¡Aguántense! La cosa se puso interesante en el Foro de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia). Cinco aspirantes a diputado se rifaron presentando ideas para echarle ganas al ambiente de negocios en Costa Rica. Parece que ya llegó la hora de darle un buen meneo a la mara de papeleos y trámites que tanto nos comen la olla.
Según Cacia, tenemos cuatro problemas gordos: seguridad, educación, infraestructura y, pa' qué mentir, la seguridad jurídica. Juan Ignacio Pérez, el presidente de la Junta Directiva, soltó la bomba diciendo que corremos peligro de hacernos un país incapaz de cuidar a su gente o de tener un negocio decente sin que el Estado nos esté pisando los talones con regulaciones innecesarias. ¡Qué torta!
Pero no todo está perdido. Álvaro Ramírez, representando a PLN, propuso una “guillotina regulatoria”. Imagínense: revisan toda la normativa, la justifican y, si no la sostienen, ¡zas!, desaparece. Como magia. Además, quiere que implementen filtros para evaluar el costo de las nuevas reglas antes de aprobarlas. Dice que así evitamos que se nos vayan los dedos y aprobemos leyes que solo complican la vida a los emprendedores. ¡Qué carga!
César Zúñiga, de Nueva República, no se quedó atrás. Él cree que la Asamblea debería dedicar una comisión entera a identificar esas regulaciones que nos tienen atascados y modernizarlas. Pero lo bueno viene después: propone meterle mano a la tecnología. Habla de Web 3.0 y blockchain para digitalizar el gobierno y agilizar los trámites. ¡Imagínate poder abrir tu negocio desde el celular, brete!
Abril Gordienko, del PUSC, apunta directo a las cargas sociales, buscando aliviar la presión para las empresas. Sin embargo, Nogui Acosta, Pueblo Soberano, le echó agua fría. Advierte que bajar cargas siempre implica subir impuestos, a menos que tengamos un plan sólido para mantener las finanzas públicas en orden. ¡Qué sal!
Y ni hablar de Freddy Morera de Unidos Podemos, que dice que hay que atacar lo que inmoviliza al sector productivo. Que nos ayuden a identificarles los dolores, le dijo a los empresarios. Todos prometiendo soluciones rápidas, pero la pregunta es: ¿tendrán los votos y la voluntad política para llevarlas a cabo?
Las propuestas van desde simplificar las ventanillas únicas de inversión hasta crear un marco regulatorio unificado para las patentes municipales. Gordienko quiere conectar más el gobierno central con las municipalidades para uniformizar los procesos. Parece que el espíritu de cambio está en el aire, aunque algunos políticos todavía parecen andar con la mosca detrás de la oreja y no quieren ceder terreno a las reformas.
Entre tanta promesa y propuesta, queda la gran interrogante: ¿Realmente estos candidatos comprenden las necesidades reales del sector productivo o están simplemente buscando réditos electorales? ¿Será posible ver cambios significativos en la Asamblea Legislativa o seguiremos arrastrando la misma pesada carga burocrática? ¿Creen ustedes que la tecnología puede ser la solución mágica para simplificar los trámites o necesitamos un cambio cultural más profundo en la administración pública?
Según Cacia, tenemos cuatro problemas gordos: seguridad, educación, infraestructura y, pa' qué mentir, la seguridad jurídica. Juan Ignacio Pérez, el presidente de la Junta Directiva, soltó la bomba diciendo que corremos peligro de hacernos un país incapaz de cuidar a su gente o de tener un negocio decente sin que el Estado nos esté pisando los talones con regulaciones innecesarias. ¡Qué torta!
Pero no todo está perdido. Álvaro Ramírez, representando a PLN, propuso una “guillotina regulatoria”. Imagínense: revisan toda la normativa, la justifican y, si no la sostienen, ¡zas!, desaparece. Como magia. Además, quiere que implementen filtros para evaluar el costo de las nuevas reglas antes de aprobarlas. Dice que así evitamos que se nos vayan los dedos y aprobemos leyes que solo complican la vida a los emprendedores. ¡Qué carga!
César Zúñiga, de Nueva República, no se quedó atrás. Él cree que la Asamblea debería dedicar una comisión entera a identificar esas regulaciones que nos tienen atascados y modernizarlas. Pero lo bueno viene después: propone meterle mano a la tecnología. Habla de Web 3.0 y blockchain para digitalizar el gobierno y agilizar los trámites. ¡Imagínate poder abrir tu negocio desde el celular, brete!
Abril Gordienko, del PUSC, apunta directo a las cargas sociales, buscando aliviar la presión para las empresas. Sin embargo, Nogui Acosta, Pueblo Soberano, le echó agua fría. Advierte que bajar cargas siempre implica subir impuestos, a menos que tengamos un plan sólido para mantener las finanzas públicas en orden. ¡Qué sal!
Y ni hablar de Freddy Morera de Unidos Podemos, que dice que hay que atacar lo que inmoviliza al sector productivo. Que nos ayuden a identificarles los dolores, le dijo a los empresarios. Todos prometiendo soluciones rápidas, pero la pregunta es: ¿tendrán los votos y la voluntad política para llevarlas a cabo?
Las propuestas van desde simplificar las ventanillas únicas de inversión hasta crear un marco regulatorio unificado para las patentes municipales. Gordienko quiere conectar más el gobierno central con las municipalidades para uniformizar los procesos. Parece que el espíritu de cambio está en el aire, aunque algunos políticos todavía parecen andar con la mosca detrás de la oreja y no quieren ceder terreno a las reformas.
Entre tanta promesa y propuesta, queda la gran interrogante: ¿Realmente estos candidatos comprenden las necesidades reales del sector productivo o están simplemente buscando réditos electorales? ¿Será posible ver cambios significativos en la Asamblea Legislativa o seguiremos arrastrando la misma pesada carga burocrática? ¿Creen ustedes que la tecnología puede ser la solución mágica para simplificar los trámites o necesitamos un cambio cultural más profundo en la administración pública?