¡Qué bronca! Ya van más de 22 días desde que desapareció Don Roger Francisco Zúñiga González, un señor de 60 años que le gusta andar tranquilo por El Guarco de Cartago. El caso, que parecía sumido en la bruma, ahora vuelve a encender alarmas porque la familia no pierde la esperanza de encontrarlo sano y salvo. Pura angustia y preocupación recorren sus vidas, y claro, pidan ayuda a diestra y siniestra.
Según nos cuentan los vecinos, Don Roger es un hombre sencillo, le gusta tomarse su café mañanero en la plaza y echar unas partidas de dominó con sus amigos. No es de llamar mucho la atención, siempre ha sido un tipo reservado, pero eso sí, muy querido por todos en el barrio. Nadie entiende cómo pudo esfumarse así, sin dejar rastro ni pista alguna de dónde podría haber ido. Algunos dicen que tal vez se fue de viaje sorpresa, otros temen que haya pasado algo peor. ¡Un verdadero cimbronazo para toda la comunidad!
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ha intensificado las labores de búsqueda, pero hasta ahora no han dado con resultados concretos. Han revisado cámaras de seguridad, entrevistado a familiares, amigos y conocidos, pero la información sigue siendo escasa. Los detectives están analizando todas las posibilidades, desde que simplemente decidió desaparecer voluntariamente hasta que haya sufrido algún percance imprevisto. Definitivamente, un brete para ellos también, tratando de armar el rompecabezas de esta desaparición tan misteriosa.
La familia, desesperada por reencontrarlo, ha lanzado una campaña masiva en redes sociales y medios de comunicación, rogándole a cualquier persona que tenga alguna información sobre su paradero que se comunique de inmediato. Se ha difundido su foto por todos lados y se ha ofrecido una recompensa a quien proporcione datos que ayuden a su localización. ¡Esto sí que es ponerle huevo! Han movilizado a todos sus contactos y a la comunidad entera para sumar esfuerzos en esta ardua tarea.
“Estamos destrozados, no sabemos qué hacer”, nos comenta Doña Marta, hermana de Don Roger, con la voz entrecortada por las lágrimas. “Mi hermano es una persona maravillosa, no merece pasar esto. Le pedimos a Dios que lo traiga de vuelta a casa sano y salvo”. La señora asegura que Don Roger no tenía problemas de salud graves, tampoco deudas o enemigos notorios. Simplemente era un hombre trabajador y dedicado a su familia. ¡Ay, pura pena! Verla así te llega al alma.
Las autoridades recomiendan a cualquier persona que tenga información, por insignificante que parezca, que se ponga en contacto con el Centro de Información Confidencial al teléfono 800-8000645 o al WhatsApp 8800-0645. Incluso el menor detalle podría ser crucial para resolver este caso. Cada llamada cuenta, cada mensaje puede marcar la diferencia entre la esperanza y la desesperación. Así que, ¡pongámonos las pilas y ayudemos a traer a Don Roger de vuelta a su hogar!
Este caso nos recuerda, una vez más, la importancia de estar atentos a nuestro entorno y de cuidarnos mutuamente. En ocasiones, la vida da giros inesperados y podemos encontrarnos en situaciones vulnerables. Es fundamental fortalecer los lazos comunitarios y apoyarnos en momentos difíciles. Además, nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de la existencia y la necesidad de valorar cada instante que compartimos con nuestros seres queridos. A veces, pensamos que tenemos tiempo de sobra, pero la vida nos demuestra lo contrario constantemente.
Esta historia de Don Roger ha tocado fibras sensibles en muchos costarricenses. Ver a una familia sufriendo así nos llena de tristeza e impotencia. Pero también nos inspira a actuar, a extender una mano amiga, a aportar nuestro granito de arena para ayudar a resolver este misterio. ¿Creen ustedes que la clave para encontrar a Don Roger está en alguna pista que aún no hemos descubierto, o creen que se tratará de un caso más complejo de lo que parece inicialmente? Compartan sus ideas y teorías en el foro, ¡podríamos estar más cerca de la verdad de lo que imaginamos!
Según nos cuentan los vecinos, Don Roger es un hombre sencillo, le gusta tomarse su café mañanero en la plaza y echar unas partidas de dominó con sus amigos. No es de llamar mucho la atención, siempre ha sido un tipo reservado, pero eso sí, muy querido por todos en el barrio. Nadie entiende cómo pudo esfumarse así, sin dejar rastro ni pista alguna de dónde podría haber ido. Algunos dicen que tal vez se fue de viaje sorpresa, otros temen que haya pasado algo peor. ¡Un verdadero cimbronazo para toda la comunidad!
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ha intensificado las labores de búsqueda, pero hasta ahora no han dado con resultados concretos. Han revisado cámaras de seguridad, entrevistado a familiares, amigos y conocidos, pero la información sigue siendo escasa. Los detectives están analizando todas las posibilidades, desde que simplemente decidió desaparecer voluntariamente hasta que haya sufrido algún percance imprevisto. Definitivamente, un brete para ellos también, tratando de armar el rompecabezas de esta desaparición tan misteriosa.
La familia, desesperada por reencontrarlo, ha lanzado una campaña masiva en redes sociales y medios de comunicación, rogándole a cualquier persona que tenga alguna información sobre su paradero que se comunique de inmediato. Se ha difundido su foto por todos lados y se ha ofrecido una recompensa a quien proporcione datos que ayuden a su localización. ¡Esto sí que es ponerle huevo! Han movilizado a todos sus contactos y a la comunidad entera para sumar esfuerzos en esta ardua tarea.
“Estamos destrozados, no sabemos qué hacer”, nos comenta Doña Marta, hermana de Don Roger, con la voz entrecortada por las lágrimas. “Mi hermano es una persona maravillosa, no merece pasar esto. Le pedimos a Dios que lo traiga de vuelta a casa sano y salvo”. La señora asegura que Don Roger no tenía problemas de salud graves, tampoco deudas o enemigos notorios. Simplemente era un hombre trabajador y dedicado a su familia. ¡Ay, pura pena! Verla así te llega al alma.
Las autoridades recomiendan a cualquier persona que tenga información, por insignificante que parezca, que se ponga en contacto con el Centro de Información Confidencial al teléfono 800-8000645 o al WhatsApp 8800-0645. Incluso el menor detalle podría ser crucial para resolver este caso. Cada llamada cuenta, cada mensaje puede marcar la diferencia entre la esperanza y la desesperación. Así que, ¡pongámonos las pilas y ayudemos a traer a Don Roger de vuelta a su hogar!
Este caso nos recuerda, una vez más, la importancia de estar atentos a nuestro entorno y de cuidarnos mutuamente. En ocasiones, la vida da giros inesperados y podemos encontrarnos en situaciones vulnerables. Es fundamental fortalecer los lazos comunitarios y apoyarnos en momentos difíciles. Además, nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de la existencia y la necesidad de valorar cada instante que compartimos con nuestros seres queridos. A veces, pensamos que tenemos tiempo de sobra, pero la vida nos demuestra lo contrario constantemente.
Esta historia de Don Roger ha tocado fibras sensibles en muchos costarricenses. Ver a una familia sufriendo así nos llena de tristeza e impotencia. Pero también nos inspira a actuar, a extender una mano amiga, a aportar nuestro granito de arena para ayudar a resolver este misterio. ¿Creen ustedes que la clave para encontrar a Don Roger está en alguna pista que aún no hemos descubierto, o creen que se tratará de un caso más complejo de lo que parece inicialmente? Compartan sus ideas y teorías en el foro, ¡podríamos estar más cerca de la verdad de lo que imaginamos!