¡Ay, papá! La cosa está dura para nuestros arroceros, ¿eh? Ya van tres días acampados afuera de la Asamblea, apretándose bajo el sol y la lluvia, esperando que esos diputados le agarren la onda al tema de Fonarroz. Parecía que iban a ver resultados rápido, pero parece que los trámites burocráticos quieren comerse el esfuerzo de toda una clase trabajadora.
La bronca es clara: necesitan urgentemente ese Fondo Nacional de Fortalecimiento de la Producción Arrocera. No es solo por ellos, es por todos nosotros. Porque, díganme, ¿qué sería de Costa Rica sin arroz? Más allá de figurar en el plato típico, es pura seguridad alimentaria, es empleito en el campo, es dinamizar esas zonas rurales que a veces se sienten olvidadas. Ese brete es clave pa' mantener viva la agricultura nacional, ¡y eso nadie lo niega!
Estos productores llevan semanas insistiendo, explicando cómo Fonarroz les ayudaría a competir a nivel internacional, a darle un respiro a sus finanzas y a garantizar que el grano básico no se vaya al garete. Se refieren a otros países que ya tienen sistemas similares funcionando de maravilla – Bangladesh, Brasil, China... ¡hasta Uruguay y Argentina! – pa’ demostrar que no estamos inventando la rueda, sino buscando soluciones probadas que nos sacuden de este embrollo económico.
Pero, ¿qué pasa con el oficialismo? Ahí es donde empieza el problemón, fiarme. Algunos diputados, como Pilar Cisneros, parecen tener la memoria corta y la lengua larga. Le dijeron a los arroceros que si su negocio no da rentabilidad, que busquen otra cosa. ¡Una barbaridad! Como si fueran a tirar toalla tan fácil. Eso es como decirle a un futbolista que si no mete goles, que se vaya a vender raspadillas… ¡No tiene ni pies ni cabeza!
Y ni hablar de las mociones de reiteración, ¡una torta de papeleo! El diputado Barrantes y la Rojas metieron 78 mociones, tratando de ponerle trabas al proyecto. Los muchachos del Frente Amplio e independientes también han intentado mover el asunto, presentando mociones pa’ llevarlo al primer lugar de la agenda, pero hasta ahora se les va la espina. Necesitan 38 votos, y conseguir eso en la Asamblea es más difícil que encontrar aguacate maduro en enero.
Hoy se viene otra oportunidad, con la presentación de una moción para volver a priorizar el expediente. Dicen que las jefaturas de fracción lo aprueban, pero habrá que verlo en la práctica. Esperemos que esta vez sí le agarren la mano y voten a favor. De verdad, esto ya no es un juego, es la supervivencia de una industria vital para nuestro país.
Lo que más me molesta es la información errónea que andan circulando. Esa diputada Cisneros diciendo que el arroz apenas subió un 10%, ¡cuando los datos del INEC dicen otra cosa! Entre agosto del 2022 y mayo del 2025, el precio del arroz se elevó un 8,2%, llegando incluso al 9,08% en marzo del año pasado. ¡Están mintiendo descaradamente! La Conarroz y otros sectores han denunciado que la llamada ‘Ruta del Arroz’ ha perjudicado más que beneficiado a la producción nacional.
Ahora, dime, ¿crees que la aprobación de Fonarroz realmente cambiará el panorama para los arroceros costarricenses o será otro intento fallido de solucionar problemas con parche? ¿Se animarán los diputados a escuchar a la gente trabajadora o seguirán priorizando intereses políticos?
La bronca es clara: necesitan urgentemente ese Fondo Nacional de Fortalecimiento de la Producción Arrocera. No es solo por ellos, es por todos nosotros. Porque, díganme, ¿qué sería de Costa Rica sin arroz? Más allá de figurar en el plato típico, es pura seguridad alimentaria, es empleito en el campo, es dinamizar esas zonas rurales que a veces se sienten olvidadas. Ese brete es clave pa' mantener viva la agricultura nacional, ¡y eso nadie lo niega!
Estos productores llevan semanas insistiendo, explicando cómo Fonarroz les ayudaría a competir a nivel internacional, a darle un respiro a sus finanzas y a garantizar que el grano básico no se vaya al garete. Se refieren a otros países que ya tienen sistemas similares funcionando de maravilla – Bangladesh, Brasil, China... ¡hasta Uruguay y Argentina! – pa’ demostrar que no estamos inventando la rueda, sino buscando soluciones probadas que nos sacuden de este embrollo económico.
Pero, ¿qué pasa con el oficialismo? Ahí es donde empieza el problemón, fiarme. Algunos diputados, como Pilar Cisneros, parecen tener la memoria corta y la lengua larga. Le dijeron a los arroceros que si su negocio no da rentabilidad, que busquen otra cosa. ¡Una barbaridad! Como si fueran a tirar toalla tan fácil. Eso es como decirle a un futbolista que si no mete goles, que se vaya a vender raspadillas… ¡No tiene ni pies ni cabeza!
Y ni hablar de las mociones de reiteración, ¡una torta de papeleo! El diputado Barrantes y la Rojas metieron 78 mociones, tratando de ponerle trabas al proyecto. Los muchachos del Frente Amplio e independientes también han intentado mover el asunto, presentando mociones pa’ llevarlo al primer lugar de la agenda, pero hasta ahora se les va la espina. Necesitan 38 votos, y conseguir eso en la Asamblea es más difícil que encontrar aguacate maduro en enero.
Hoy se viene otra oportunidad, con la presentación de una moción para volver a priorizar el expediente. Dicen que las jefaturas de fracción lo aprueban, pero habrá que verlo en la práctica. Esperemos que esta vez sí le agarren la mano y voten a favor. De verdad, esto ya no es un juego, es la supervivencia de una industria vital para nuestro país.
Lo que más me molesta es la información errónea que andan circulando. Esa diputada Cisneros diciendo que el arroz apenas subió un 10%, ¡cuando los datos del INEC dicen otra cosa! Entre agosto del 2022 y mayo del 2025, el precio del arroz se elevó un 8,2%, llegando incluso al 9,08% en marzo del año pasado. ¡Están mintiendo descaradamente! La Conarroz y otros sectores han denunciado que la llamada ‘Ruta del Arroz’ ha perjudicado más que beneficiado a la producción nacional.
Ahora, dime, ¿crees que la aprobación de Fonarroz realmente cambiará el panorama para los arroceros costarricenses o será otro intento fallido de solucionar problemas con parche? ¿Se animarán los diputados a escuchar a la gente trabajadora o seguirán priorizando intereses políticos?
