¡Ay, Dios mío! Acá vamos otra vez, con el mismo rollo de querer cambiar las reglas del juego a conveniencia. Esta vez la candidata Claudia Dobles, fiera como pocas, le soltó la lengua en Teletica Radio y le metió con todo a quienes andan diciendo que pa’ que funcione el país necesitamos tener 40 gandules en la Asamblea. ¡Un despiche!
La jefa de Agenda Democrática, sin pelos en la lengua, criticó duramente esa idea, tachándola de “falaz y peligrosa”. Según Dobles, quien quiera gobernar bien no necesita un ejército de diputados para mandar, sino diálogo y voluntad de llegar a acuerdos. Esto, señores, porque nos quieren vender la moto de que si no tenemos la mayoría, estamos condenados al fracaso. ¿Pero cómo va a ser?
Y ahí empezó la Claudia a darle candela, preguntándose, con toda la razón, si lo lógico no sería irnos a los 57 diputados si esa fuera la solución mágica. “Para ese caso, entonces, ¿por qué no le decimos a los costarricenses que 57?” – preguntó retórica. Le dio duro al asunto, porque mira, aquí tenemos una Asamblea Legislativa diseñada precisamente para el debate, para la deliberación, para que diferentes voces se escuchen. No para que unos pocos manden a dijerito.
Dobles fue clara: promover la idea de una Asamblea sin discusión es poner en jaque los cimientos mismos de la democracia. ¡Eso es meterle mano al corazón de nuestro sistema político! Nos quiere estar vendiendo que somos incapaces de conversar como adultos, de construir una agenda común, de buscar soluciones juntos. ¡Pero no, mi pana! Somos ticos, sabemos debatir, aunque a veces nos hagamos patitas de gallina en la discusión.
La candidata enfatizó que esa visión, lejos de representar los valores costarricenses, es una muestra de autoritarismo disfrazado de eficiencia. “Esa no es una Costa Rica democrática,” sentenció. Agregó que intentar imponer decisiones sin considerar otras perspectivas es simplemente mentirle al pueblo, y que eso es algo que no podemos permitir. “Es muy peligroso y es falaz, es mentira,” remató, dejando claro que no está dispuesta a tragarse ese cuento.
Este debate, amigos, es crucial. Porque nos toca elegir entre fortalecer la democracia participativa o abrir la puerta a un gobierno que imponga sus ideas sin consultar a nadie. Recordemos que la Asamblea Legislativa es el reflejo de la diversidad de opiniones y necesidades de nuestro país. Intentar concentrar el poder en unas pocas manos es negar esa riqueza y empobrecer nuestra sociedad.
Además, hay que analizar quiénes están impulsando esta idea de los 40 diputados. ¿Será que les da miedo el debate abierto, la transparencia, la rendición de cuentas? ¿O será que simplemente quieren asegurarse de tener el control absoluto del Congreso, pase lo que pase? Aquí hay que mantener los ojos abiertos y no dejarnos llevar por ocurrencias que pueden comprometer nuestro futuro. ¡Que no se nos vayan a salir con la suya, eh!
Ahora, dígame usted, ¿cree que aumentar el número de diputados realmente resolvería los problemas de gobernabilidad en Costa Rica, o sería solo un pretexto para concentrar el poder y silenciar las voces disidentes? ¡Deje su opinión en los comentarios y desempolvemos este debate!
La jefa de Agenda Democrática, sin pelos en la lengua, criticó duramente esa idea, tachándola de “falaz y peligrosa”. Según Dobles, quien quiera gobernar bien no necesita un ejército de diputados para mandar, sino diálogo y voluntad de llegar a acuerdos. Esto, señores, porque nos quieren vender la moto de que si no tenemos la mayoría, estamos condenados al fracaso. ¿Pero cómo va a ser?
Y ahí empezó la Claudia a darle candela, preguntándose, con toda la razón, si lo lógico no sería irnos a los 57 diputados si esa fuera la solución mágica. “Para ese caso, entonces, ¿por qué no le decimos a los costarricenses que 57?” – preguntó retórica. Le dio duro al asunto, porque mira, aquí tenemos una Asamblea Legislativa diseñada precisamente para el debate, para la deliberación, para que diferentes voces se escuchen. No para que unos pocos manden a dijerito.
Dobles fue clara: promover la idea de una Asamblea sin discusión es poner en jaque los cimientos mismos de la democracia. ¡Eso es meterle mano al corazón de nuestro sistema político! Nos quiere estar vendiendo que somos incapaces de conversar como adultos, de construir una agenda común, de buscar soluciones juntos. ¡Pero no, mi pana! Somos ticos, sabemos debatir, aunque a veces nos hagamos patitas de gallina en la discusión.
La candidata enfatizó que esa visión, lejos de representar los valores costarricenses, es una muestra de autoritarismo disfrazado de eficiencia. “Esa no es una Costa Rica democrática,” sentenció. Agregó que intentar imponer decisiones sin considerar otras perspectivas es simplemente mentirle al pueblo, y que eso es algo que no podemos permitir. “Es muy peligroso y es falaz, es mentira,” remató, dejando claro que no está dispuesta a tragarse ese cuento.
Este debate, amigos, es crucial. Porque nos toca elegir entre fortalecer la democracia participativa o abrir la puerta a un gobierno que imponga sus ideas sin consultar a nadie. Recordemos que la Asamblea Legislativa es el reflejo de la diversidad de opiniones y necesidades de nuestro país. Intentar concentrar el poder en unas pocas manos es negar esa riqueza y empobrecer nuestra sociedad.
Además, hay que analizar quiénes están impulsando esta idea de los 40 diputados. ¿Será que les da miedo el debate abierto, la transparencia, la rendición de cuentas? ¿O será que simplemente quieren asegurarse de tener el control absoluto del Congreso, pase lo que pase? Aquí hay que mantener los ojos abiertos y no dejarnos llevar por ocurrencias que pueden comprometer nuestro futuro. ¡Que no se nos vayan a salir con la suya, eh!
Ahora, dígame usted, ¿cree que aumentar el número de diputados realmente resolvería los problemas de gobernabilidad en Costa Rica, o sería solo un pretexto para concentrar el poder y silenciar las voces disidentes? ¡Deje su opinión en los comentarios y desempolvemos este debate!
