¡Ay, Dios mío, qué vara! La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) anda tramitando un nuevo ajuste en los precios de la gasolina, y parece que octubre nos traerá otro sorpresón en el bolsillo. Hablando claro, podrían subir hasta 14 colones por litro, tanto la Súper como la Regular. ¡Qué despiche!
La cosa es así, gente: la ARESEP siempre hace este cálculo mensualmente, basándose en cómo andan los precios del petróleo afuera. Cuando los güiros allá suben, nosotros pagamos la cuenta. Como si no fuera bastante con todo lo demás que estamos aguantando, ahora esto.
Si el ajuste llega a sacarse de onda completo, la gasolina Súper pasaría de los 748 colones a unos 762, y la Regular llegaría a los 719. Por suerte, parece que el diésel se salva por ahora, aunque sabemos que cualquier cosa puede pasar. Siempre hay que estar con los ojos abiertos, mi pana.
Pero ojo, que esto todavía no está cantado. La ARESEP tiene que someter esta propuesta a lo que llaman ‘consulta pública’. Eso significa que pueden escuchar nuestras opiniones, aunque a veces da la sensación de que no hacen mucho caso. Después, la decisión final se publica en La Gaceta, el diario oficial. Así que todavía tenemos una pequeña ventana de oportunidad para hacerles sentir que estamos pendientes.
Vamos por buen camino considerando que en los últimos meses hemos visto fluctuaciones considerables en los precios. Recordemos que hace poco estábamos casi con precios más bajos y ahora esto… Un verdadero batiburrillo de emociones y presupuestos apretados. Parece que los dueños de carros viejitos van a tener que ahorrar más que nunca, porque con estos precios nadie anda jugando.
Y hablando de ahorro, ¿qué le vamos a hacer? Ya saben, la gasolina es necesaria para ir al trabajo, llevar a los niños a la escuela, comprar comida... Todo depende de ella. Esto afecta a todos, desde el taxista que se suda la camiseta día y noche hasta el campesino que necesita mover sus productos. ¡Una verdadera carga para el país entero!
No olvidemos que este aumento en los combustibles no solo nos pega a nosotros directamente, sino que también influye en el precio de todo lo demás. Imagínense el aumento en el pan, las verduras, el transporte público... ¡Todo se encarece! Esto nos toca a todos, sin excepción. Hay que agarrarle la espinita, pero con inteligencia y buscando alternativas – quizás es hora de considerar esos carros eléctricos que andan promocionando, aunque eso también tiene su brete….
En fin, nos queda esperar a la semana que viene para saber el veredicto final de la ARESEP. Pero mientras tanto, les pregunto: ¿Qué medidas creen que podemos tomar como ciudadanos para mitigar el impacto de estos aumentos en nuestros presupuestos familiares? ¿Deberíamos exigir mayores controles por parte del gobierno o enfocarnos en buscar alternativas de transporte más económicas y sostenibles?
La cosa es así, gente: la ARESEP siempre hace este cálculo mensualmente, basándose en cómo andan los precios del petróleo afuera. Cuando los güiros allá suben, nosotros pagamos la cuenta. Como si no fuera bastante con todo lo demás que estamos aguantando, ahora esto.
Si el ajuste llega a sacarse de onda completo, la gasolina Súper pasaría de los 748 colones a unos 762, y la Regular llegaría a los 719. Por suerte, parece que el diésel se salva por ahora, aunque sabemos que cualquier cosa puede pasar. Siempre hay que estar con los ojos abiertos, mi pana.
Pero ojo, que esto todavía no está cantado. La ARESEP tiene que someter esta propuesta a lo que llaman ‘consulta pública’. Eso significa que pueden escuchar nuestras opiniones, aunque a veces da la sensación de que no hacen mucho caso. Después, la decisión final se publica en La Gaceta, el diario oficial. Así que todavía tenemos una pequeña ventana de oportunidad para hacerles sentir que estamos pendientes.
Vamos por buen camino considerando que en los últimos meses hemos visto fluctuaciones considerables en los precios. Recordemos que hace poco estábamos casi con precios más bajos y ahora esto… Un verdadero batiburrillo de emociones y presupuestos apretados. Parece que los dueños de carros viejitos van a tener que ahorrar más que nunca, porque con estos precios nadie anda jugando.
Y hablando de ahorro, ¿qué le vamos a hacer? Ya saben, la gasolina es necesaria para ir al trabajo, llevar a los niños a la escuela, comprar comida... Todo depende de ella. Esto afecta a todos, desde el taxista que se suda la camiseta día y noche hasta el campesino que necesita mover sus productos. ¡Una verdadera carga para el país entero!
No olvidemos que este aumento en los combustibles no solo nos pega a nosotros directamente, sino que también influye en el precio de todo lo demás. Imagínense el aumento en el pan, las verduras, el transporte público... ¡Todo se encarece! Esto nos toca a todos, sin excepción. Hay que agarrarle la espinita, pero con inteligencia y buscando alternativas – quizás es hora de considerar esos carros eléctricos que andan promocionando, aunque eso también tiene su brete….
En fin, nos queda esperar a la semana que viene para saber el veredicto final de la ARESEP. Pero mientras tanto, les pregunto: ¿Qué medidas creen que podemos tomar como ciudadanos para mitigar el impacto de estos aumentos en nuestros presupuestos familiares? ¿Deberíamos exigir mayores controles por parte del gobierno o enfocarnos en buscar alternativas de transporte más económicas y sostenibles?
