¡Ay, comadre! Qué movida la que se armó. Después de tanto tiempo, parece que Florida Ice and Farm (Fifco) le dice adiós a nuestros hogares, o bueno, al menos su parte de bebidas, comida y tiendas. Ahora va a parar en manos de Heineken, por unos $3.250 millones. ¡Una feria de guayuza eso!
Para los que no estén al día, Fifco siempre ha sido un pilar importante de nuestra economía, desde las cervezas que nos refrescan hasta los productos básicos que encontramos en Kern’s y Comapan. Han hecho brete en construir una empresa sólida y diversificada, echándole ganas a varios sectores, como hoteles y propiedades en Guanacaste. Ya saben, buscando no depender de un solo chunche.
Según los números, aunque las ganancias bajaron un poquito el año pasado – nueve coma siete por ciento, para ser exactos–, la realidad es que Fifco sigue siendo financieramente fuerte, como les certificó Moody's con esa calificación AAA.cr. Claro, hubo algunos ajustes por deterioros, esas cosas pasan, pero los márgenes brutales subieron, lo que indica que la empresa sabe cómo manejar el negocio. Digamos que tienen la casa bien amarrada, mae.
Y hablando de dinero, Fifco tiene una buena cantidad guardada, unos ¢33 mil millones. Además, generaron un flujo de caja considerable, suficiente para seguir invirtiendo y repartiendo dividendos a los accionistas. Eso sí, la deuda con los bancos sigue ahí, alrededor de ¢211 mil millones, pero parece que está bajo control. Al final del día, estos tipos saben administrar la plata.
Ahora, la clave está en entender qué significa esto para nosotros, los ticos. Heineken promete que Costa Rica se convertirá en una de sus cinco operaciones más importantes a nivel mundial, ¡qué tuanis sería si eso realmente se traduce en empleos y desarrollo para nuestro país! Se habla de invertir, innovar y fortalecer la marca Costa Rica en el extranjero. Esperemos que no sea solo campaña publicitaria.
Pero no todo es color de rosa. Algunos se preguntan qué pasará con los trabajadores de Fifco, si habrá cambios en los productos que consumimos y si la esencia de nuestras marcas locales se mantendrá intacta. Porque, seamos sinceros, nadie quiere ver una cerveza Imperial fabricada con poca fe o un picadillo Kompak con ingredientes de dudosa procedencia. Esa sería una verdadera pena, diay.
La junta directiva de Fifco está convencida de que este acuerdo es un paso hacia el futuro, que ampliará las capacidades de la empresa y abrirá nuevas oportunidades. Wilhem Steinvorth, el presidente, dijo que “el acuerdo honra el legado de Fifco”. Suena bonito, pero hay que darle seguimiento para ver si cumplen lo que prometen. Estos acuerdos suelen tener muchos rodeos, ¿verdad?
En fin, la venta de Fifco a Heineken es un hito importante en la historia económica de Costa Rica. Un capítulo termina y otro comienza, lleno de promesas y desafíos. Pero dime, ¿tú qué piensas? ¿Crees que esta transacción será beneficiosa para Costa Rica a largo plazo, o temes que perdamos algo de nuestra identidad nacional? ¡Déjame tu opinión en los comentarios!
Para los que no estén al día, Fifco siempre ha sido un pilar importante de nuestra economía, desde las cervezas que nos refrescan hasta los productos básicos que encontramos en Kern’s y Comapan. Han hecho brete en construir una empresa sólida y diversificada, echándole ganas a varios sectores, como hoteles y propiedades en Guanacaste. Ya saben, buscando no depender de un solo chunche.
Según los números, aunque las ganancias bajaron un poquito el año pasado – nueve coma siete por ciento, para ser exactos–, la realidad es que Fifco sigue siendo financieramente fuerte, como les certificó Moody's con esa calificación AAA.cr. Claro, hubo algunos ajustes por deterioros, esas cosas pasan, pero los márgenes brutales subieron, lo que indica que la empresa sabe cómo manejar el negocio. Digamos que tienen la casa bien amarrada, mae.
Y hablando de dinero, Fifco tiene una buena cantidad guardada, unos ¢33 mil millones. Además, generaron un flujo de caja considerable, suficiente para seguir invirtiendo y repartiendo dividendos a los accionistas. Eso sí, la deuda con los bancos sigue ahí, alrededor de ¢211 mil millones, pero parece que está bajo control. Al final del día, estos tipos saben administrar la plata.
Ahora, la clave está en entender qué significa esto para nosotros, los ticos. Heineken promete que Costa Rica se convertirá en una de sus cinco operaciones más importantes a nivel mundial, ¡qué tuanis sería si eso realmente se traduce en empleos y desarrollo para nuestro país! Se habla de invertir, innovar y fortalecer la marca Costa Rica en el extranjero. Esperemos que no sea solo campaña publicitaria.
Pero no todo es color de rosa. Algunos se preguntan qué pasará con los trabajadores de Fifco, si habrá cambios en los productos que consumimos y si la esencia de nuestras marcas locales se mantendrá intacta. Porque, seamos sinceros, nadie quiere ver una cerveza Imperial fabricada con poca fe o un picadillo Kompak con ingredientes de dudosa procedencia. Esa sería una verdadera pena, diay.
La junta directiva de Fifco está convencida de que este acuerdo es un paso hacia el futuro, que ampliará las capacidades de la empresa y abrirá nuevas oportunidades. Wilhem Steinvorth, el presidente, dijo que “el acuerdo honra el legado de Fifco”. Suena bonito, pero hay que darle seguimiento para ver si cumplen lo que prometen. Estos acuerdos suelen tener muchos rodeos, ¿verdad?
En fin, la venta de Fifco a Heineken es un hito importante en la historia económica de Costa Rica. Un capítulo termina y otro comienza, lleno de promesas y desafíos. Pero dime, ¿tú qué piensas? ¿Crees que esta transacción será beneficiosa para Costa Rica a largo plazo, o temes que perdamos algo de nuestra identidad nacional? ¡Déjame tu opinión en los comentarios!