¡Ay, Dios mío, qué tremenda vainera! Resulta que Fraser Olender, el mae de Below Deck que todos conocimos, tuvo que pasar por un susto de película. Parece que el vapeo, esa moda que tanto le gusta a la juventud, lo llevó directo al hospital con un paro cardíaco. Uno se queda pensando, ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar por aparentar?
La historia, contada directamente por el propio Olender, es de pelos de punta. Según nos cuenta, todo empezó con dolores en el pecho que parecían puñaladas y dificultades para respirar. Dice que sintió los miedos más profundos de su vida y tuvo que ser trasladado de urgencia a un centro médico en Londres. Imagínense la bronca, estar ahí al borde del colapso... ¡qué susto!
Y aquí viene la parte que nos debería hacer pensar. El mae, que siempre se mostró relajado y disfrutón en el programa, ahora admite que nunca se imaginó que su afición por los vapeadores podría tener consecuencias tan graves para su salud. Claro, nosotros acá en Costa Rica hemos escuchado los consejos de los doctores desde hace tiempo: estos aparatitos no son precisamente inocuos, ¿eh?
En nuestras clínicas y hospitales ya veníamos alertando sobre esto, chongos. No se trata de demonizar nada, pero sí de tomar precauciones. Los problemas cardiovasculares y respiratorios son una realidad, y si sumamos el consumo de estas sustancias, pues el panorama se complica aún más. Los expertos insisten en que no son alternativas seguras al cigarrillo, ni mucho menos.
Después de una semanita en el hospital, parece que el mae ya está recuperándose y agradeciendo a los médicos por salvarle la vida. Pero lo más importante es que está usando su experiencia para concienciar a sus seguidores. Que espere, ¡eso es lo bueno!, que use su plataforma para advertir a los demás sobre los peligros que puede acarrear este vicio moderno. Un buen ejemplo para todos.
Y hablando de ejemplos, no es solamente en Inglaterra donde se habla de esto. Aquí en Costa Rica también hay preocupación, sobre todo porque vemos cómo los jóvenes caen rendidos a esta moda. Las campañas de prevención son necesarias, pero quizás lo más efectivo sería escuchar historias como la de Olender, ver que hasta figuras públicas pueden sufrir las consecuencias. ¿No será hora de pensarlo dos veces antes de encender otro vapeador?
Este caso de Olender me recuerda a otras tragedias que hemos visto por ahí, como aquella vez que un influencer se chocó a 140 kilómetros por hora con su moto. Pura irresponsabilidad y ganas de presumir. Estos casos deberían servirnos de lección, demostrarnos que la vida es demasiado corta para ponerla en riesgo por tonterías. Y sí, estoy metiéndome de tarugo, pero es que me preocupa ver cómo algunos prefieren la fama y la aprobación social a su propia salud.
Ahora bien, dejando de lado la polémica y llegando a la conclusión, me pregunto: ¿cree usted que las autoridades deberían endurecer las regulaciones sobre la venta y promoción de productos de vapeo en Costa Rica, o considera que la responsabilidad recae únicamente en cada individuo tomar decisiones informadas? Compartan sus opiniones, ¡me interesa saber qué piensa el Foro al respecto!
La historia, contada directamente por el propio Olender, es de pelos de punta. Según nos cuenta, todo empezó con dolores en el pecho que parecían puñaladas y dificultades para respirar. Dice que sintió los miedos más profundos de su vida y tuvo que ser trasladado de urgencia a un centro médico en Londres. Imagínense la bronca, estar ahí al borde del colapso... ¡qué susto!
Y aquí viene la parte que nos debería hacer pensar. El mae, que siempre se mostró relajado y disfrutón en el programa, ahora admite que nunca se imaginó que su afición por los vapeadores podría tener consecuencias tan graves para su salud. Claro, nosotros acá en Costa Rica hemos escuchado los consejos de los doctores desde hace tiempo: estos aparatitos no son precisamente inocuos, ¿eh?
En nuestras clínicas y hospitales ya veníamos alertando sobre esto, chongos. No se trata de demonizar nada, pero sí de tomar precauciones. Los problemas cardiovasculares y respiratorios son una realidad, y si sumamos el consumo de estas sustancias, pues el panorama se complica aún más. Los expertos insisten en que no son alternativas seguras al cigarrillo, ni mucho menos.
Después de una semanita en el hospital, parece que el mae ya está recuperándose y agradeciendo a los médicos por salvarle la vida. Pero lo más importante es que está usando su experiencia para concienciar a sus seguidores. Que espere, ¡eso es lo bueno!, que use su plataforma para advertir a los demás sobre los peligros que puede acarrear este vicio moderno. Un buen ejemplo para todos.
Y hablando de ejemplos, no es solamente en Inglaterra donde se habla de esto. Aquí en Costa Rica también hay preocupación, sobre todo porque vemos cómo los jóvenes caen rendidos a esta moda. Las campañas de prevención son necesarias, pero quizás lo más efectivo sería escuchar historias como la de Olender, ver que hasta figuras públicas pueden sufrir las consecuencias. ¿No será hora de pensarlo dos veces antes de encender otro vapeador?
Este caso de Olender me recuerda a otras tragedias que hemos visto por ahí, como aquella vez que un influencer se chocó a 140 kilómetros por hora con su moto. Pura irresponsabilidad y ganas de presumir. Estos casos deberían servirnos de lección, demostrarnos que la vida es demasiado corta para ponerla en riesgo por tonterías. Y sí, estoy metiéndome de tarugo, pero es que me preocupa ver cómo algunos prefieren la fama y la aprobación social a su propia salud.
Ahora bien, dejando de lado la polémica y llegando a la conclusión, me pregunto: ¿cree usted que las autoridades deberían endurecer las regulaciones sobre la venta y promoción de productos de vapeo en Costa Rica, o considera que la responsabilidad recae únicamente en cada individuo tomar decisiones informadas? Compartan sus opiniones, ¡me interesa saber qué piensa el Foro al respecto!
