¡Qué despiche! Las aguas del Pacífico Sur nos dieron un buen susto ayer a la noche. Unidades policiales, con la ayuda del DEA, agarraron una lancha rapidísima que venía cargada hasta arriba con más de dos toneladas de cocaína. Esto, mae, es pan comido para los carteles y un golpe duro pa’ nuestros recursos.
La movida se orquestó gracias al ojo avizor del Grupo de Operaciones Especiales del Guardacostas, que detectaron la embarcación rondando las costas de Pavones de Golfito. Se juntaron todos los bigotes: el Servicio Nacional de Guardacostas, la Policía de Control de Drogas (PCD), la Unidad Especial de Apoyo (UEA), la Dirección de Inteligencia y Análisis Criminal (DIAC) e incluso la Fuerza Pública le pusieron su granito de arena. Parece que estaban bien organizaditos para esto.
Al parecer, los maleantes se dieron cuenta de que los estaban siguiendo y decidieron meterle toda la velocidad a la lancha, intentando escapar. Pero, ¡aguas!, la cosa salió torcida. En medio del intento desesperado por huir, encallaron la lancha contra las rocas. El impacto fue tan fuerte que uno de los tripulantes, lamentablemente, terminó desplomado y falleció en el lugar. Una tragedia que agrega drama a esta operación. Los compañeros del OIJ ya están recogiendo evidencias y tratando de armar el rompecabezas completo.
Las autoridades nos cuentan que la lancha, con bandera tica, medía unos 32 pies de largo y contaba con dos motores potentes de 350 caballos de fuerza cada uno. Imagínate la velocidad que podía alcanzar esa cosa... ¡Una locura! Además, parece que la lancha no era precisamente nueva; seguramente había estado dando vueltas por estas aguas haciendo sus negocios turbios por un buen rato.
Por tierra firme, los oficiales de la Fuerza Pública lograron capturar a un sospechoso identificado como un ecuatoriano llamado Cacierra. Dicen que este mae no andaba muy contento con la situación. Pero eso no es todo, ¡qué pena!, uno de sus cómplices logró escabullirse entre los dedos de la policía y ahora el Servicio de Vigilancia Aérea está peinando los cielos para tratar de encontrarlo. Esperemos que lo agarren pronto y así pueda caer toda la banda.
La PCD, trabajando en conjunto con la Fiscalía, se pasó todo el día de ayer revisando la lancha y levantando pruebas. Ya estiman que la carga de cocaína supera las dos toneladas. ¡Pero qué carga! Eso representa millones de dólares en la calle y un daño inmenso para nuestro país. Este brete demuestra la magnitud del problema de narcotráfico que enfrentamos.
Este tipo de operaciones ponen de manifiesto la importancia de la cooperación internacional, especialmente con agencias como el DEA. Costa Rica sigue siendo un punto estratégico para el tráfico de drogas debido a nuestra ubicación geográfica y nuestras costas extensas. Se necesita fortalecer aún más la vigilancia y la inteligencia para combatir eficazmente este flagelo, porque la cosa está salada, diay. No podemos permitir que nuestro territorio siga siendo utilizado para lavar dinero y alimentar el crimen organizado.
Con este hallazgo monumental, no podemos dejar pasar la oportunidad de reflexionar sobre cómo estamos protegiendo nuestras fronteras y qué medidas podemos tomar para evitar que estos incidentes se repitan. ¿Crees que deberíamos invertir más en tecnología de vigilancia costera o enfocarnos en atacar las estructuras financieras detrás del narcotráfico? Dime, ¿qué te parece que debemos hacer para darle una solución a esta tortilla?
La movida se orquestó gracias al ojo avizor del Grupo de Operaciones Especiales del Guardacostas, que detectaron la embarcación rondando las costas de Pavones de Golfito. Se juntaron todos los bigotes: el Servicio Nacional de Guardacostas, la Policía de Control de Drogas (PCD), la Unidad Especial de Apoyo (UEA), la Dirección de Inteligencia y Análisis Criminal (DIAC) e incluso la Fuerza Pública le pusieron su granito de arena. Parece que estaban bien organizaditos para esto.
Al parecer, los maleantes se dieron cuenta de que los estaban siguiendo y decidieron meterle toda la velocidad a la lancha, intentando escapar. Pero, ¡aguas!, la cosa salió torcida. En medio del intento desesperado por huir, encallaron la lancha contra las rocas. El impacto fue tan fuerte que uno de los tripulantes, lamentablemente, terminó desplomado y falleció en el lugar. Una tragedia que agrega drama a esta operación. Los compañeros del OIJ ya están recogiendo evidencias y tratando de armar el rompecabezas completo.
Las autoridades nos cuentan que la lancha, con bandera tica, medía unos 32 pies de largo y contaba con dos motores potentes de 350 caballos de fuerza cada uno. Imagínate la velocidad que podía alcanzar esa cosa... ¡Una locura! Además, parece que la lancha no era precisamente nueva; seguramente había estado dando vueltas por estas aguas haciendo sus negocios turbios por un buen rato.
Por tierra firme, los oficiales de la Fuerza Pública lograron capturar a un sospechoso identificado como un ecuatoriano llamado Cacierra. Dicen que este mae no andaba muy contento con la situación. Pero eso no es todo, ¡qué pena!, uno de sus cómplices logró escabullirse entre los dedos de la policía y ahora el Servicio de Vigilancia Aérea está peinando los cielos para tratar de encontrarlo. Esperemos que lo agarren pronto y así pueda caer toda la banda.
La PCD, trabajando en conjunto con la Fiscalía, se pasó todo el día de ayer revisando la lancha y levantando pruebas. Ya estiman que la carga de cocaína supera las dos toneladas. ¡Pero qué carga! Eso representa millones de dólares en la calle y un daño inmenso para nuestro país. Este brete demuestra la magnitud del problema de narcotráfico que enfrentamos.
Este tipo de operaciones ponen de manifiesto la importancia de la cooperación internacional, especialmente con agencias como el DEA. Costa Rica sigue siendo un punto estratégico para el tráfico de drogas debido a nuestra ubicación geográfica y nuestras costas extensas. Se necesita fortalecer aún más la vigilancia y la inteligencia para combatir eficazmente este flagelo, porque la cosa está salada, diay. No podemos permitir que nuestro territorio siga siendo utilizado para lavar dinero y alimentar el crimen organizado.
Con este hallazgo monumental, no podemos dejar pasar la oportunidad de reflexionar sobre cómo estamos protegiendo nuestras fronteras y qué medidas podemos tomar para evitar que estos incidentes se repitan. ¿Crees que deberíamos invertir más en tecnología de vigilancia costera o enfocarnos en atacar las estructuras financieras detrás del narcotráfico? Dime, ¿qué te parece que debemos hacer para darle una solución a esta tortilla?
