¡Ay, Dios mío! El rollo de los impuestos a las zonas francas se puso más caliente que gallina pochada. Resulta que salió un rumor, gracias a unos bicheros de El Mundo CR, diciendo que la Contralora, Marta Acosta, estaba impulsando una movida para meterle mano al bolsillo a las empresas de zona franca. ¡Imagínate el escándalo! Pero tranquilito, porque la Contraloría salió a aclarar el aire con un comunicado que dejó a más de uno boquiabierto.
La cosa es que, según cuentan los del ente contralor, todo empezó porque preguntaron a Doña Marta unas cositas durante una reunión en el Congreso sobre el presupuesto. El diputado Hernández le preguntó sobre cómo hacer para que el país siga juntando billetes, y ella, simplemente, habló de la necesidad de revisar estrategias para recolectar más impuesto, buscando combatir la evasión y la informalidad. Ni rastro de mención a impuestos directos a las zonas francas, ¡nada de eso!
“La contralora general se pronuncia siempre desde sus competencias, en el ámbito de la Hacienda Pública,” dijeron en el comunicado, “no lo hace desde la política pública”. Lo que quiere decir, en cristiano, que ella estaba hablando como experta en finanzas públicas, viendo cómo mejorar la recolección de impuestos, no inventando nuevas formas de sacarle dinero a nadie. Parece que algunos pillaron la vara equivocada, ¿verdad?
Y es que, díganle a quien digan, las zonas francas son una vaina importante para Costa Rica. Nos traen inversión extranjera, generan empleo... Es como si fueran nuestros primos ricos, vamos. Si les metemos mano con impuestos, puede que se vayan corriendo a otro lado, y ahí sí que nos tocaría jalar cartones, ¡qué sal! La Contraloría lleva tiempo diciendo que hay que echarle ojo a todas esas exenciones y exoneraciones tributarias que tenemos, asegurándose de que sigan siendo necesarias y justas.
Ahora bien, no piensen que esto significa que estamos tranquilos y todo va a seguir como andaba. La realidad es que el país necesita más plata, y alguien tiene que pagar la cuenta. La discusión sobre cómo distribuir la carga fiscal es un brete que nos toca resolver, y no va a ser fácil. Hay gente que dice que las zonas francas tienen privilegios injustificados, mientras que otras defienden a capa y espada su papel en la economía nacional. Es una controversia que no pinta para resolverse rápido, ¿eh?
Este rollo de la Contralora ha reavivado el debate sobre si debemos revisar los incentivos fiscales que le damos a las zonas francas. Algunos expertos creen que ya llegó el momento de poner límites, argumentando que estos incentivos han cumplido su función y ahora benefician a pocas empresas. Otros, en cambio, temen que cualquier cambio pueda asustar a los inversionistas y afectar la competitividad del país. ¡Un lío, mi pana!
Lo que queda claro es que la Contraloría tuvo que salir a defenderse de una acusación falsa que generó mucha confusión. La comunicación, a veces, se va al traste, y sale humo donde no debía. Esperamos que este incidente sirva para que todos, autoridades y medios de comunicación, sean más cuidadosos al informar sobre temas tan sensibles como la economía y las finanzas públicas. Al final, todos queremos lo mismo: un Costa Rica próspero y justo, ¿no?
Después de tanto rollo, me pregunto: ¿Deberíamos reconsiderar los incentivos fiscales a las zonas francas, aunque eso implique arriesgar la inversión extranjera, o es preferible mantener el statu quo a pesar de las presiones económicas? ¡Déjenme saber qué piensan en los comentarios!
La cosa es que, según cuentan los del ente contralor, todo empezó porque preguntaron a Doña Marta unas cositas durante una reunión en el Congreso sobre el presupuesto. El diputado Hernández le preguntó sobre cómo hacer para que el país siga juntando billetes, y ella, simplemente, habló de la necesidad de revisar estrategias para recolectar más impuesto, buscando combatir la evasión y la informalidad. Ni rastro de mención a impuestos directos a las zonas francas, ¡nada de eso!
“La contralora general se pronuncia siempre desde sus competencias, en el ámbito de la Hacienda Pública,” dijeron en el comunicado, “no lo hace desde la política pública”. Lo que quiere decir, en cristiano, que ella estaba hablando como experta en finanzas públicas, viendo cómo mejorar la recolección de impuestos, no inventando nuevas formas de sacarle dinero a nadie. Parece que algunos pillaron la vara equivocada, ¿verdad?
Y es que, díganle a quien digan, las zonas francas son una vaina importante para Costa Rica. Nos traen inversión extranjera, generan empleo... Es como si fueran nuestros primos ricos, vamos. Si les metemos mano con impuestos, puede que se vayan corriendo a otro lado, y ahí sí que nos tocaría jalar cartones, ¡qué sal! La Contraloría lleva tiempo diciendo que hay que echarle ojo a todas esas exenciones y exoneraciones tributarias que tenemos, asegurándose de que sigan siendo necesarias y justas.
Ahora bien, no piensen que esto significa que estamos tranquilos y todo va a seguir como andaba. La realidad es que el país necesita más plata, y alguien tiene que pagar la cuenta. La discusión sobre cómo distribuir la carga fiscal es un brete que nos toca resolver, y no va a ser fácil. Hay gente que dice que las zonas francas tienen privilegios injustificados, mientras que otras defienden a capa y espada su papel en la economía nacional. Es una controversia que no pinta para resolverse rápido, ¿eh?
Este rollo de la Contralora ha reavivado el debate sobre si debemos revisar los incentivos fiscales que le damos a las zonas francas. Algunos expertos creen que ya llegó el momento de poner límites, argumentando que estos incentivos han cumplido su función y ahora benefician a pocas empresas. Otros, en cambio, temen que cualquier cambio pueda asustar a los inversionistas y afectar la competitividad del país. ¡Un lío, mi pana!
Lo que queda claro es que la Contraloría tuvo que salir a defenderse de una acusación falsa que generó mucha confusión. La comunicación, a veces, se va al traste, y sale humo donde no debía. Esperamos que este incidente sirva para que todos, autoridades y medios de comunicación, sean más cuidadosos al informar sobre temas tan sensibles como la economía y las finanzas públicas. Al final, todos queremos lo mismo: un Costa Rica próspero y justo, ¿no?
Después de tanto rollo, me pregunto: ¿Deberíamos reconsiderar los incentivos fiscales a las zonas francas, aunque eso implique arriesgar la inversión extranjera, o es preferible mantener el statu quo a pesar de las presiones económicas? ¡Déjenme saber qué piensan en los comentarios!
