¡Tremenda vaina, raza! Parece que podríamos estar viendo una luzcita al final del túnel económico. El economista Rodrigo Cubero, que anda bien conocido en estos bretes financieros, le dice al Diario Extra que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) tiene la posibilidad de echarle un freno a la Tasa de Política Monetaria (TPM) y llevarla hasta un 3%. ¡Imagínate qué alivio eso nos traería!
Para entenderlo bien, la TPM es como el timón del barco de la economía. Cuando sube, los créditos se ponen más caros y la gente gasta menos; si baja, las cosas se animan y todos podemos respirar un poquito mejor. Ahora mismo, la TPM está en un 3,75%, y Cubero cree que tienen margen para meterle unos buenos ajustes, casi 75 puntos base, ¡eso sí es cambio!
El señor Cubero explica que estamos en una especie de limbo económico, una “postura neutral restrictiva”, como él le llama. Esto significa que la economía no va ni pa’lla ni pa’cá. Lo que necesitamos, según él, es un empujoncito, una política monetaria expansiva que le dé gas al asunto. Y claro, alguien tiene que ponerle el turbo a la cosa.
¿Por qué ahora? Pues porque la inflación está bien bajita, incluso negativa (-0,94%). Está muy lejos de la meta que se puso el Banco Central, que es del 3% con cierto margen. Así que, aparentemente, no hay riesgo de que las cosas se vayan de las manos con la inflación, y eso les da vía libre para empezar a jugar con la TPM.
Y ojo, que esto no es cualquier cosa. Una Tasa de Política Monetaria más baja significaría créditos más baratos para todos nosotros, desde la hipoteca hasta el préstamo para comprar el chunche nuevo. Eso incentivaría el consumo, que últimamente andaba medio apagado, y ayudaría a reactivar la economía, especialmente en el llamado Régimen Definitivo, que ha estado mostrando signos de fatiga.
Cubero también menciona que esto podría servir para protegernos del golpe que nos están dando los cambios en la política económica de Estados Unidos. Con esos cambios, la cosa se pone más complicada, así que tener una economía más ágil y receptiva sería como tener un paraguas contra la lluvia. Según el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), el crecimiento no está siendo tan consistente como quisiéramos, con un 2,2% en el sector productivo versus un 15,6% impresionante en las zonas francas. ¡Eso demuestra que hay mucho por hacer!
Para darle un panorama histórico, te pongo algunos datos de cómo ha ido cambiando la Tasa de Política Monetaria en los últimos tiempos: en enero del 2023 estaba en 9%, luego bajó a 7,5% en abril, siguió descendiendo a 6,5% en julio, llegó a 5,75% en enero del 2024, 4,75% en abril y actualmente, en octubre del 2024, está en 4%, esperando llegar a 3,75% en julio del 2025. Vaya descenso, diay… ¡qué ganga potencial!
En fin, parece que hay motivos para sentirnos esperanzados. Pero dime, ¿crees que el Banco Central se animará a bajar la tasa de interés o seguirá esperando a ver qué pasa? ¿Cómo impactaría esto en tu bolsillo y en la economía del país? ¡Déjame leer tus opiniones en los comentarios, vamos a prender la mecha de la conversación!
Para entenderlo bien, la TPM es como el timón del barco de la economía. Cuando sube, los créditos se ponen más caros y la gente gasta menos; si baja, las cosas se animan y todos podemos respirar un poquito mejor. Ahora mismo, la TPM está en un 3,75%, y Cubero cree que tienen margen para meterle unos buenos ajustes, casi 75 puntos base, ¡eso sí es cambio!
El señor Cubero explica que estamos en una especie de limbo económico, una “postura neutral restrictiva”, como él le llama. Esto significa que la economía no va ni pa’lla ni pa’cá. Lo que necesitamos, según él, es un empujoncito, una política monetaria expansiva que le dé gas al asunto. Y claro, alguien tiene que ponerle el turbo a la cosa.
¿Por qué ahora? Pues porque la inflación está bien bajita, incluso negativa (-0,94%). Está muy lejos de la meta que se puso el Banco Central, que es del 3% con cierto margen. Así que, aparentemente, no hay riesgo de que las cosas se vayan de las manos con la inflación, y eso les da vía libre para empezar a jugar con la TPM.
Y ojo, que esto no es cualquier cosa. Una Tasa de Política Monetaria más baja significaría créditos más baratos para todos nosotros, desde la hipoteca hasta el préstamo para comprar el chunche nuevo. Eso incentivaría el consumo, que últimamente andaba medio apagado, y ayudaría a reactivar la economía, especialmente en el llamado Régimen Definitivo, que ha estado mostrando signos de fatiga.
Cubero también menciona que esto podría servir para protegernos del golpe que nos están dando los cambios en la política económica de Estados Unidos. Con esos cambios, la cosa se pone más complicada, así que tener una economía más ágil y receptiva sería como tener un paraguas contra la lluvia. Según el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), el crecimiento no está siendo tan consistente como quisiéramos, con un 2,2% en el sector productivo versus un 15,6% impresionante en las zonas francas. ¡Eso demuestra que hay mucho por hacer!
Para darle un panorama histórico, te pongo algunos datos de cómo ha ido cambiando la Tasa de Política Monetaria en los últimos tiempos: en enero del 2023 estaba en 9%, luego bajó a 7,5% en abril, siguió descendiendo a 6,5% en julio, llegó a 5,75% en enero del 2024, 4,75% en abril y actualmente, en octubre del 2024, está en 4%, esperando llegar a 3,75% en julio del 2025. Vaya descenso, diay… ¡qué ganga potencial!
En fin, parece que hay motivos para sentirnos esperanzados. Pero dime, ¿crees que el Banco Central se animará a bajar la tasa de interés o seguirá esperando a ver qué pasa? ¿Cómo impactaría esto en tu bolsillo y en la economía del país? ¡Déjame leer tus opiniones en los comentarios, vamos a prender la mecha de la conversación!