiado a la población. Según comunicaron a través de su oficina de prensa –y vaya que han estado pegados al teléfono atendiendo llamadas– el nuevo correo ha sido remitido inmediatamente al OIJ. Están trabajando mano a mano con las autoridades para tratar de identificar al responsable y evitar que pase algo peor. "Reiteramos la solicitud a todas las personas que cuenten con cualquier información relacionada con este caso —por mínima que sea — compartirla con el Organismo de Investigación Judicial al 800-800-0645 o al WhatsApp 8800-0645. Toda la información será tratada con absoluta confidencialidad", dijeron en el comunicado oficial. ¡Bien ahí!
Y ojo, que tampoco descartan otras posibilidades. Algunos especulan que podría tratarse de un grupo de personas coordinándose, o incluso de algún ex alumno resentido buscando venganza. Otros, más pragmáticos, sugieren que podría ser simplemente una broma pesada, aunque con consecuencias muy graves. Lo cierto es que hasta que el OIJ haga su trabajo, todo queda en el terreno de la especulación. Lo importante es no caer en el pánico y colaborar con la justicia.
Este tipo de situaciones nos recuerdan lo frágil que puede ser nuestra seguridad. Es fácil olvidar que la violencia existe, y que a veces llega a lugares donde nunca imaginamos. Ahora, mientras tanto, continúan remitiendo de forma diaria las recomendaciones de la Comisión de Emergencias Institucional, por los canales oficiales. Es recomendable prestarles atención, maes; mejor prevenir que lamentar, como dicen por acá.
Pero volviendo a la noticia, es que la cosa pinta rara, ¿eh? Con estos correos amenazantes, uno empieza a pensar si realmente estamos seguros. En medio de la pandemia, con tantas preocupaciones económicas, ahora tenemos que lidiar con esto también. ¡Qué torta! La vida no se pone fácil, ¿verdad? No sé ustedes, pero yo me siento un poquito intranquilo con todo esto. Da gusto saber que las autoridades están haciendo lo posible, pero…
¿Ustedes qué piensan? ¿Creen que esto es una amenaza real o simplemente alguien tratando de llamar la atención? ¿Deberían reforzar aún más la seguridad en el TEC o creen que las medidas actuales son suficientes? Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué opina la gente sobre este tema tan delicado. ¡A ver qué sale de este brete!
Como bien saben, la semana pasada el TEC reportó recibir el primer correo con amenazas de tiroteo. Las autoridades académicas, rápido como rayo, pusieron al tanto al Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quienes iniciaron una investigación. Pero parece que el vándalo o quien esté detrás de esto, no se va a dejar intimidar fácilmente, porque ahora llegó otro mensaje, y luego otro... ¡Qué sal!
Según fuentes internas –y claro, no puedo dar nombres, ¡me meto en brete!– el ambiente en el campus está cargado. Los estudiantes andan más calladitos de lo normal, algunos comentando susurrando en los pasillos. Hay nerviosismo palpable. La verdad es que entender qué motiva a alguien a hacer estas cosas es un verdadero enigma. Uno piensa: ¿qué necesidad tienen de sembrar el miedo así?
El TEC, para su parte, no se ha quedado cruzado de brazos. Han intensificado las medidas de seguridad, aunque no quieren alarmar demasiado a la población. Según comunicaron a través de su oficina de prensa –y vaya que han estado pegados al teléfono atendiendo llamadas– el nuevo correo ha sido remitido inmediatamente al OIJ. Están trabajando mano a mano con las autoridades para tratar de identificar al responsable y evitar que pase algo peor. "Reiteramos la solicitud a todas las personas que cuenten con cualquier información relacionada con este caso —por mínima que sea — compartirla con el Organismo de Investigación Judicial al 800-800-0645 o al WhatsApp 8800-0645. Toda la información será tratada con absoluta confidencialidad", dijeron en el comunicado oficial. ¡Bien ahí!
Y ojo, que tampoco descartan otras posibilidades. Algunos especulan que podría tratarse de un grupo de personas coordinándose, o incluso de algún ex alumno resentido buscando venganza. Otros, más pragmáticos, sugieren que podría ser simplemente una broma pesada, aunque con consecuencias muy graves. Lo cierto es que hasta que el OIJ haga su trabajo, todo queda en el terreno de la especulación. Lo importante es no caer en el pánico y colaborar con la justicia.
Este tipo de situaciones nos recuerdan lo frágil que puede ser nuestra seguridad. Es fácil olvidar que la violencia existe, y que a veces llega a lugares donde nunca imaginamos. Ahora, mientras tanto, continúan remitiendo de forma diaria las recomendaciones de la Comisión de Emergencias Institucional, por los canales oficiales. Es recomendable prestarles atención, maes; mejor prevenir que lamentar, como dicen por acá.
Pero volviendo a la noticia, es que la cosa pinta rara, ¿eh? Con estos correos amenazantes, uno empieza a pensar si realmente estamos seguros. En medio de la pandemia, con tantas preocupaciones económicas, ahora tenemos que lidiar con esto también. ¡Qué torta! La vida no se pone fácil, ¿verdad? No sé ustedes, pero yo me siento un poquito intranquilo con todo esto. Da gusto saber que las autoridades están haciendo lo posible, pero…
¿Ustedes qué piensan? ¿Creen que esto es una amenaza real o simplemente alguien tratando de llamar la atención? ¿Deberían reforzar aún más la seguridad en el TEC o creen que las medidas actuales son suficientes? Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué opina la gente sobre este tema tan delicado. ¡A ver qué sale de este brete!
