¡Ay, Dios mío! Aquí vamos de nuevo con el tema de los salarios. La Uccaep, esos don de la roba, presentaron su propuesta pa’ el próximo año: un aumentito del 1,63% en los salarios mínimos del sector privado. Dicen que es “aplicando la metodología vigente”, como si eso nos fuera a llenar la nevera. Pa' algunos, puede parecer poco, pero pa’ nosotros los trabajadores, con el precio del picadillo por las nubes y el buseta cada vez más caro, cualquier cambio viene chambaeando.
La verdad, ya estoy harta de escuchar la misma canción. Siempre sacan estas propuestas justo antes de Navidad, como si nos quisieran regalar unas migajas. Y ojo, porque la Cámara de Exportadores también anda cantando la misma vaina. Parece que todos andan sincronizados, buscando la forma de seguir hinchándose mientras nosotros seguimos raspando hasta encontrar monedas pa’ el almuerzo.
Según la Uccaep, esto es porque cumplen con la metodología aprobada por los tres sectores – laboral, patronal y estatal – y reconocida por la OIT. Pero bueno, pa’ mí, eso suena a que se pusieron de acuerdo entre ellos pa’ justificar este ajuste ridículo. ¿En qué cabeza entra que con un 1,63% podamos cubrir ni siquiera la inflación? Esto es pa’ los jefes, que siempre salen ganando, mientras nosotros sudamos la gota gorda.
Lo que me da aún más risa es que dicen que esto es una práctica de “diálogo social”. ¡Diálogo social pa’ qué! Si a la hora de negociar, siempre tienen la sartén por el mango. Nos invitan a la mesa, le damos nuestras ideas y luego hacen lo que quieren, sin importarle nuestra voz. Eso sí que es democracia... la que vale pa’ ellos, claro.
Ahora toca esperar a ver qué propone el sector gubernamental este miércoles. Me pregunto si tendrán un poquito más de conciencia social que los empresários. No me hago muchas ilusiones, pero bueno, uno siempre espera lo mejor, aunque a veces la realidad te golpea como un balde de agua fría. Ya saben cómo va la cosa, en Costa Rica… siempre hay una sorpresa esperando a la vuelta de la esquina.
Yo creo que la verdad es que estos aumentos son un parche. Un parche pa’ calmar las aguas y evitar que estalle la olla. Pero mientras tanto, la brecha entre ricos y pobres sigue creciendo. Es como si estuvieran jugando a un juego en el que nosotros somos los peones y ellos, los reyes. Y la verdad, este juego ya está aburrido y necesitamos cambiar las reglas.
Algunos expertos comentan que la economía global está dando señales inciertas, y que es importante tener cautela con los ajustes salariales. Pero yo digo: ¿cautela pa’ quién? Porque pa’ nosotros, los que trabajamos duro día tras día, la incertidumbre ya es parte de nuestro día a día. Tenemos que preocuparnos por pagar las cuentas, por darle comida a nuestros hijos y por sobrevivir en un país donde cada vez es más difícil llegar a fin de mes.
Total, pues, ¿ustedes qué piensan? ¿Creen que este pequeño aumentito de 1,63% realmente hará alguna diferencia en sus vidas? ¿O es solo otra jugada más de los poderosos pa' seguir acumulando riqueza mientras nosotros seguimos luchando por sobrevivir?
La verdad, ya estoy harta de escuchar la misma canción. Siempre sacan estas propuestas justo antes de Navidad, como si nos quisieran regalar unas migajas. Y ojo, porque la Cámara de Exportadores también anda cantando la misma vaina. Parece que todos andan sincronizados, buscando la forma de seguir hinchándose mientras nosotros seguimos raspando hasta encontrar monedas pa’ el almuerzo.
Según la Uccaep, esto es porque cumplen con la metodología aprobada por los tres sectores – laboral, patronal y estatal – y reconocida por la OIT. Pero bueno, pa’ mí, eso suena a que se pusieron de acuerdo entre ellos pa’ justificar este ajuste ridículo. ¿En qué cabeza entra que con un 1,63% podamos cubrir ni siquiera la inflación? Esto es pa’ los jefes, que siempre salen ganando, mientras nosotros sudamos la gota gorda.
Lo que me da aún más risa es que dicen que esto es una práctica de “diálogo social”. ¡Diálogo social pa’ qué! Si a la hora de negociar, siempre tienen la sartén por el mango. Nos invitan a la mesa, le damos nuestras ideas y luego hacen lo que quieren, sin importarle nuestra voz. Eso sí que es democracia... la que vale pa’ ellos, claro.
Ahora toca esperar a ver qué propone el sector gubernamental este miércoles. Me pregunto si tendrán un poquito más de conciencia social que los empresários. No me hago muchas ilusiones, pero bueno, uno siempre espera lo mejor, aunque a veces la realidad te golpea como un balde de agua fría. Ya saben cómo va la cosa, en Costa Rica… siempre hay una sorpresa esperando a la vuelta de la esquina.
Yo creo que la verdad es que estos aumentos son un parche. Un parche pa’ calmar las aguas y evitar que estalle la olla. Pero mientras tanto, la brecha entre ricos y pobres sigue creciendo. Es como si estuvieran jugando a un juego en el que nosotros somos los peones y ellos, los reyes. Y la verdad, este juego ya está aburrido y necesitamos cambiar las reglas.
Algunos expertos comentan que la economía global está dando señales inciertas, y que es importante tener cautela con los ajustes salariales. Pero yo digo: ¿cautela pa’ quién? Porque pa’ nosotros, los que trabajamos duro día tras día, la incertidumbre ya es parte de nuestro día a día. Tenemos que preocuparnos por pagar las cuentas, por darle comida a nuestros hijos y por sobrevivir en un país donde cada vez es más difícil llegar a fin de mes.
Total, pues, ¿ustedes qué piensan? ¿Creen que este pequeño aumentito de 1,63% realmente hará alguna diferencia en sus vidas? ¿O es solo otra jugada más de los poderosos pa' seguir acumulando riqueza mientras nosotros seguimos luchando por sobrevivir?