¡Ay, mi gente! Aquí les va la nota que nos llegó desde Heredia, porque parece que el cielo se le echó encima a varios hogares en Mercedes Sur tras aquel torbellino que nos sacudió la semana pasada. Pero bueno, como dice el dicho, ‘cuando hay voluntad, hay un camino’, y la Escuela Cubujuquí se puso las pilas para echarle un hombro a quienes más lo necesitan.
La verdad, uno se queda helao pensando en cómo deben estar sintiéndose esas familias; imagínate perder parte de tu techo y ver tus cosas volando por doquier. Por eso, la escuela, que siempre ha sido un faro comunitario, organizó una recolecta rapidísima para ayudar a sus estudiantes y vecinos que sufrieron los embates del temporal. Lanzaron el llamado a través de Facebook, que ya saben, es donde todos andamos pegados ahora, y la respuesta, diay, fue inmediata.
Lo que están buscando, básicamente, son latas de zinc #28 estándar de 3,65 metros – ¡eso sí que es importante, que no vayan a poner chinchorros ahí arriba! – que cuestan unos seis mil quinientos dólares con Ferretería Acosta, quien también se sumó a la causa. Además, piden víveres no perecederos, como arroz, frijoles, azúcar, galletas, y toda esa onda, para que la gente tenga qué comer. Y, claro, artículos de limpieza e higiene personal, porque uno nunca sabe cómo quedó la situación después de semejante batiburrillo.
Y si usted quiere aportar pero no puede ir hasta la escuela, tranquilo, que tienen un número de SINPE Móvil: 8842-3902 a nombre de Lilian Salazar Arias. Ahí le manda su colaboración y listo. Solo recuerden enviar el comprobante al 8889-9874 (Paula Guerra) para que puedan organizar la ayuda y asegurarle a la familia que recibió su apoyo. Esas pequeñas acciones hacen la diferencia, muchachos.
Como siempre, la Cruz Roja, la Comisión Nacional de Emergencias y los trabajadores de la Empresa de Servicios Públicos de Heredia están haciendo un esfuerzo titánico para atender a todos los afectados y restablecer los servicios básicos. Se han visto cuadrillas trabajando día y noche para limpiar los escombros y reparar los daños. ¡Un aplauso pa' ellos, que son verdaderos héroes!
Entre tanto jaleo, la escuela tuvo que suspender las clases este miércoles, pero no se preocupen, que hoy funcionarios de la municipalidad van a hacer una evaluación de la estructura para asegurarse de que todo esté seguro antes de volver a abrir las puertas. Ojalá no tengan que encontrar mayores complicaciones, porque ya saben, esos trámites burocráticos a veces tardan una eternidad. ¡Qué torta!
Este tipo de situaciones nos recuerda lo importante que es tenernos los unos a los otros. Costa Rica siempre ha sido conocida por su espíritu solidario, y este caso no es la excepción. Ver a la Escuela Cubujuquí movilizarse así demuestra que, a pesar de las dificultades, todavía hay mucha gente buena dispuesta a tender una mano a quien lo necesita. ¡Nos vemos superando esto juntos, mae!
Ahora dime, ¿qué otras formas innovadoras crees tú que podrían implementarse para recaudar fondos y brindar apoyo rápido a las comunidades afectadas por emergencias climáticas en nuestro país?
La verdad, uno se queda helao pensando en cómo deben estar sintiéndose esas familias; imagínate perder parte de tu techo y ver tus cosas volando por doquier. Por eso, la escuela, que siempre ha sido un faro comunitario, organizó una recolecta rapidísima para ayudar a sus estudiantes y vecinos que sufrieron los embates del temporal. Lanzaron el llamado a través de Facebook, que ya saben, es donde todos andamos pegados ahora, y la respuesta, diay, fue inmediata.
Lo que están buscando, básicamente, son latas de zinc #28 estándar de 3,65 metros – ¡eso sí que es importante, que no vayan a poner chinchorros ahí arriba! – que cuestan unos seis mil quinientos dólares con Ferretería Acosta, quien también se sumó a la causa. Además, piden víveres no perecederos, como arroz, frijoles, azúcar, galletas, y toda esa onda, para que la gente tenga qué comer. Y, claro, artículos de limpieza e higiene personal, porque uno nunca sabe cómo quedó la situación después de semejante batiburrillo.
Y si usted quiere aportar pero no puede ir hasta la escuela, tranquilo, que tienen un número de SINPE Móvil: 8842-3902 a nombre de Lilian Salazar Arias. Ahí le manda su colaboración y listo. Solo recuerden enviar el comprobante al 8889-9874 (Paula Guerra) para que puedan organizar la ayuda y asegurarle a la familia que recibió su apoyo. Esas pequeñas acciones hacen la diferencia, muchachos.
Como siempre, la Cruz Roja, la Comisión Nacional de Emergencias y los trabajadores de la Empresa de Servicios Públicos de Heredia están haciendo un esfuerzo titánico para atender a todos los afectados y restablecer los servicios básicos. Se han visto cuadrillas trabajando día y noche para limpiar los escombros y reparar los daños. ¡Un aplauso pa' ellos, que son verdaderos héroes!
Entre tanto jaleo, la escuela tuvo que suspender las clases este miércoles, pero no se preocupen, que hoy funcionarios de la municipalidad van a hacer una evaluación de la estructura para asegurarse de que todo esté seguro antes de volver a abrir las puertas. Ojalá no tengan que encontrar mayores complicaciones, porque ya saben, esos trámites burocráticos a veces tardan una eternidad. ¡Qué torta!
Este tipo de situaciones nos recuerda lo importante que es tenernos los unos a los otros. Costa Rica siempre ha sido conocida por su espíritu solidario, y este caso no es la excepción. Ver a la Escuela Cubujuquí movilizarse así demuestra que, a pesar de las dificultades, todavía hay mucha gente buena dispuesta a tender una mano a quien lo necesita. ¡Nos vemos superando esto juntos, mae!
Ahora dime, ¿qué otras formas innovadoras crees tú que podrían implementarse para recaudar fondos y brindar apoyo rápido a las comunidades afectadas por emergencias climáticas en nuestro país?
