¡Ay, Dios mío! Se armó un buen revuelo ayer en el Aeropuerto Internacional Tobías Bolaños. Un ultraligero, esas avionetas pequeñas que venía a volar tranquilos, decidió hacer un piquete inesperado justo sobre la pista. Por fortuna, parece que nadie salió gravemente herido, pero vaya sustito nos llevamos todos los que estábamos por ahí cerca.
Según contaron los testigos, la aeronave descendió rápidamente y se impactó contra el pavimento sin causar daños mayores a las instalaciones del aeropuerto. La rapidez de reacción de la Cruz Roja fue impresionante, llegaron volando como si fueran corredores olímpicos y atendieron a los dos ocupantes del ultraligero de inmediato. Parece que ambos estaban conscientes y orientados, aunque claro, con un buen susto encima.
El Tobías Bolaños, como bien sabemos, es el aeropuerto que le pone el turbo a la actividad aérea en la zona central. Vuelos nacionales, charters privados, gente aprendiendo a volar... siempre hay movimiento. Justamente eso hacía que la situación fuera delicada, porque había que mantener controlada la zona para las maniobras de rescate y evitar otro inconveniente. ¡Imagínate si hubiese otra avioneta acercándose!
Las unidades de emergencia, incluyendo ambulancias básicas y de soporte avanzado, estuvieron presentes en el lugar desde el primer momento. Los paramédicos hicieron un chequeo completo a los pilotos y pasajeros del ultraligero para descartar lesiones internas o traumatismos graves. Aparentemente, solo raspaduras y golpes, ¡qué bueno! Pero como dicen por acá, ‘más vale prevenir que lamentar’ y estos señores saben muy bien eso.
Ahora, la lupa está puesta en la Dirección General de Aviación Civil y en las autoridades del aeropuerto. Ya comenzaron una investigación a fondo para averiguar qué pasó realmente. ¿Falló algún componente técnico? ¿Hubo alguna condición meteorológica inusual? ¿O simplemente alguno se equivocó de botón? Lo importante es descubrirlo para que esto no vuelva a pasar y podamos seguir volando tranquilos.
Este tipo de situaciones, aunque sean menores, nos recuerdan lo vital que es contar con equipos de respuesta rápida y profesionales altamente capacitados. Cruz Roja, Bomberos, Aviación Civil… todos trabajando en sincronía para garantizar nuestra seguridad. Y hablando de seguridad, igual es hora de que revisemos si nuestras leyes de tránsito aéreo están a la altura, ¿no creen? Porque a veces da la impresión de que andamos dando tumbos en el aire como quieren.
Muchos se preguntan si estos incidentes ponen en riesgo la reputación del país en cuanto a seguridad aérea. Después de todo, tenemos muchos turistas extranjeros que utilizan nuestros aeropuertos. Aunque este haya sido un accidente menor, es fundamental que demostremos que estamos tomando todas las medidas necesarias para proteger a nuestros visitantes y a nuestros propios ciudadanos. Mejor prevenir que tener que dar excusas después.
En fin, el día de hoy terminó con un sustito en el Tobías Bolaños, pero gracias a Dios todo quedó bajo control. Ahora, me pregunto ¿ustedes creen que deberíamos endurecer las regulaciones para los vuelos ultraligeros en zonas urbanas, o que los riesgos inherentes a estas aeronaves hacen que sea inevitable que ocurran percances ocasionales?
Según contaron los testigos, la aeronave descendió rápidamente y se impactó contra el pavimento sin causar daños mayores a las instalaciones del aeropuerto. La rapidez de reacción de la Cruz Roja fue impresionante, llegaron volando como si fueran corredores olímpicos y atendieron a los dos ocupantes del ultraligero de inmediato. Parece que ambos estaban conscientes y orientados, aunque claro, con un buen susto encima.
El Tobías Bolaños, como bien sabemos, es el aeropuerto que le pone el turbo a la actividad aérea en la zona central. Vuelos nacionales, charters privados, gente aprendiendo a volar... siempre hay movimiento. Justamente eso hacía que la situación fuera delicada, porque había que mantener controlada la zona para las maniobras de rescate y evitar otro inconveniente. ¡Imagínate si hubiese otra avioneta acercándose!
Las unidades de emergencia, incluyendo ambulancias básicas y de soporte avanzado, estuvieron presentes en el lugar desde el primer momento. Los paramédicos hicieron un chequeo completo a los pilotos y pasajeros del ultraligero para descartar lesiones internas o traumatismos graves. Aparentemente, solo raspaduras y golpes, ¡qué bueno! Pero como dicen por acá, ‘más vale prevenir que lamentar’ y estos señores saben muy bien eso.
Ahora, la lupa está puesta en la Dirección General de Aviación Civil y en las autoridades del aeropuerto. Ya comenzaron una investigación a fondo para averiguar qué pasó realmente. ¿Falló algún componente técnico? ¿Hubo alguna condición meteorológica inusual? ¿O simplemente alguno se equivocó de botón? Lo importante es descubrirlo para que esto no vuelva a pasar y podamos seguir volando tranquilos.
Este tipo de situaciones, aunque sean menores, nos recuerdan lo vital que es contar con equipos de respuesta rápida y profesionales altamente capacitados. Cruz Roja, Bomberos, Aviación Civil… todos trabajando en sincronía para garantizar nuestra seguridad. Y hablando de seguridad, igual es hora de que revisemos si nuestras leyes de tránsito aéreo están a la altura, ¿no creen? Porque a veces da la impresión de que andamos dando tumbos en el aire como quieren.
Muchos se preguntan si estos incidentes ponen en riesgo la reputación del país en cuanto a seguridad aérea. Después de todo, tenemos muchos turistas extranjeros que utilizan nuestros aeropuertos. Aunque este haya sido un accidente menor, es fundamental que demostremos que estamos tomando todas las medidas necesarias para proteger a nuestros visitantes y a nuestros propios ciudadanos. Mejor prevenir que tener que dar excusas después.
En fin, el día de hoy terminó con un sustito en el Tobías Bolaños, pero gracias a Dios todo quedó bajo control. Ahora, me pregunto ¿ustedes creen que deberíamos endurecer las regulaciones para los vuelos ultraligeros en zonas urbanas, o que los riesgos inherentes a estas aeronaves hacen que sea inevitable que ocurran percances ocasionales?