¡Aguante, pura vida, mi gente del Foro! Bank of America soltó un reportazo sobre cómo le va a la gallina, digo, a la economía costarricense. Parece que el dólar no va a dar muchas vueltas, el colón se mantiene firme, pero ojo porque la cosa se pone interesante con la inflación que empieza a moverse. Vamos a meterle mano a este temblor, porque BofA no anda jugando.
La verdad, hay que darle crédito al colón. Se ha mantenido cabezón contra el dólar, y eso no es poca cosa. Según BofA, esto se debe a algunos cambiacos estructurales que estamos viviendo. Más exportaciones, más inversion extranjera… todo ese rollo que impulsa a nuestra moneda a estar más arriba. Pero ojo, que ya no estamos como en los 2000, donde casi todo era en dólares; ahora nomás el 40% de los créditos y depósitos están en la moneda gringa. Eso nos hace sensibles, muy sensibles, a cualquier brisita que levante el tipo de cambio.
Y hablando de sensibilidad, pa’ qué les cuento que muchas empresas de zona franca, esas que le dan duro al país, le pagan a sus empleados en dólares. Un buen trago de la economía es dolarizado, entonces cualquier movimiento ahí afuera se siente acá adentro. Imaginen el brete que puede ser si el dólar se dispara, ¡qué lata! Pero bueno, BofA dice que para el año que entra, el colón podría ceder poquito, como un 1%, y mantenerse más o menos en ¢500 por dólar. Nada dramático, pero sí algo para tener en cuenta.
Pero la verdadera chinche viene con la inflación. Después de 28 meses de tranquilidad, parece que vamos a sentir un empujoncito al alza. Dicen que el Banco Central, el BCCR, no podrá bajar las tasas de interés tan fácil como quisiera, probablemente ni por debajo del 3,50%. Porque la expectativa del mercado es que la inflación ande rondando el 2% y los expertos de BofA creen que va a ser un poquito más. Vamos a ver si no se nos sale de las manos, porque luego recargar la tasa es un fastidio para todos.
Ahora, ¿por qué va a subir la inflación? Pues dicen que los combustibles son los principales sospechosos. Últimamente estaban baratos, pero parece que eso se acabó y para finales del 2026, el precio internacional de la gasolina podría subir bastante. Aunque también tenemos suerte con los productos agrícolas, que todavía están a buenos precios, pero eso no va a durar siempre, así que hay que prepararnos para lo peor. Ya saben, como dice mi abu, ‘siempre hay que tener un plan B’.”
Recuerdo cuando BofA nos dijo que éramos una “economía jaguar”. ¡Tremendo apodo! Como los tigres asiáticos, creciendo rápido y sin problemas. El gobierno agarró esa vara y quiso hacer una “Ley Jaguar” para cambiar algunas cositas por medio de referéndum. Pero BofA mismo nos puso un freno: que si cambiamos mucho, los inversores se asustan y la estabilidad se va al garete. Ese es el gran dilema, ¿verdad?
Porque, a pesar de toda esta bonanza, la desigualdad sigue siendo un problema gordo. Hay mucha gente que se queda rezagada, trabajando en la informalidad, ganando apenas para sobrevivir. Entonces, ¿realmente podemos llamarnos una economía jaguar si dejamos a tantos atrás? Es una pregunta que deberíamos hacernos todos, no solo los políticos y los economistas. Que no sea que estemos construyendo un castillo de naipes sobre arena movediza.
Con todo esto, me pregunto, ¿creen ustedes que Costa Rica puede mantener este ritmo de crecimiento sin aumentar la desigualdad social, o es inevitable que algunos se queden en el camino? ¿Estaremos verdaderamente listos para demostrar que somos una economía “jaguar” sostenible, o es hora de replantear nuestro modelo económico? Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensa mi gente del Foro.
La verdad, hay que darle crédito al colón. Se ha mantenido cabezón contra el dólar, y eso no es poca cosa. Según BofA, esto se debe a algunos cambiacos estructurales que estamos viviendo. Más exportaciones, más inversion extranjera… todo ese rollo que impulsa a nuestra moneda a estar más arriba. Pero ojo, que ya no estamos como en los 2000, donde casi todo era en dólares; ahora nomás el 40% de los créditos y depósitos están en la moneda gringa. Eso nos hace sensibles, muy sensibles, a cualquier brisita que levante el tipo de cambio.
Y hablando de sensibilidad, pa’ qué les cuento que muchas empresas de zona franca, esas que le dan duro al país, le pagan a sus empleados en dólares. Un buen trago de la economía es dolarizado, entonces cualquier movimiento ahí afuera se siente acá adentro. Imaginen el brete que puede ser si el dólar se dispara, ¡qué lata! Pero bueno, BofA dice que para el año que entra, el colón podría ceder poquito, como un 1%, y mantenerse más o menos en ¢500 por dólar. Nada dramático, pero sí algo para tener en cuenta.
Pero la verdadera chinche viene con la inflación. Después de 28 meses de tranquilidad, parece que vamos a sentir un empujoncito al alza. Dicen que el Banco Central, el BCCR, no podrá bajar las tasas de interés tan fácil como quisiera, probablemente ni por debajo del 3,50%. Porque la expectativa del mercado es que la inflación ande rondando el 2% y los expertos de BofA creen que va a ser un poquito más. Vamos a ver si no se nos sale de las manos, porque luego recargar la tasa es un fastidio para todos.
Ahora, ¿por qué va a subir la inflación? Pues dicen que los combustibles son los principales sospechosos. Últimamente estaban baratos, pero parece que eso se acabó y para finales del 2026, el precio internacional de la gasolina podría subir bastante. Aunque también tenemos suerte con los productos agrícolas, que todavía están a buenos precios, pero eso no va a durar siempre, así que hay que prepararnos para lo peor. Ya saben, como dice mi abu, ‘siempre hay que tener un plan B’.”
Recuerdo cuando BofA nos dijo que éramos una “economía jaguar”. ¡Tremendo apodo! Como los tigres asiáticos, creciendo rápido y sin problemas. El gobierno agarró esa vara y quiso hacer una “Ley Jaguar” para cambiar algunas cositas por medio de referéndum. Pero BofA mismo nos puso un freno: que si cambiamos mucho, los inversores se asustan y la estabilidad se va al garete. Ese es el gran dilema, ¿verdad?
Porque, a pesar de toda esta bonanza, la desigualdad sigue siendo un problema gordo. Hay mucha gente que se queda rezagada, trabajando en la informalidad, ganando apenas para sobrevivir. Entonces, ¿realmente podemos llamarnos una economía jaguar si dejamos a tantos atrás? Es una pregunta que deberíamos hacernos todos, no solo los políticos y los economistas. Que no sea que estemos construyendo un castillo de naipes sobre arena movediza.
Con todo esto, me pregunto, ¿creen ustedes que Costa Rica puede mantener este ritmo de crecimiento sin aumentar la desigualdad social, o es inevitable que algunos se queden en el camino? ¿Estaremos verdaderamente listos para demostrar que somos una economía “jaguar” sostenible, o es hora de replantear nuestro modelo económico? Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensa mi gente del Foro.