¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, parece que Hacienda anda con la soga al cuello. Después de meses de festejos por el crecimiento económico, ahora nos toca digerir la noticia de que los ingresos del gobierno dieron un portazo en octubre. De crecerle a mansalva al país, pasó a un ritmo más tranquilito, casi como si estuviera caminando a paso de tortuga.
Según los números fresquitos del Ministerio de Hacienda, la cosa estaba así: en octubre del año pasado, los ingresos estaban creciendo a un ritmo del 3.5%. Ahora, la cifra bajó hasta un 0.4%. Eso sí que es un cambio de rumbo, ¡y pa’l peor!
Y la razón detrás de esta frenada, resulta que es el mismísimo Tribu-CR, el nuevo sistema tributario que tanto les costó implementar. Parece que la transición no ha sido precisamente un paseo por el parque. Están teniendo problemas para clasificar todos los pagos por impuesto o tipo de contribuyente. Imagínate, ¡pagos flotando por ahí sin saber bien a dónde van!
Desde Hacienda explican que esto es un “efecto transitorio”, como dicen ellos, propio de cualquier sistema nuevo. Que andan limpiando la base de datos, depurando todo para tener información más precisa. Pero bueno, mientras tanto, algunos impuestos se ven afectados, dando la impresión de que no han crecido tanto como deberían. Es como cuando vas lavando ropa y te queda una prenda floja, ¡toca esperar a que todo esté listo para ver el panorama completo!
A pesar de la desaceleración general, hay algunas luces brillantes en el túnel. Por ejemplo, los ingresos tributarios apenas lograron mantenerse a flote con un crecimiento del 0.5%, mientras que las contribuciones sociales subieron un buen pedazo, un 5.0%. Y ni hablar de los ingresos de capital, que se dispararon con un impresionante 116.1%! Ya saben, ahí hay unos cuantos negocios que le están yendo de maravilla.
Pero ojo, porque también hay sombras. Los ingresos no tributarios sufrieron una caída importante del 10.2%, y las transferencias corrientes se desplomaron un 51.0%. Eso pinta feo, pura verdad. Parece que el Gobierno tuvo que apretarle el cinturón en algunos temas, y eso siempre duele.
Si miramos el panorama general, los ingresos totales alcanzaron los 6 mil 74 millones de colones, representando el 11.9% del Producto Interno Bruto (PIB). Un crecimiento acumulado de 23 mil 304 millones de colones (0.05% del PIB), lo cual suena a poco considerando el revuelo previo. A lo mejor sí necesitábamos ese frenazo, ¿quién sabe?
En fin, la economía va cambiando día tras día. Ahora la pregunta es: ¿Deberíamos estar preocupados por esta desaceleración en los ingresos, o es simplemente un ajuste necesario en medio de la implementación del nuevo sistema Tributario? ¿Ustedes qué piensan, compas? ¡Dejen sus opiniones en los comentarios!
Según los números fresquitos del Ministerio de Hacienda, la cosa estaba así: en octubre del año pasado, los ingresos estaban creciendo a un ritmo del 3.5%. Ahora, la cifra bajó hasta un 0.4%. Eso sí que es un cambio de rumbo, ¡y pa’l peor!
Y la razón detrás de esta frenada, resulta que es el mismísimo Tribu-CR, el nuevo sistema tributario que tanto les costó implementar. Parece que la transición no ha sido precisamente un paseo por el parque. Están teniendo problemas para clasificar todos los pagos por impuesto o tipo de contribuyente. Imagínate, ¡pagos flotando por ahí sin saber bien a dónde van!
Desde Hacienda explican que esto es un “efecto transitorio”, como dicen ellos, propio de cualquier sistema nuevo. Que andan limpiando la base de datos, depurando todo para tener información más precisa. Pero bueno, mientras tanto, algunos impuestos se ven afectados, dando la impresión de que no han crecido tanto como deberían. Es como cuando vas lavando ropa y te queda una prenda floja, ¡toca esperar a que todo esté listo para ver el panorama completo!
A pesar de la desaceleración general, hay algunas luces brillantes en el túnel. Por ejemplo, los ingresos tributarios apenas lograron mantenerse a flote con un crecimiento del 0.5%, mientras que las contribuciones sociales subieron un buen pedazo, un 5.0%. Y ni hablar de los ingresos de capital, que se dispararon con un impresionante 116.1%! Ya saben, ahí hay unos cuantos negocios que le están yendo de maravilla.
Pero ojo, porque también hay sombras. Los ingresos no tributarios sufrieron una caída importante del 10.2%, y las transferencias corrientes se desplomaron un 51.0%. Eso pinta feo, pura verdad. Parece que el Gobierno tuvo que apretarle el cinturón en algunos temas, y eso siempre duele.
Si miramos el panorama general, los ingresos totales alcanzaron los 6 mil 74 millones de colones, representando el 11.9% del Producto Interno Bruto (PIB). Un crecimiento acumulado de 23 mil 304 millones de colones (0.05% del PIB), lo cual suena a poco considerando el revuelo previo. A lo mejor sí necesitábamos ese frenazo, ¿quién sabe?
En fin, la economía va cambiando día tras día. Ahora la pregunta es: ¿Deberíamos estar preocupados por esta desaceleración en los ingresos, o es simplemente un ajuste necesario en medio de la implementación del nuevo sistema Tributario? ¿Ustedes qué piensan, compas? ¡Dejen sus opiniones en los comentarios!