¡Ay, Dios mío! Aquí en Costa Rica siempre nos sacamos de onda con estas noticias... Resulta que un empresario de Limón, don Yunis González, de 45 años, ha sido agarrado por las autoridades acusado de involucrarse en trata de personas. ¡Imagínate la bronca que se armó ahí!
Según Migración y Extranjería, el señore colgó está metido hasta el cuello en negocios como hoteles, ganadería, gimnasios, ¡hasta en un equipo de fútbol de playa! Y eso no es todo, también tenía carnicerías. Un brete de cosas, diay… ¿Quién iba a pensar que un tipo así estaría haciendo semejante trastada?
Lo que pasó es que parece que este señor aprovechó la situación de una menor de origen húngaro, quien llegó al país con su papá buscando chamba. Pero el papá, luego de perder el empleo, se fue del país dejándola solita, y ahí fue donde el señor Yunis vio su oportunidad para hacer de las suyas. Dicen que le ofrecía comida y techo bajo la promesa de ayudarla, pero en realidad estaba abusando de ella.
Las autoridades explican que desde el año 2024, el sujeto estaba utilizando engaños para convencer a la muchacha. Le prometía un futuro mejor, y poco a poco, empezó a tener encuentros íntimos con ella, usando la fuerza, contablemente. ¡Qué poca vergüenza! Esto te demuestra que hay gente sin escrúpulos capaz de cualquier cosa.
Afortunadamente, la chica pudo escaparse y denunciar lo sucedido en septiembre pasado. ¡Menos mal que salió viva de ahí! Ahora el señor Yunis está entre rejas esperando que los tribunales de Limón determinen qué va a pasar con él. Esperemos que le caiga todo el peso de la ley, porque esto es imperdonable.
Este caso, amigos, nos pone el vello de punta. Nos recuerda que debemos estar muy atentos a lo que pasa alrededor, especialmente con los jóvenes. No podemos dejar que estos depredadores sigan acechando a nuestras comunidades. Necesitamos crear conciencia y proteger a los más vulnerables, porque a veces es difícil desenmascararlos.
Muchos se preguntan cómo pudo suceder esto a plena luz del día, y si otras personas estaban enteradas de lo que estaba pasando. Además, surgen interrogantes sobre la supervisión de las autoridades migratorias y si deberían haber detectado algo antes. Este caso plantea serias preguntas sobre la seguridad de nuestros niños y niñas, y la necesidad de fortalecer las medidas de prevención y protección.
En fin, este es un tema que nos toca de cerca a todos los costarricenses. ¿Ustedes creen que debería haber controles más estrictos para evitar que casos como este vuelvan a ocurrir? Compartan sus opiniones en el foro y hagamos correr la voz para que nadie más tenga que sufrir una experiencia tan terrible. ¡Vamos a darle duro a este problema y exigir justicia para la víctima!
Según Migración y Extranjería, el señore colgó está metido hasta el cuello en negocios como hoteles, ganadería, gimnasios, ¡hasta en un equipo de fútbol de playa! Y eso no es todo, también tenía carnicerías. Un brete de cosas, diay… ¿Quién iba a pensar que un tipo así estaría haciendo semejante trastada?
Lo que pasó es que parece que este señor aprovechó la situación de una menor de origen húngaro, quien llegó al país con su papá buscando chamba. Pero el papá, luego de perder el empleo, se fue del país dejándola solita, y ahí fue donde el señor Yunis vio su oportunidad para hacer de las suyas. Dicen que le ofrecía comida y techo bajo la promesa de ayudarla, pero en realidad estaba abusando de ella.
Las autoridades explican que desde el año 2024, el sujeto estaba utilizando engaños para convencer a la muchacha. Le prometía un futuro mejor, y poco a poco, empezó a tener encuentros íntimos con ella, usando la fuerza, contablemente. ¡Qué poca vergüenza! Esto te demuestra que hay gente sin escrúpulos capaz de cualquier cosa.
Afortunadamente, la chica pudo escaparse y denunciar lo sucedido en septiembre pasado. ¡Menos mal que salió viva de ahí! Ahora el señor Yunis está entre rejas esperando que los tribunales de Limón determinen qué va a pasar con él. Esperemos que le caiga todo el peso de la ley, porque esto es imperdonable.
Este caso, amigos, nos pone el vello de punta. Nos recuerda que debemos estar muy atentos a lo que pasa alrededor, especialmente con los jóvenes. No podemos dejar que estos depredadores sigan acechando a nuestras comunidades. Necesitamos crear conciencia y proteger a los más vulnerables, porque a veces es difícil desenmascararlos.
Muchos se preguntan cómo pudo suceder esto a plena luz del día, y si otras personas estaban enteradas de lo que estaba pasando. Además, surgen interrogantes sobre la supervisión de las autoridades migratorias y si deberían haber detectado algo antes. Este caso plantea serias preguntas sobre la seguridad de nuestros niños y niñas, y la necesidad de fortalecer las medidas de prevención y protección.
En fin, este es un tema que nos toca de cerca a todos los costarricenses. ¿Ustedes creen que debería haber controles más estrictos para evitar que casos como este vuelvan a ocurrir? Compartan sus opiniones en el foro y hagamos correr la voz para que nadie más tenga que sufrir una experiencia tan terrible. ¡Vamos a darle duro a este problema y exigir justicia para la víctima!
