¡Ay, Dios mío! La cosa quedó turbia en Palmares, puras malas noticias. Resulta que el dipu Feinzaig, ese que anda buscando chambear pa’l Palacio, tuvo un encontronazo tremendo la mañana de hoy en la Bernardo Soto. Un choque así de feo que te dejan pensando qué onda pasa con la seguridad en nuestras carreteras, diay.
Según nos cuentan los compañeros del cuerpo de bomberos y de la Cruz Roja, el pobre hombre se topó con un picop y un camión pesao cerca de Buenos Aires. ¡Imagínate la bronca! Parece que era un día normal, don nadie sospechaba que iba a pasar esto. Siempre digo yo, la vida es impredecible, ¿verdad?
Pero lo más triste de la mara, y eso me da mucha pena decirlo, es que una de las asesoras del diputadito, una tal Benavides, lamentablemente no resistió. Una pérdida terrible para su familia y para todos los que la conocían. Uno nunca sabe cuándo le va a tocar partirse de este mundo, ¿no es verdad? Tristeza pura, mándale flores a sus familiares.
Y el propio Feinzaig, bueno, dicen que salió raspado, gracias a Dios. Lo trasladaron rapidito al hospital bajo evaluación médica. El chofer del diputado, el pobre, anduvo varios minutos prensao, imagínate la angustia. Que se mejore pronto, mae, y que se recupere al cien por ciento. Esperemos que no tenga secuelas graves de este golpe.
Ahora, claro, empiezan a salir los políticos con sus mensajes de apoyo, diciendo “mi más sentido pésame” y “estoy a disposición”. Ya sabemos cómo son, siempre listos para sacarles agua fresca, pero bueno, al menos es un gesto, aunque a veces suene un poco vacío, ¿eh? Pero vamos, hay que darle crédito donde corresponde.
Este brete pone en relieve nuevamente la necesidad urgente de mejorar la infraestructura vial en nuestro país. La Bernardo Soto ya necesita una manito de gato hace rato, llena de baches y curvas peligrosas. Hay que exigirle al Gobierno que invierta en obras públicas de calidad, porque vidas humanas dependen de ello. No podemos seguir esperando a que alguien se jale otra torta y pase algo peor.
También, esto nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad de todos detrás del volante. Ir apurados, distraídos con el celular… ¡qué carga! Conducir es una tarea seria que requiere atención plena. Tenemos que ponerle cuidado a lo que hacemos, porque una simple distracción puede tener consecuencias devastadoras, como lo demuestra este desafortunado caso. Paciencia, mae, llegamos tarde mejor que lamentarnos después.
En fin, una mañana negra para Palmares y para toda la provincia de San José. Una tragedia que nos recuerda lo frágil que es la vida y la importancia de valorar cada momento. Ahora bien, hablando de accidentes y seguridad vial, ¿creen ustedes que las cámaras de velocidad y los radares realmente ayudan a reducir los accidentes en Costa Rica, o simplemente son una forma de llenarle los bolsillos al Estado?
Según nos cuentan los compañeros del cuerpo de bomberos y de la Cruz Roja, el pobre hombre se topó con un picop y un camión pesao cerca de Buenos Aires. ¡Imagínate la bronca! Parece que era un día normal, don nadie sospechaba que iba a pasar esto. Siempre digo yo, la vida es impredecible, ¿verdad?
Pero lo más triste de la mara, y eso me da mucha pena decirlo, es que una de las asesoras del diputadito, una tal Benavides, lamentablemente no resistió. Una pérdida terrible para su familia y para todos los que la conocían. Uno nunca sabe cuándo le va a tocar partirse de este mundo, ¿no es verdad? Tristeza pura, mándale flores a sus familiares.
Y el propio Feinzaig, bueno, dicen que salió raspado, gracias a Dios. Lo trasladaron rapidito al hospital bajo evaluación médica. El chofer del diputado, el pobre, anduvo varios minutos prensao, imagínate la angustia. Que se mejore pronto, mae, y que se recupere al cien por ciento. Esperemos que no tenga secuelas graves de este golpe.
Ahora, claro, empiezan a salir los políticos con sus mensajes de apoyo, diciendo “mi más sentido pésame” y “estoy a disposición”. Ya sabemos cómo son, siempre listos para sacarles agua fresca, pero bueno, al menos es un gesto, aunque a veces suene un poco vacío, ¿eh? Pero vamos, hay que darle crédito donde corresponde.
Este brete pone en relieve nuevamente la necesidad urgente de mejorar la infraestructura vial en nuestro país. La Bernardo Soto ya necesita una manito de gato hace rato, llena de baches y curvas peligrosas. Hay que exigirle al Gobierno que invierta en obras públicas de calidad, porque vidas humanas dependen de ello. No podemos seguir esperando a que alguien se jale otra torta y pase algo peor.
También, esto nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad de todos detrás del volante. Ir apurados, distraídos con el celular… ¡qué carga! Conducir es una tarea seria que requiere atención plena. Tenemos que ponerle cuidado a lo que hacemos, porque una simple distracción puede tener consecuencias devastadoras, como lo demuestra este desafortunado caso. Paciencia, mae, llegamos tarde mejor que lamentarnos después.
En fin, una mañana negra para Palmares y para toda la provincia de San José. Una tragedia que nos recuerda lo frágil que es la vida y la importancia de valorar cada momento. Ahora bien, hablando de accidentes y seguridad vial, ¿creen ustedes que las cámaras de velocidad y los radares realmente ayudan a reducir los accidentes en Costa Rica, o simplemente son una forma de llenarle los bolsillos al Estado?