¡Ay, Dios mío! Esto del caso 'Traición' se está poniendo más caliente que gallina pochada en diciembre. Resulta que la audiencia de medidas cautelares, que debía terminar hace días, parece que se va a arrastrar por unas cuantas semanas más. ¡Qué torta! El juzgado está hasta arriba de papeleos, abogados defendiendo a capa y espada a sus clientes, y fiscales buscando echarles toda la carne al asador.
Para refrescar la memoria de los que andaban distraídos, esto del caso ‘Traición’ comenzó con un allanamiento masivo que dejó boquiabierto a medio país. Más de mil agentes del OIJ metieron presión en 64 lugares distintos, desde Limón hasta Puntarenas, desmantelando al cártel del Caribe Sur, una banda de delincuentes que movía droga, armas y billetes verdes como si fueran churros. Los cabecillas, esos hermanos Picado Grijalba, alias ‘Shock’ y ‘Noni’, ahora están esperando la extradición, digamos que no precisamente en un resort cinco estrellas.
Y ni hablar del volumen de evidencia que le han echado encima a estos señores. El Poder Judicial estima que el proceso judicial va a ser largo y pesado, con montones de pruebas y testimonios. Tenemos 24 imputados, todos con sus abogados listos para defenderlos, y fiscales que no van a ceder ni un centímetro. Se rumorea que el expediente es más grueso que la guía telefónica, ¡y eso que ya nadie usa guías telefónicas!
Pero lo que realmente ha dejado a todos con la boca abierta es la cantidad de lana que tenía este cártel. ¡Qué carga! Decomisaron ¢201 millones en efectivo, unos $30.000, dólares, euros, joyas que valen una fortuna, 23 carros, seis lanchas, ¡hasta ganado! Y eso es solo lo que encontraron a la vista. Las investigaciones revelaron que tienen vínculos con más de 51 propiedades, con un valor fiscal que supera los mil quinientos millones de colones. ¡Imagínate qué brete debió ser lavar todo ese dinero!
El fiscal general, Carlo Díaz, se fajó con la DEA para hacer este operativo tan contundente. Dice que llevaban operando desde 2019, moviendo droga, armas y lavando plata a gran escala. Lo bueno es que le dieron duro al cártel, capturando a líderes, cómplices y gente que les hacía las veces de logística. Ya están investigando si tenían conexiones con otras bandas delictivas en Panamá y Nicaragua; dicen que podrían haber sacado la droga por ahí... ¡Qué weva!
Ahora bien, las autoridades judiciales están pidiendo prisión preventiva para los jefes de esta mara, porque obviamente no piensan que sean precisamente ángeles. Están tratando de asegurase de que no interfieran con la investigación o intenten escapar. Y el caso sigue abierto, con nuevas pistas que aparecen cada día. Parece que hay más peces gordos por atrapar… ¡Esto está para hacerse una novela!
Lo interesante de todo esto es ver cómo este tipo de organizaciones criminales se infiltran en nuestra sociedad, utilizando negocios legales como fachada para esconder sus actividades ilegales. Tenemos empresarios, políticos e incluso funcionarios públicos que podrían estar involucrados, aunque por ahora solo son sospechas. Hay que estar muy atentos para desenmascararlos y llevarlos ante la justicia. ¡No podemos permitir que estos delincuentes sigan corrompiendo nuestro país!
Definitivamente, este caso ‘Traición’ ha dado mucho de qué hablar y promete seguirlo haciendo por un buen tiempo. Pero me pregunto, ¿crees que el gobierno está haciendo lo suficiente para combatir el crimen organizado en Costa Rica, o deberíamos implementar medidas más drásticas? Déjanos tus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensas tú!
Para refrescar la memoria de los que andaban distraídos, esto del caso ‘Traición’ comenzó con un allanamiento masivo que dejó boquiabierto a medio país. Más de mil agentes del OIJ metieron presión en 64 lugares distintos, desde Limón hasta Puntarenas, desmantelando al cártel del Caribe Sur, una banda de delincuentes que movía droga, armas y billetes verdes como si fueran churros. Los cabecillas, esos hermanos Picado Grijalba, alias ‘Shock’ y ‘Noni’, ahora están esperando la extradición, digamos que no precisamente en un resort cinco estrellas.
Y ni hablar del volumen de evidencia que le han echado encima a estos señores. El Poder Judicial estima que el proceso judicial va a ser largo y pesado, con montones de pruebas y testimonios. Tenemos 24 imputados, todos con sus abogados listos para defenderlos, y fiscales que no van a ceder ni un centímetro. Se rumorea que el expediente es más grueso que la guía telefónica, ¡y eso que ya nadie usa guías telefónicas!
Pero lo que realmente ha dejado a todos con la boca abierta es la cantidad de lana que tenía este cártel. ¡Qué carga! Decomisaron ¢201 millones en efectivo, unos $30.000, dólares, euros, joyas que valen una fortuna, 23 carros, seis lanchas, ¡hasta ganado! Y eso es solo lo que encontraron a la vista. Las investigaciones revelaron que tienen vínculos con más de 51 propiedades, con un valor fiscal que supera los mil quinientos millones de colones. ¡Imagínate qué brete debió ser lavar todo ese dinero!
El fiscal general, Carlo Díaz, se fajó con la DEA para hacer este operativo tan contundente. Dice que llevaban operando desde 2019, moviendo droga, armas y lavando plata a gran escala. Lo bueno es que le dieron duro al cártel, capturando a líderes, cómplices y gente que les hacía las veces de logística. Ya están investigando si tenían conexiones con otras bandas delictivas en Panamá y Nicaragua; dicen que podrían haber sacado la droga por ahí... ¡Qué weva!
Ahora bien, las autoridades judiciales están pidiendo prisión preventiva para los jefes de esta mara, porque obviamente no piensan que sean precisamente ángeles. Están tratando de asegurase de que no interfieran con la investigación o intenten escapar. Y el caso sigue abierto, con nuevas pistas que aparecen cada día. Parece que hay más peces gordos por atrapar… ¡Esto está para hacerse una novela!
Lo interesante de todo esto es ver cómo este tipo de organizaciones criminales se infiltran en nuestra sociedad, utilizando negocios legales como fachada para esconder sus actividades ilegales. Tenemos empresarios, políticos e incluso funcionarios públicos que podrían estar involucrados, aunque por ahora solo son sospechas. Hay que estar muy atentos para desenmascararlos y llevarlos ante la justicia. ¡No podemos permitir que estos delincuentes sigan corrompiendo nuestro país!
Definitivamente, este caso ‘Traición’ ha dado mucho de qué hablar y promete seguirlo haciendo por un buen tiempo. Pero me pregunto, ¿crees que el gobierno está haciendo lo suficiente para combatir el crimen organizado en Costa Rica, o deberíamos implementar medidas más drásticas? Déjanos tus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensas tú!
