¡Ay, Dios mío! La cruda realidad nos golpeó esta semana con la triste noticia del fallecimiento de un bebé de apenas un añito en el Hospital Nacional de Niños (HNN). Un caso que te deja helado, mángel, porque parece sacado de película, pero lamentablemente es tan cierto como las gallinas ponedoras.
Según confirmaron las autoridades sanitarias, el pequeño llegó al hospital en horas de la madrugada del lunes pasado, procedente de San Vito de Coto Brus, en Puntarenas. Venía con unas lesiones bien feas, que los médicos sospechan son producto de un severo caso de maltrato infantil. Se hicieron todos los exámenes necesarios, buscando una señal de esperanza, pero el panorama era sombrío desde el principio.
El doctor Carlos Jiménez Herrera, director del HNN, dio algunos detalles a la prensa – siempre con mucho cuidado para no entorpecer la investigación, claro. Dijo que, pese al esfuerzo inmenso de los profesionales de salud, intentando reanimarlo y darle una oportunidad, el bebé finalmente falleció a eso de las once de la mañana. Una tragedia que sacude hasta los cimientos del hospital.
“El HNN lamenta profundamente este desenlace”, expresó el doctor Jiménez. “Se realizaron todos los esfuerzos posibles, pero la gravedad de las lesiones era incompatible con la vida”. Ahora, la pelota pasa al Ministerio Público, que ya abrió una investigación para determinar exactamente qué pasó y quiénes son los responsables de esta barbaridad.
Y hablando de responsabilidades, también hay que pensar en los otros hermanitos del difunto bebé. Una niña de diez años y un chamaco de tres están siendo atendidos por los médicos del HNN, quienes evalúan su estado emocional y físico. Por supuesto, no pueden quedarse a merced de la situación, así que el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) ya se hizo cargo, trasladándolos a un albergue donde recibirán toda la atención y protección necesaria, mientras se resuelve el asunto legal de sus padres.
Este caso, además, nos recuerda lo urgente que es fortalecer las políticas públicas de protección a la infancia en nuestro país. Tenemos que estar más atentos, denunciar cualquier sospecha de maltrato, y ofrecer apoyo a las familias vulnerables. No podemos permitir que esto siga pasando, ¡qué pena! La niñez es el tesoro más valioso que tenemos como sociedad, y debemos protegerla con uñas y dientes.
En medio de tanta tristeza y preocupación, también aparecen algunas noticias relacionadas que no ayudan precisamente. Recordaremos las recientes acusaciones contra Fabricio Alvarado por supuesto abuso sexual, y la aparición de un nuevo video sobre un naufragio ocurrido hace diez años en nuestras costas. Pareciera que la lista de cosas que nos dan qué pensar nunca termina, diay…
Ahora, me pregunto… ¿Cómo crees tú que podemos, como sociedad costarricense, mejorar la detección y prevención de casos de maltrato infantil? ¿Qué medidas concretas deberían tomarse para proteger a nuestros niños y garantizarles un futuro seguro y feliz?
Según confirmaron las autoridades sanitarias, el pequeño llegó al hospital en horas de la madrugada del lunes pasado, procedente de San Vito de Coto Brus, en Puntarenas. Venía con unas lesiones bien feas, que los médicos sospechan son producto de un severo caso de maltrato infantil. Se hicieron todos los exámenes necesarios, buscando una señal de esperanza, pero el panorama era sombrío desde el principio.
El doctor Carlos Jiménez Herrera, director del HNN, dio algunos detalles a la prensa – siempre con mucho cuidado para no entorpecer la investigación, claro. Dijo que, pese al esfuerzo inmenso de los profesionales de salud, intentando reanimarlo y darle una oportunidad, el bebé finalmente falleció a eso de las once de la mañana. Una tragedia que sacude hasta los cimientos del hospital.
“El HNN lamenta profundamente este desenlace”, expresó el doctor Jiménez. “Se realizaron todos los esfuerzos posibles, pero la gravedad de las lesiones era incompatible con la vida”. Ahora, la pelota pasa al Ministerio Público, que ya abrió una investigación para determinar exactamente qué pasó y quiénes son los responsables de esta barbaridad.
Y hablando de responsabilidades, también hay que pensar en los otros hermanitos del difunto bebé. Una niña de diez años y un chamaco de tres están siendo atendidos por los médicos del HNN, quienes evalúan su estado emocional y físico. Por supuesto, no pueden quedarse a merced de la situación, así que el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) ya se hizo cargo, trasladándolos a un albergue donde recibirán toda la atención y protección necesaria, mientras se resuelve el asunto legal de sus padres.
Este caso, además, nos recuerda lo urgente que es fortalecer las políticas públicas de protección a la infancia en nuestro país. Tenemos que estar más atentos, denunciar cualquier sospecha de maltrato, y ofrecer apoyo a las familias vulnerables. No podemos permitir que esto siga pasando, ¡qué pena! La niñez es el tesoro más valioso que tenemos como sociedad, y debemos protegerla con uñas y dientes.
En medio de tanta tristeza y preocupación, también aparecen algunas noticias relacionadas que no ayudan precisamente. Recordaremos las recientes acusaciones contra Fabricio Alvarado por supuesto abuso sexual, y la aparición de un nuevo video sobre un naufragio ocurrido hace diez años en nuestras costas. Pareciera que la lista de cosas que nos dan qué pensar nunca termina, diay…
Ahora, me pregunto… ¿Cómo crees tú que podemos, como sociedad costarricense, mejorar la detección y prevención de casos de maltrato infantil? ¿Qué medidas concretas deberían tomarse para proteger a nuestros niños y garantizarles un futuro seguro y feliz?