La búsqueda de Leandro Mangas, el pequeño de cinco años que desapareció tras caer en una alcantarilla en Purral de Goicoechea, continúa sin resultados, dejando una profunda cicatriz en su familia y encendiendo las alarmas sobre la seguridad en la infraestructura municipal. Pero más allá de la angustia por encontrarlo, la madre, Lourdes Mangas, ha levantado la voz para pedir desesperadamente atención psicológica, tanto para ella como para sus otros hijos, quienes han sido testigos directos de este terrible suceso.
Las fuertes lluvias que azotaron la región la semana pasada revelaron fallas estructurales y de mantenimiento en la red de drenaje de varias zonas, incluyendo el lugar donde ocurrió la tragedia. Según testimonios recogidos, la alcantarilla donde cayó Leandro presentaba problemas conocidos por vecinos, quienes alertaban sobre el riesgo constante de inundaciones y posibles accidentes. La falta de respuesta a estas advertencias ha generado indignación y cuestionamientos sobre la responsabilidad de las autoridades municipales.
“Es demasiado duro”, confesó Lourdes, visiblemente afectada, en declaraciones exclusivas a CRHoy. “Tras el sufrimiento que he tenido con mi niño, ver el trauma que tienen mis menores… mi hijo de ocho años no come nada, el nene de dos años solamente dice ‘el hueco, mami’. Si duerme es por ratos, y cuando se despierta siempre regresa a hablar del hueco... necesita mucha ayuda”. Su relato conmueve al país entero, evidenciando el profundo impacto emocional que esta situación ha causado en la familia.
El accidente ocurrió mientras la familia regresaba de la guardería bajo un intenso aguacero. Lourdes relató cómo, en medio del caos y la dificultad para mantener a todos los niños juntos, el pie de Leandro resbaló y cayó dentro del caño, siendo arrastrado rápidamente por la fuerza del agua. A pesar de sus esfuerzos por rescatarlo, la corriente era demasiado poderosa, llevándose al pequeño hacia la alcantarilla. Un incidente que, según explica, pudo haberle pasado a cualquiera, dada la peligrosidad de la situación.
Vecinos que presenciaron el hecho intentaron ayudar en el rescate, pero la alcantarilla rebosaba de agua, dificultando cualquier intento de acceso. La rápida movilización de equipos de la Cruz Roja Costarricense y otras instituciones permitió iniciar las labores de búsqueda, sin embargo, más de sesenta horas después, Leandro aún permanece desaparecido. La esperanza empieza a flaquear, aunque las autoridades aseguran que no cejarán en el esfuerzo hasta encontrarlo.
Israel Mangas, tío de Leandro quien reside en Estados Unidos, manifestó su preocupación y ofreció apoyo a la familia, expresando el deseo de regresar a Costa Rica tan pronto como sea posible. La comunidad internacional también ha mostrado solidaridad ante esta tragedia, enviando mensajes de aliento y ofreciendo asistencia en la búsqueda. “Encontraron la capa que andaba mi sobrino, la encontraron en el río,” lamentó Israel, “necesitamos hacer todo lo posible por encontrarlo ya”.
La petición de Lourdes Mangas a las autoridades no es solo por la búsqueda de su hijo, sino también por una revisión exhaustiva de la infraestructura urbana y la implementación de medidas preventivas para evitar que tragedias similares vuelvan a ocurrir. Denunció que la situación es recurrente en muchas comunidades y que las constantes lluvias ponen en riesgo la vida de personas, especialmente niños. Considera que la falta de atención a estos problemas puede llevar a consecuencias mucho peores. Este caso ha puesto en evidencia la necesidad de invertir en soluciones duraderas y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Ante esta desgarradora situación, y considerando que la incertidumbre y el dolor pueden tener consecuencias devastadoras a largo plazo, ¿cree usted que el Estado debería implementar programas de apoyo psicológico automático para familias afectadas por tragedias de esta magnitud, independientemente de su condición socioeconómica?
Las fuertes lluvias que azotaron la región la semana pasada revelaron fallas estructurales y de mantenimiento en la red de drenaje de varias zonas, incluyendo el lugar donde ocurrió la tragedia. Según testimonios recogidos, la alcantarilla donde cayó Leandro presentaba problemas conocidos por vecinos, quienes alertaban sobre el riesgo constante de inundaciones y posibles accidentes. La falta de respuesta a estas advertencias ha generado indignación y cuestionamientos sobre la responsabilidad de las autoridades municipales.
“Es demasiado duro”, confesó Lourdes, visiblemente afectada, en declaraciones exclusivas a CRHoy. “Tras el sufrimiento que he tenido con mi niño, ver el trauma que tienen mis menores… mi hijo de ocho años no come nada, el nene de dos años solamente dice ‘el hueco, mami’. Si duerme es por ratos, y cuando se despierta siempre regresa a hablar del hueco... necesita mucha ayuda”. Su relato conmueve al país entero, evidenciando el profundo impacto emocional que esta situación ha causado en la familia.
El accidente ocurrió mientras la familia regresaba de la guardería bajo un intenso aguacero. Lourdes relató cómo, en medio del caos y la dificultad para mantener a todos los niños juntos, el pie de Leandro resbaló y cayó dentro del caño, siendo arrastrado rápidamente por la fuerza del agua. A pesar de sus esfuerzos por rescatarlo, la corriente era demasiado poderosa, llevándose al pequeño hacia la alcantarilla. Un incidente que, según explica, pudo haberle pasado a cualquiera, dada la peligrosidad de la situación.
Vecinos que presenciaron el hecho intentaron ayudar en el rescate, pero la alcantarilla rebosaba de agua, dificultando cualquier intento de acceso. La rápida movilización de equipos de la Cruz Roja Costarricense y otras instituciones permitió iniciar las labores de búsqueda, sin embargo, más de sesenta horas después, Leandro aún permanece desaparecido. La esperanza empieza a flaquear, aunque las autoridades aseguran que no cejarán en el esfuerzo hasta encontrarlo.
Israel Mangas, tío de Leandro quien reside en Estados Unidos, manifestó su preocupación y ofreció apoyo a la familia, expresando el deseo de regresar a Costa Rica tan pronto como sea posible. La comunidad internacional también ha mostrado solidaridad ante esta tragedia, enviando mensajes de aliento y ofreciendo asistencia en la búsqueda. “Encontraron la capa que andaba mi sobrino, la encontraron en el río,” lamentó Israel, “necesitamos hacer todo lo posible por encontrarlo ya”.
La petición de Lourdes Mangas a las autoridades no es solo por la búsqueda de su hijo, sino también por una revisión exhaustiva de la infraestructura urbana y la implementación de medidas preventivas para evitar que tragedias similares vuelvan a ocurrir. Denunció que la situación es recurrente en muchas comunidades y que las constantes lluvias ponen en riesgo la vida de personas, especialmente niños. Considera que la falta de atención a estos problemas puede llevar a consecuencias mucho peores. Este caso ha puesto en evidencia la necesidad de invertir en soluciones duraderas y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Ante esta desgarradora situación, y considerando que la incertidumbre y el dolor pueden tener consecuencias devastadoras a largo plazo, ¿cree usted que el Estado debería implementar programas de apoyo psicológico automático para familias afectadas por tragedias de esta magnitud, independientemente de su condición socioeconómica?