¡Ay, Dios mío! Se armó un maje en San Carlos, fiincaz. La tranquilidad de la madrugada quedó hecha pedazos cuando un accidente carretero dejó a dos puros jovencitos con la vida apurada y a otros dos luchando por salir adelante. Un viaje entre amigos se convirtió en pesadilla, y ahora toda la comunidad está sacudida hasta las entrañas.
Según nos cuentan los del cuerpo de bomberos, todo pasó pasaditas de la una de la mañana, allá por el sector de La Llanada en Ciudad Quesada, justo en la ruta 140. Parece que el carro, un Toyota Corolla rojo si no me equivoco, se brincó la cinta y directo a la cuneta, rodando varios metros cuesta abajo. Una caída de esos que te dejan temblando solo de pensarlo.
Cuando llegaron los carros de auxilio, los paramédicos de la Cruz Roja encontraron al pobre Garciíta, el chofer, allá tirado afuera del carro, bueno, ya no tenía chance. Dicen que recibió el golpe de lleno y no hubo manera de reanimarlo. Un dolor tremendo para sus familiares y amigos, ¡pura tristeza!
Y ni hablar de Bolaños, otro de los muchachos que iban en el carro. Lo tuvieron que sacar con cuidado, estaba bastante golpeao y lo llevaron corriendo al hospital San Carlos. Pero, ¡qué pena decirlo!, a pesar de todos los esfuerzos de los doctores, sucumbió a sus heridas alrededor de las cuatro de la mañana. Qué salado, eh… Ya eran cuatro jóvenes con aspiraciones truncadas.
Los otros dos acompañantes, afortunadamente, están estables, aunque con algunos rasguños y golpes. Están ahí recibiendo atención médica y esperamos que se recuperen pronto. Según contaron a los oficiales del OIJ, estaban celebrando en el parque de Ciudad Quesada y luego se fueron a buscar un poco de aire fresco a un mirador por la zona. ¡Quién iba a decir que terminaría así! Ese brete les cayó como baldosa.
Esto nos recuerda, fiincaz, lo importante que es tener cuidado cuando manejamos, especialmente de noche o en carreteras con curvas peligrosas como la 140. Hay que ir con calma, respetar las señales de tránsito y no ponerse a jugar con la velocidad, porque así es como se meten los carros en problemas. A veces, ¡uno cree que domina la máquina y termina jalándose una torta!
El OIJ ya está haciendo la investigación pertinente para aclarar qué fue exactamente lo que pasó. Estarán revisando la mecánica del carro, buscando huellas de frenazo y entrevistando a testigos. También quieren saber si había alcohol de por medio, aunque eso todavía es pura especulación. Este tipo de tragedias no deberían pasar, y esperemos que sirvan de ejemplo para que todos manejen con más responsabilidad y conciencia.
En fin, qué vaina tan triste, ¿verdad? Perder a dos jóvenes así, con toda una vida por delante... Me pregunto, ¿cree usted que las autoridades deberían implementar medidas más estrictas para controlar la circulación de vehículos en carreteras rurales durante la noche, como aumentar los controles policiales o restringir el acceso a ciertas zonas?
Según nos cuentan los del cuerpo de bomberos, todo pasó pasaditas de la una de la mañana, allá por el sector de La Llanada en Ciudad Quesada, justo en la ruta 140. Parece que el carro, un Toyota Corolla rojo si no me equivoco, se brincó la cinta y directo a la cuneta, rodando varios metros cuesta abajo. Una caída de esos que te dejan temblando solo de pensarlo.
Cuando llegaron los carros de auxilio, los paramédicos de la Cruz Roja encontraron al pobre Garciíta, el chofer, allá tirado afuera del carro, bueno, ya no tenía chance. Dicen que recibió el golpe de lleno y no hubo manera de reanimarlo. Un dolor tremendo para sus familiares y amigos, ¡pura tristeza!
Y ni hablar de Bolaños, otro de los muchachos que iban en el carro. Lo tuvieron que sacar con cuidado, estaba bastante golpeao y lo llevaron corriendo al hospital San Carlos. Pero, ¡qué pena decirlo!, a pesar de todos los esfuerzos de los doctores, sucumbió a sus heridas alrededor de las cuatro de la mañana. Qué salado, eh… Ya eran cuatro jóvenes con aspiraciones truncadas.
Los otros dos acompañantes, afortunadamente, están estables, aunque con algunos rasguños y golpes. Están ahí recibiendo atención médica y esperamos que se recuperen pronto. Según contaron a los oficiales del OIJ, estaban celebrando en el parque de Ciudad Quesada y luego se fueron a buscar un poco de aire fresco a un mirador por la zona. ¡Quién iba a decir que terminaría así! Ese brete les cayó como baldosa.
Esto nos recuerda, fiincaz, lo importante que es tener cuidado cuando manejamos, especialmente de noche o en carreteras con curvas peligrosas como la 140. Hay que ir con calma, respetar las señales de tránsito y no ponerse a jugar con la velocidad, porque así es como se meten los carros en problemas. A veces, ¡uno cree que domina la máquina y termina jalándose una torta!
El OIJ ya está haciendo la investigación pertinente para aclarar qué fue exactamente lo que pasó. Estarán revisando la mecánica del carro, buscando huellas de frenazo y entrevistando a testigos. También quieren saber si había alcohol de por medio, aunque eso todavía es pura especulación. Este tipo de tragedias no deberían pasar, y esperemos que sirvan de ejemplo para que todos manejen con más responsabilidad y conciencia.
En fin, qué vaina tan triste, ¿verdad? Perder a dos jóvenes así, con toda una vida por delante... Me pregunto, ¿cree usted que las autoridades deberían implementar medidas más estrictas para controlar la circulación de vehículos en carreteras rurales durante la noche, como aumentar los controles policiales o restringir el acceso a ciertas zonas?
