¡Ay, Dios mío, qué vareta nos cayó encima con esta nueva ley de medicamentos! Resulta que el Colegio de Farmacéuticos está echando humo porque parece que se les pasó piola un par de cositas clave al aprobarla. De entrada, la idea de que todo gire alrededor del precio suena bien en teoría, pero los farmacéuticos dicen que eso es como intentar arreglar un carro con un clavo – tapa un problema y salen veinte más.
Mira, entiendo que todos queremos pagar menos por nuestros remedios, diay, quién no querría, ¿verdad? Pero resulta que detrás de cada pastillita o jarabe hay alguien buscando sentirse mejor, salir adelante, tener una vida decente. Reducir todo a un número frío no le hace justicia a la situación, ¿me entiendes? Se trata de cuidar la salud de la gente, y eso va mucho más allá de ver cuánto cuesta un chunche.
Según el doctor Andrés Guzmán Tacsan, fiscal del Colegio, la ley deja de lado cosas muy importantes, como la seguridad y la eficacia de los medicamentos. Imagínate comprar un medicamento pensando que te va a curar y resulta que te daña más que te ayuda. ¡Qué torta! Por eso, dice él, cualquier cambio en las reglas debe asegurar que lo que llega a nuestras manos sea bueno, seguro y de calidad, y que eso se pueda comprobar fácilmente.
Pero eso no es todo, mae. También preocupa la famosa ‘garantía de abastecimiento’. Con esta ley, ¿quién nos asegura que siempre tendremos los medicamentos que necesitamos, especialmente cuando estamos delicados? Parece que el texto de la ley no aclara cómo van a garantizar eso, y eso es bastante preocupante. Uno piensa: ¿qué pasa si me tengo que operar y no encuentro los anestésicos? ¡Eso sí sería un brete!
Además, mencionan que la ley habla de la importación paralela y la homologación de registros sanitarios, cosas que ya estaban en la ley anterior. Y ahí es donde viene la parte importante: el registro sanitario. Según ellos, esa es la tarea del Ministerio de Salud, y la Sala Constitucional ya dijo que así tiene que ser. No pueden ir a relajar ese control, aunque tengan buenas intenciones. Porque si abren la puerta a malos negocios, el que sale perjudicado es el pueblo, pura verdá.
El doctor Guzmán enfatizó que el registro sanitario es como un escudo que protege a la población. Imagínate abrirle paso a medicamentos de dudosa procedencia, que quizás no cumplen con los estándares de calidad. Eso podría traer consecuencias graves, y nadie quiere eso. Mantener esos controles técnicos rigurosos es fundamental, ya ni hablar. Tenemos que estar pendientes de este tema, porque la salud no tiene precio, y mucho menos podemos jugarla con experimentos baratos.
Seamos claros, aquí no se trata de demonizar la iniciativa de bajar precios, sino de hacerlo de manera responsable y segura. No podemos dejar que la prisa por ahorrar dinero ponga en riesgo nuestra salud. Ya hemos visto demasiados ejemplos de cosas que se fueron al traste por querer hacer atajos. Hay que darle tiempo al tiempo y revisar bien todo lo que se está proponiendo, con lupa y buen juicio.
Ahora dime, compa, ¿crees que el gobierno está priorizando la salud pública o simplemente tratando de aparentar que está haciendo algo por el bolsillo del ciudadano? ¿Deberían suspender temporalmente la ley hasta asegurarse de que todas las medidas de seguridad estén garantizadas?
Mira, entiendo que todos queremos pagar menos por nuestros remedios, diay, quién no querría, ¿verdad? Pero resulta que detrás de cada pastillita o jarabe hay alguien buscando sentirse mejor, salir adelante, tener una vida decente. Reducir todo a un número frío no le hace justicia a la situación, ¿me entiendes? Se trata de cuidar la salud de la gente, y eso va mucho más allá de ver cuánto cuesta un chunche.
Según el doctor Andrés Guzmán Tacsan, fiscal del Colegio, la ley deja de lado cosas muy importantes, como la seguridad y la eficacia de los medicamentos. Imagínate comprar un medicamento pensando que te va a curar y resulta que te daña más que te ayuda. ¡Qué torta! Por eso, dice él, cualquier cambio en las reglas debe asegurar que lo que llega a nuestras manos sea bueno, seguro y de calidad, y que eso se pueda comprobar fácilmente.
Pero eso no es todo, mae. También preocupa la famosa ‘garantía de abastecimiento’. Con esta ley, ¿quién nos asegura que siempre tendremos los medicamentos que necesitamos, especialmente cuando estamos delicados? Parece que el texto de la ley no aclara cómo van a garantizar eso, y eso es bastante preocupante. Uno piensa: ¿qué pasa si me tengo que operar y no encuentro los anestésicos? ¡Eso sí sería un brete!
Además, mencionan que la ley habla de la importación paralela y la homologación de registros sanitarios, cosas que ya estaban en la ley anterior. Y ahí es donde viene la parte importante: el registro sanitario. Según ellos, esa es la tarea del Ministerio de Salud, y la Sala Constitucional ya dijo que así tiene que ser. No pueden ir a relajar ese control, aunque tengan buenas intenciones. Porque si abren la puerta a malos negocios, el que sale perjudicado es el pueblo, pura verdá.
El doctor Guzmán enfatizó que el registro sanitario es como un escudo que protege a la población. Imagínate abrirle paso a medicamentos de dudosa procedencia, que quizás no cumplen con los estándares de calidad. Eso podría traer consecuencias graves, y nadie quiere eso. Mantener esos controles técnicos rigurosos es fundamental, ya ni hablar. Tenemos que estar pendientes de este tema, porque la salud no tiene precio, y mucho menos podemos jugarla con experimentos baratos.
Seamos claros, aquí no se trata de demonizar la iniciativa de bajar precios, sino de hacerlo de manera responsable y segura. No podemos dejar que la prisa por ahorrar dinero ponga en riesgo nuestra salud. Ya hemos visto demasiados ejemplos de cosas que se fueron al traste por querer hacer atajos. Hay que darle tiempo al tiempo y revisar bien todo lo que se está proponiendo, con lupa y buen juicio.
Ahora dime, compa, ¿crees que el gobierno está priorizando la salud pública o simplemente tratando de aparentar que está haciendo algo por el bolsillo del ciudadano? ¿Deberían suspender temporalmente la ley hasta asegurarse de que todas las medidas de seguridad estén garantizadas?
