¡Ay, Dios mío, qué brete se nos viene encima! Fernando Zamora, el candidato de Nueva Generación, soltó la bomba ayer presentando una propuesta pa’ cambiar cómo cumplen sus condenas los presos acá en Costa Rica. Parece sacado de una novela, pero la verdad es que si sale adelante, va a revolucionar el sistema penitenciario – pa’ bien o pa’ mal, eso ya es otra vaina.
Zamora, con toda la actitud, plantea un “régimen de trabajo penitenciario” de esos que uno escucha en otros países, pero nunca cree que vayan a funcionar por acá. La idea es meter a los reclusos a trabajar dentro de los centros penales, produciendo cosas útiles, así dicen ellos. No sé ustedes, pero a mí me suena a utopía, pero bueno, hay que darle una oportunidad, ¿no?
Lo interesante es que el plan incluye al INA, Instituto Nacional de Aprendizaje, para que les enseñen oficios y los preparen para producir cosas como uniformes y hasta ropa de cama para la CCSS. Imagínate, los presos cosiendo camisones pa’ los abuelitos… ¡Qué imagen! Claro, ahí queda la gran pregunta: ¿realmente van a aprender un oficio útil o esto va a ser otro rollo pa’ pasar el tiempo?
Según el candidato, esto no solamente le va a salir barato al Estado, sino que además va a ayudar a que los presos se reinserte socialmente. Ya saben, pa’ que no sigan metiéndose a robar y causando problemas cuando salgan libres. Un buen intento, si me preguntan, aunque igual uno siempre sospecha de estas promesas políticas... Se supone que quieren modificar el artículo 55 del Código Penal pa’ que el trabajo tenga cabida formal dentro de la cárcel.
La CCSS podría ahorrarle una banda de plata, dicen, porque ya no tendría que comprar tantas cosas afuera. Además, asegura Zamora, el sistema penitenciario también se beneficiaría, liberando recursos pa’ otras necesidades que el cárceles tienen, que ni me cuento. Huevos rotos, comida horrible, falta de personal... ¡Un quilombo!
Pero claro, no todo es color de rosa. Hay un montón de detalles que quedan flotando. Por ejemplo, ¿quién va a supervisar el trabajo de los presos? ¿Cómo vamos a garantizar que no se estén aprovechando de ellos? ¿Y qué pasa con los que no quieren trabajar? ¿Les van a quitar privilegios o simplemente los dejan tirados en la celda? Son preguntas que necesitamos resolver antes de lanzarnos a ciegas a este experimento.
Muchos expertos en seguridad dicen que esto podría ser una solución innovadora, pero advierten que requiere mucha planificación y control. Porque si no, puede terminar siendo un desastre peor que el actual. Necesitamos pensar en todo: desde las condiciones laborales de los presos hasta el impacto que esto tendrá en la comunidad en general. Esto no es un juego, es la vida de personas involucradas.
En fin, la propuesta de Zamora ha abierto un debate nacional importante. Sería interesante ver si los demás candidatos se suman a la idea o si la critican duramente. Pero lo cierto es que algo tenía que hacerse con el sistema penitenciario, que anda hecho un maje. Ahora, la gran pregunta es: ¿esta es la solución correcta o solo estamos moviéndole al problema de un lado a otro? ¿Ustedes creen que el trabajo penitenciario puede ser una herramienta efectiva para la rehabilitación y la reducción de la delincuencia en Costa Rica, o piensan que es solo una cortina de humo política?
Zamora, con toda la actitud, plantea un “régimen de trabajo penitenciario” de esos que uno escucha en otros países, pero nunca cree que vayan a funcionar por acá. La idea es meter a los reclusos a trabajar dentro de los centros penales, produciendo cosas útiles, así dicen ellos. No sé ustedes, pero a mí me suena a utopía, pero bueno, hay que darle una oportunidad, ¿no?
Lo interesante es que el plan incluye al INA, Instituto Nacional de Aprendizaje, para que les enseñen oficios y los preparen para producir cosas como uniformes y hasta ropa de cama para la CCSS. Imagínate, los presos cosiendo camisones pa’ los abuelitos… ¡Qué imagen! Claro, ahí queda la gran pregunta: ¿realmente van a aprender un oficio útil o esto va a ser otro rollo pa’ pasar el tiempo?
Según el candidato, esto no solamente le va a salir barato al Estado, sino que además va a ayudar a que los presos se reinserte socialmente. Ya saben, pa’ que no sigan metiéndose a robar y causando problemas cuando salgan libres. Un buen intento, si me preguntan, aunque igual uno siempre sospecha de estas promesas políticas... Se supone que quieren modificar el artículo 55 del Código Penal pa’ que el trabajo tenga cabida formal dentro de la cárcel.
La CCSS podría ahorrarle una banda de plata, dicen, porque ya no tendría que comprar tantas cosas afuera. Además, asegura Zamora, el sistema penitenciario también se beneficiaría, liberando recursos pa’ otras necesidades que el cárceles tienen, que ni me cuento. Huevos rotos, comida horrible, falta de personal... ¡Un quilombo!
Pero claro, no todo es color de rosa. Hay un montón de detalles que quedan flotando. Por ejemplo, ¿quién va a supervisar el trabajo de los presos? ¿Cómo vamos a garantizar que no se estén aprovechando de ellos? ¿Y qué pasa con los que no quieren trabajar? ¿Les van a quitar privilegios o simplemente los dejan tirados en la celda? Son preguntas que necesitamos resolver antes de lanzarnos a ciegas a este experimento.
Muchos expertos en seguridad dicen que esto podría ser una solución innovadora, pero advierten que requiere mucha planificación y control. Porque si no, puede terminar siendo un desastre peor que el actual. Necesitamos pensar en todo: desde las condiciones laborales de los presos hasta el impacto que esto tendrá en la comunidad en general. Esto no es un juego, es la vida de personas involucradas.
En fin, la propuesta de Zamora ha abierto un debate nacional importante. Sería interesante ver si los demás candidatos se suman a la idea o si la critican duramente. Pero lo cierto es que algo tenía que hacerse con el sistema penitenciario, que anda hecho un maje. Ahora, la gran pregunta es: ¿esta es la solución correcta o solo estamos moviéndole al problema de un lado a otro? ¿Ustedes creen que el trabajo penitenciario puede ser una herramienta efectiva para la rehabilitación y la reducción de la delincuencia en Costa Rica, o piensan que es solo una cortina de humo política?
