¡Qué bronca, pura bronca! Otro capítulo doloroso se suma a la lista de femicidios en Costa Rica. Un hombre, identificado como Juan Carlos Acuña, sospechoso de asesinar brutalmente a su ex pareja, Perla Lagos, en Golfito, finalmente cayó en Panamá después de intentar huir del país. La noticia ha sacudido a toda la comunidad saprissista y a la nación entera, dejando un sabor amargo y preguntas sin respuesta.
Los hechos se remontan hace unos días, cuando Perla Lagos acudió a unas cabinas en Golfito con la esperanza de hablar con su excompañero. Según investigaciones iniciales, una discusión escaló rápidamente, desembocando en la muerte de la fémina. Tras dos angustiosos días de búsqueda, el cuerpo de Lagos fue hallado en una de las cabinas, confirmando la peor pesadilla para sus familiares y amigos. El olor a tragedia cubrió la zona, demostrando nuevamente la violencia machista que azota nuestro país.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) inició de inmediato una exhaustiva investigación, logrando establecer que Acuña, de nacionalidad panameña y residente en Costa Rica, huyó del país poco después del asesinato. Michael Soto, subdirector del OIJ, confirmó a Diario Extra la captura del sospechoso en territorio panameño y anunció que se están tramitando los documentos necesarios para solicitar su extradición a Costa Rica, donde enfrentará cargos relacionados con el presunto femicidio. “Estamos trabajando a toda máquina para que responda por estos crímenes,” declaró Soto.
La vida de Perla Lagos, además de ser fanática incondicional del Saprissa, estaba marcada por la alegría y el amor hacia su pequeña hija de ocho meses. En la barra 'Ultra' del Saprissa, donde era conocida y querida por todos, se organizaron diversos homenajes en su memoria, mostrando el profundo pesar que ha generado su fallecimiento. Sus compañeros de barra recordaron su espíritu alegre y su pasión por los colores morados, destacando la irreparable pérdida que representa su partida.
Este lamentable suceso eleva a 30 la cifra de femicidios registrados en Costa Rica este año, una estadística alarmante que pone en evidencia la persistente problemática de la violencia de género. Las provincias de Alajuela y San José lideran, tristemente, la lista, registrando la mayor cantidad de casos. Diay, qué panorama tan pesado nos toca vivir, parece que la lucha contra la violencia machista nunca termina.
Expertos en temas de género señalan que la impunidad es uno de los factores que alimenta la violencia contra las mujeres. La lentitud en los procesos judiciales y la falta de recursos destinados a programas de prevención y atención a víctimas contribuyen a perpetuar este círculo vicioso. Además, resaltan la importancia de abordar las raíces profundas del problema, como los estereotipos de género y las desigualdades sociales que invisibilizan a las mujeres y las hacen vulnerables a sufrir abusos.
Ahora, mientras se esperan los trámites de extradición, la familia y amigos de Perla Lagos claman justicia y exigirán que se haga responsable a quien le arrebató la vida de forma tan cruel e injustificada. Se espera que el proceso judicial sea rápido y eficiente, asegurando que Acuña reciba el castigo correspondiente por su atroz crimen. Muchos se preguntan si realmente hay apoyo suficiente para las mujeres en situaciones de riesgo, y si las leyes actuales son suficientes para prevenir estos horribles hechos.
Ante esta sombría realidad, la pregunta que debemos hacernos es: ¿qué medidas concretas podemos tomar, como sociedad, para erradicar la cultura de la violencia machista y proteger a nuestras mujeres? ¿Será suficiente con aumentar las penas y fortalecer las instituciones, o necesitamos un cambio cultural más profundo que abarque desde la educación hasta la formación de valores?
Los hechos se remontan hace unos días, cuando Perla Lagos acudió a unas cabinas en Golfito con la esperanza de hablar con su excompañero. Según investigaciones iniciales, una discusión escaló rápidamente, desembocando en la muerte de la fémina. Tras dos angustiosos días de búsqueda, el cuerpo de Lagos fue hallado en una de las cabinas, confirmando la peor pesadilla para sus familiares y amigos. El olor a tragedia cubrió la zona, demostrando nuevamente la violencia machista que azota nuestro país.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) inició de inmediato una exhaustiva investigación, logrando establecer que Acuña, de nacionalidad panameña y residente en Costa Rica, huyó del país poco después del asesinato. Michael Soto, subdirector del OIJ, confirmó a Diario Extra la captura del sospechoso en territorio panameño y anunció que se están tramitando los documentos necesarios para solicitar su extradición a Costa Rica, donde enfrentará cargos relacionados con el presunto femicidio. “Estamos trabajando a toda máquina para que responda por estos crímenes,” declaró Soto.
La vida de Perla Lagos, además de ser fanática incondicional del Saprissa, estaba marcada por la alegría y el amor hacia su pequeña hija de ocho meses. En la barra 'Ultra' del Saprissa, donde era conocida y querida por todos, se organizaron diversos homenajes en su memoria, mostrando el profundo pesar que ha generado su fallecimiento. Sus compañeros de barra recordaron su espíritu alegre y su pasión por los colores morados, destacando la irreparable pérdida que representa su partida.
Este lamentable suceso eleva a 30 la cifra de femicidios registrados en Costa Rica este año, una estadística alarmante que pone en evidencia la persistente problemática de la violencia de género. Las provincias de Alajuela y San José lideran, tristemente, la lista, registrando la mayor cantidad de casos. Diay, qué panorama tan pesado nos toca vivir, parece que la lucha contra la violencia machista nunca termina.
Expertos en temas de género señalan que la impunidad es uno de los factores que alimenta la violencia contra las mujeres. La lentitud en los procesos judiciales y la falta de recursos destinados a programas de prevención y atención a víctimas contribuyen a perpetuar este círculo vicioso. Además, resaltan la importancia de abordar las raíces profundas del problema, como los estereotipos de género y las desigualdades sociales que invisibilizan a las mujeres y las hacen vulnerables a sufrir abusos.
Ahora, mientras se esperan los trámites de extradición, la familia y amigos de Perla Lagos claman justicia y exigirán que se haga responsable a quien le arrebató la vida de forma tan cruel e injustificada. Se espera que el proceso judicial sea rápido y eficiente, asegurando que Acuña reciba el castigo correspondiente por su atroz crimen. Muchos se preguntan si realmente hay apoyo suficiente para las mujeres en situaciones de riesgo, y si las leyes actuales son suficientes para prevenir estos horribles hechos.
Ante esta sombría realidad, la pregunta que debemos hacernos es: ¿qué medidas concretas podemos tomar, como sociedad, para erradicar la cultura de la violencia machista y proteger a nuestras mujeres? ¿Será suficiente con aumentar las penas y fortalecer las instituciones, o necesitamos un cambio cultural más profundo que abarque desde la educación hasta la formación de valores?
