¡Ay, Dios mío, qué situación! Parece que el caso de Celso Gamboa se ha convertido en una telenovela nacional, llena de giros inesperados y más líos judiciales que un gallito en pelea. El fiscal general, Carlo Díaz, anda buscando cómo fastidiar a los abogados de Gamboa y agilizar su extradición a Estados Unidos, donde lo esperan con los brazos abiertos – bueno, más bien con esposas – por cargos de narcotráfico.
Como bien saben, Gamboa todavía arrastra tres procesos penales por acá, cortesías de sus andanzas turbias. Un juicio ya en marcha, otro programado pa' el 2026 y una acusación recién entrando en la etapa preliminar. Esto, obviamente, le pone chinchorreo a la entrega a los gringos, quienes ya deben estar desesperados por tenerlo tras las rejas. Imagínense la presión que debe haber allá arriba en Washington… ¡Qué carga!
Díaz, el fiscal, lanzó una idea bomba: estaría dispuesto a analizar si pueden suspender o incluso desechar algunas de estas causas para darle un empujón a la extradición. Dice que no descarta ni siquiera entregar al señor Gamboa aunque lo sentencien acá. ¡Imagínese!, que lo manden pa'l norte aunque lo metan preso aquí primero. Claramente busca una vía rápida, un atajo pa' que Gamboa cruce fronteras sin demasiadas complicaciones.
Pero claro, ahí entran los abogados de Gamboa, defendiendo con uñas y dientes que la extradición no puede hacerse mientras haya procesos pendientes. Dicen que hasta que esos casos terminen, no hay forma de pasarlo a Estados Unidos. Michael Castillo, uno de sus defensores, dejó claro: “Primero tiene que finalizar todos los procesos... Sería hasta el otro año que él pueda ser trasladado”. ¡Un año entero! Eso sí que es echarle salsa al asunto, pura dilación estratégica.
Y no nos olvidemos del rol de ‘Pecho de Rata’ y ‘Profe’, también implicados en este embrollo de narcotráfico. Ellos también están detenidos, esperando que se resuelva su situación. Parecen que van a ser los primeros en probar cómo es la vida tras las barras en territorio estadounidense. Qué diay, parece que el negocio del narcotráfico trae consecuencias pa’ to’ lado, ¿eh?
Ahora, si vamos a los detalles, Gamboa enfrenta acusaciones fuertes: presunto coordinador regional del Cártel del Golfo, con conexiones en varios países de Latinoamérica. Lo señalan de facilitar la entrada de cocaína al país y de hacer tratos con los carteles más peligrosos. ¡Qué nivel de corrupción! Según la DEA, en 2023, Gamboa le aseguró a dos informantes que el gobierno le daba vía libre para meter droga al país. Una barbaridad, sinceramente.
Además de los cargos por narcotráfico, Gamboa también tiene que responder por un caso de documentos falsos y un supuesto cohecho propio durante su época como magistrado en la Corte Suprema. ¡Parece que el hombre acumuló más pecados que un dominicano en Navidad! Entre esos escándalos, recordemos aquel intento de renunciar “por las buenas” a su puesto en la Corte, inventándose una historia de irse a trabajar a Google en México. ¡Cómo si eso fuera creíble!
En fin, la situación es complicada, llena de tecnicismos legales y muchas vueltas. Gamboa sigue preso, esperando que se definan sus destinos. Mientras tanto, la opinión pública sigue dividida: algunos piden que lo entreguen rápido a los gringos para que pagué por sus crímenes, otros defienden que respete el debido proceso y termine enfrentando todas las acusaciones aquí. Entonces, mi gente, ¿creen que deberían priorizar la extradición inmediata de Celso Gamboa, incluso si eso significa dejar inconclusos algunos procesos penales en Costa Rica, o prefieren esperar a que se agoten todas las instancias judiciales locales, aunque eso tarde años? Dejen sus opiniones en el foro:
Como bien saben, Gamboa todavía arrastra tres procesos penales por acá, cortesías de sus andanzas turbias. Un juicio ya en marcha, otro programado pa' el 2026 y una acusación recién entrando en la etapa preliminar. Esto, obviamente, le pone chinchorreo a la entrega a los gringos, quienes ya deben estar desesperados por tenerlo tras las rejas. Imagínense la presión que debe haber allá arriba en Washington… ¡Qué carga!
Díaz, el fiscal, lanzó una idea bomba: estaría dispuesto a analizar si pueden suspender o incluso desechar algunas de estas causas para darle un empujón a la extradición. Dice que no descarta ni siquiera entregar al señor Gamboa aunque lo sentencien acá. ¡Imagínese!, que lo manden pa'l norte aunque lo metan preso aquí primero. Claramente busca una vía rápida, un atajo pa' que Gamboa cruce fronteras sin demasiadas complicaciones.
Pero claro, ahí entran los abogados de Gamboa, defendiendo con uñas y dientes que la extradición no puede hacerse mientras haya procesos pendientes. Dicen que hasta que esos casos terminen, no hay forma de pasarlo a Estados Unidos. Michael Castillo, uno de sus defensores, dejó claro: “Primero tiene que finalizar todos los procesos... Sería hasta el otro año que él pueda ser trasladado”. ¡Un año entero! Eso sí que es echarle salsa al asunto, pura dilación estratégica.
Y no nos olvidemos del rol de ‘Pecho de Rata’ y ‘Profe’, también implicados en este embrollo de narcotráfico. Ellos también están detenidos, esperando que se resuelva su situación. Parecen que van a ser los primeros en probar cómo es la vida tras las barras en territorio estadounidense. Qué diay, parece que el negocio del narcotráfico trae consecuencias pa’ to’ lado, ¿eh?
Ahora, si vamos a los detalles, Gamboa enfrenta acusaciones fuertes: presunto coordinador regional del Cártel del Golfo, con conexiones en varios países de Latinoamérica. Lo señalan de facilitar la entrada de cocaína al país y de hacer tratos con los carteles más peligrosos. ¡Qué nivel de corrupción! Según la DEA, en 2023, Gamboa le aseguró a dos informantes que el gobierno le daba vía libre para meter droga al país. Una barbaridad, sinceramente.
Además de los cargos por narcotráfico, Gamboa también tiene que responder por un caso de documentos falsos y un supuesto cohecho propio durante su época como magistrado en la Corte Suprema. ¡Parece que el hombre acumuló más pecados que un dominicano en Navidad! Entre esos escándalos, recordemos aquel intento de renunciar “por las buenas” a su puesto en la Corte, inventándose una historia de irse a trabajar a Google en México. ¡Cómo si eso fuera creíble!
En fin, la situación es complicada, llena de tecnicismos legales y muchas vueltas. Gamboa sigue preso, esperando que se definan sus destinos. Mientras tanto, la opinión pública sigue dividida: algunos piden que lo entreguen rápido a los gringos para que pagué por sus crímenes, otros defienden que respete el debido proceso y termine enfrentando todas las acusaciones aquí. Entonces, mi gente, ¿creen que deberían priorizar la extradición inmediata de Celso Gamboa, incluso si eso significa dejar inconclusos algunos procesos penales en Costa Rica, o prefieren esperar a que se agoten todas las instancias judiciales locales, aunque eso tarde años? Dejen sus opiniones en el foro: