Entre menos creyente se vuelve la población, al mismo tiempo deja de procrearse. Muchos de los ateos o que profesan estar inmunes a los "prejuicios religiosos" son al mismo tiempo personas que no tienen hijos, o tienen al menos uno. Ya es común en familias europeas un tipo de pirámide donde hay un nieto, dos padres y cuatro abuelos. Eso no augura bien para la población futura. Y mucho peor, si se considera que ese nietecito deberá cargar con los costos de la pensión de sus padres.
Esta utopía secular tiene sus días contados. AL parecer, esta gente ha concluído que la mejor forma de dejar un futuro a sus descendientes es no tenerlos. Todo ese alarmismo de la bomba poblacional, o la escasez de recursos ha llevado al extremo que se prefiere no tener descendientes.
Por otro lado, es la gente joven de un país la que determina donde va la sociedad. Y las señales no son muy alentadoras para los secularistas o ateos. La verdad que el nihilismo que promueve es algo que no llena espiritualmente a los jóvenes inmigrantes, que en gran medida se han convertido en más devotos musulmanes que incluso sus padres. Los atentados de Londres fueron llevados a cabo, de nuevo, por jóvenes musulmanes de alta educación, y nacidos en Inglaterra. Los supuestos beneficiarios de la mejor educación que ofrece Occidente.
Y cada vez más, hay una aceptación tácita o de hecho de la sharia, en partes de Europa que uno consideraría más liberadas y seculares:
Islam in Europe: Oslo: 'Morality police' in immigrant neighborhood