¡Ay, Dios mío! Esto sí que cayó gorgo en el Hospital Nacional de Niños. Imagínate, en medio de una cirugía, ¡bum!, explota una batería de celular. Un susto tremendo, vamos.
Según nos cuentan, el hecho ocurrió alrededor de las 8:49 de la mañana de este lunes en una sala de operaciones. Al parecer, la batería salió disparada, liberando gases que afectaron a tres personas presentes. Afortunadamente, dicen los doctores, nadie corrió peligro real, aunque el susto debió haber sido de campeonato.
El Cuerpo de Bomberos llegó rapidísimo, con siete máquinas de las estaciones Metropolitana Norte y Santo Domingo. Ingresaron por emergencias y en cuestión de minutos tuvieron la situación bajo control. Escuché que inicialmente reportaron inhalación de gases, pero al llegar vieron que el personal del hospital ya estaba atendiendo a los afectados y todos estaban bien, gracias a Dios.
“No hubo incendio ni nada grave”, aseguró el Dr. Carlos Jiménez, el director del Hospital Nacional de Niños. “Retiramos la batería de la sala de operaciones, pero todavía quedan unos olores fuertes. Por eso llamamos a los Bomberos, para que revisen si todo está seguro y para ayudar con la desinfección.” Él mismo comentó que apenas terminen esos trámites, volverán a operar normal, así que, a seguir adelante con el brete.
Lo que más me queda grande es cómo una simple batería pudo causar semejante revuelo. ¿Será que estos celulares nuevos vienen con baterías defectuosas? Uno piensa que deberían poner más controles de calidad, ¿no creen? Porque esto podría haber terminado mucho peor, créeme. Un momento de distracción y... ¡puwaf!, algo sale mal.
Ahora, la Unidad de Materiales Peligrosos (Matpel) está allende revisando cada rincón para asegurarse de que no queden rastros de gases peligrosos. Quieren estar seguros de que el aire esté limpio y que no haya riesgos para pacientes, médicos y visitantes. Es bueno que tomen estas precauciones, porque la salud es lo primero, fiarme.
Muchos se preguntan qué tipo de batería explotó y cuál fue la causa exacta del fallo. Según fuentes internas del hospital –y ojo, esto es confidencial–, se trataría de una batería de última generación, esas que prometen cargar el celular rapidito, pero que a veces dan pena. Parece que la tecnología avanza demasiado rápido y no siempre podemos confiar en ella al cien por ciento, ¿verdad?
En fin, este incidente nos deja pensando en cuánto dependemos de nuestros teléfonos celulares, hasta en momentos críticos como una cirugía. ¿Ustedes creen que debería prohibirse el uso de celulares en las salas de operación para evitar este tipo de situaciones inesperadas y, de paso, proteger la concentración de los cirujanos? Déjenme sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensan!
Según nos cuentan, el hecho ocurrió alrededor de las 8:49 de la mañana de este lunes en una sala de operaciones. Al parecer, la batería salió disparada, liberando gases que afectaron a tres personas presentes. Afortunadamente, dicen los doctores, nadie corrió peligro real, aunque el susto debió haber sido de campeonato.
El Cuerpo de Bomberos llegó rapidísimo, con siete máquinas de las estaciones Metropolitana Norte y Santo Domingo. Ingresaron por emergencias y en cuestión de minutos tuvieron la situación bajo control. Escuché que inicialmente reportaron inhalación de gases, pero al llegar vieron que el personal del hospital ya estaba atendiendo a los afectados y todos estaban bien, gracias a Dios.
“No hubo incendio ni nada grave”, aseguró el Dr. Carlos Jiménez, el director del Hospital Nacional de Niños. “Retiramos la batería de la sala de operaciones, pero todavía quedan unos olores fuertes. Por eso llamamos a los Bomberos, para que revisen si todo está seguro y para ayudar con la desinfección.” Él mismo comentó que apenas terminen esos trámites, volverán a operar normal, así que, a seguir adelante con el brete.
Lo que más me queda grande es cómo una simple batería pudo causar semejante revuelo. ¿Será que estos celulares nuevos vienen con baterías defectuosas? Uno piensa que deberían poner más controles de calidad, ¿no creen? Porque esto podría haber terminado mucho peor, créeme. Un momento de distracción y... ¡puwaf!, algo sale mal.
Ahora, la Unidad de Materiales Peligrosos (Matpel) está allende revisando cada rincón para asegurarse de que no queden rastros de gases peligrosos. Quieren estar seguros de que el aire esté limpio y que no haya riesgos para pacientes, médicos y visitantes. Es bueno que tomen estas precauciones, porque la salud es lo primero, fiarme.
Muchos se preguntan qué tipo de batería explotó y cuál fue la causa exacta del fallo. Según fuentes internas del hospital –y ojo, esto es confidencial–, se trataría de una batería de última generación, esas que prometen cargar el celular rapidito, pero que a veces dan pena. Parece que la tecnología avanza demasiado rápido y no siempre podemos confiar en ella al cien por ciento, ¿verdad?
En fin, este incidente nos deja pensando en cuánto dependemos de nuestros teléfonos celulares, hasta en momentos críticos como una cirugía. ¿Ustedes creen que debería prohibirse el uso de celulares en las salas de operación para evitar este tipo de situaciones inesperadas y, de paso, proteger la concentración de los cirujanos? Déjenme sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensan!