¡Aguántense!, parce. La Sutel le metió turbo a la subasta de frecuencias de radio y tele, y la cosa quedó más caliente que gallina pochada. Con casi diez millones de dólares en la bolsa, el gobierno espera ahora llevar internet y telefonía a esos rincones del país donde todavía andan luchando con el dial analógico.
Para ponerle contexto, esta subasta llevaba tiempo en la mira. Ya saben cómo anda la cosa, las frecuencias tienen que renovarse y la Sutel quería modernizar el sistema. Se ofrecieron 17 frecuencias FM a nivel nacional, tres regionales, una AM nacional, ¡y hasta cuatro canales de tele! Canal 7, Repretel y Extra estaban ahí echándole ganas, esperando quedarse con su pedazo de pastel.
Pero la sorpresa llegó cuando se dieron cuenta de que, a pesar de tener tanto qué ofrecer, ¡solo hubo 25 ofertas! Sí, señor. Menos de la mitad de las frecuencias se vendieron. Esto dejó a muchos pensando qué habrá pasado, si realmente valió la pena meterle tanta lana a estos concursos bajo estas condiciones.
Y ojo, porque ni loco faltó el grupo de emisoras cristianas. La Asociación Internacional Pasión por las Almas, Radio María y otras similares aparecieron en la lista de interesados, demostrando que siguen siendo actores clave en el panorama radial nacional. Eso sí, parece que la cosa no estuvo tan pareja como se esperaba.
Según la Sutel, previa a la subasta propiamente dicha, se estima una recaudación de unos $9.8 millones, ¡una suma considerabila, diay! Que irán directo al Fondo Nacional de Telecomunicaciones, así que esperemos que realmente lleguen a esas comunidades remotas que tanto necesitan una conexión decente. Por cierto, los precios que puso la Sutel fueron bastante ambiciosos; hablamos de $1.6 millones para una tele nacional y $386 mil para una FM. ¡Una cifra de campeonato!
Lo que más llamó la atención es que varios pesos pesados se quedaron fuera del juego. Columbia, Cadena Radial Costarricense (CRC), Grupo Musical y Radio Sinfonola, entre otros, prefirieron no arriesgarse con esos precios tan altos. Hasta las emisoras evangélicas se echaron para atrás. La Ministra Paula Bogantes ha defendido a capa y espada estos valores, argumentando que los concesionarios actuales pagaban una miseria por el uso del espectro. Dice que algunas emisoras de TV pagan solo ¢120.000 al año, ¡una locura!, y las de FM apenas ¢6.000. Pero bueno, eso ya sabe cada quien qué pensar al respecto, ¿no?
Esto pinta un panorama interesante para la industria mediática nacional. Parece que la Sutel buscaba reajustar las tarifas y modernizar el sector, pero la reacción del mercado demuestra que hay mucha resistencia ante estos cambios. Las emisoras tradicionales, acostumbradas a pagar tarifas bajas, ahora se enfrentan a un nuevo escenario donde la inversión inicial es significativamente mayor. Esto podría significar un cambio generacional en las ondas, con espacio para nuevas voces y propuestas… o quizás solo una consolidación del poder en manos de quienes pudieron afrontar el costo.
Ahora, dime tú, ¿crees que la Sutel hizo bien en subir tanto los precios de las frecuencias? ¿Es justo exigirles más a las emisoras para llevar internet a las zonas rurales, o esto terminará ahogando a los medios locales y limitando la diversidad de contenidos? ¡Déjame saber tu opinión en los comentarios!
Para ponerle contexto, esta subasta llevaba tiempo en la mira. Ya saben cómo anda la cosa, las frecuencias tienen que renovarse y la Sutel quería modernizar el sistema. Se ofrecieron 17 frecuencias FM a nivel nacional, tres regionales, una AM nacional, ¡y hasta cuatro canales de tele! Canal 7, Repretel y Extra estaban ahí echándole ganas, esperando quedarse con su pedazo de pastel.
Pero la sorpresa llegó cuando se dieron cuenta de que, a pesar de tener tanto qué ofrecer, ¡solo hubo 25 ofertas! Sí, señor. Menos de la mitad de las frecuencias se vendieron. Esto dejó a muchos pensando qué habrá pasado, si realmente valió la pena meterle tanta lana a estos concursos bajo estas condiciones.
Y ojo, porque ni loco faltó el grupo de emisoras cristianas. La Asociación Internacional Pasión por las Almas, Radio María y otras similares aparecieron en la lista de interesados, demostrando que siguen siendo actores clave en el panorama radial nacional. Eso sí, parece que la cosa no estuvo tan pareja como se esperaba.
Según la Sutel, previa a la subasta propiamente dicha, se estima una recaudación de unos $9.8 millones, ¡una suma considerabila, diay! Que irán directo al Fondo Nacional de Telecomunicaciones, así que esperemos que realmente lleguen a esas comunidades remotas que tanto necesitan una conexión decente. Por cierto, los precios que puso la Sutel fueron bastante ambiciosos; hablamos de $1.6 millones para una tele nacional y $386 mil para una FM. ¡Una cifra de campeonato!
Lo que más llamó la atención es que varios pesos pesados se quedaron fuera del juego. Columbia, Cadena Radial Costarricense (CRC), Grupo Musical y Radio Sinfonola, entre otros, prefirieron no arriesgarse con esos precios tan altos. Hasta las emisoras evangélicas se echaron para atrás. La Ministra Paula Bogantes ha defendido a capa y espada estos valores, argumentando que los concesionarios actuales pagaban una miseria por el uso del espectro. Dice que algunas emisoras de TV pagan solo ¢120.000 al año, ¡una locura!, y las de FM apenas ¢6.000. Pero bueno, eso ya sabe cada quien qué pensar al respecto, ¿no?
Esto pinta un panorama interesante para la industria mediática nacional. Parece que la Sutel buscaba reajustar las tarifas y modernizar el sector, pero la reacción del mercado demuestra que hay mucha resistencia ante estos cambios. Las emisoras tradicionales, acostumbradas a pagar tarifas bajas, ahora se enfrentan a un nuevo escenario donde la inversión inicial es significativamente mayor. Esto podría significar un cambio generacional en las ondas, con espacio para nuevas voces y propuestas… o quizás solo una consolidación del poder en manos de quienes pudieron afrontar el costo.
Ahora, dime tú, ¿crees que la Sutel hizo bien en subir tanto los precios de las frecuencias? ¿Es justo exigirles más a las emisoras para llevar internet a las zonas rurales, o esto terminará ahogando a los medios locales y limitando la diversidad de contenidos? ¡Déjame saber tu opinión en los comentarios!