¡Ay, Dios mío! Ya nos cayó la bomba: el puente del río Tempisque en Guardia, ese que usamos todos los días pa' ir al aeropuerto de Liberia o a echar billete en Playa Panamá, va a estar en remodelación por casi dos años. ¡Qué cargada! Pero bueno, al menos ahora tienen un plan decente, o eso dicen.
La vaineta es que el puente, ubicado en la ruta 21, andaba medio pachucho, con daños estructurales que, según el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), ameritaban una intervención a fondo. No es como el famoso puente de La Amistad, clarito esté, pero también atraviesa el mismísimo río Tempisque. Ese puentecito es vital porque conecta la carretera principal con el Aeropuerto Internacional Daniel Oduber Quirós y con todos esos rincones turísticos que tanta lana traen al país, así que ya se imaginan la presión que hay para que quede bien hecho.
Lo que más me huele rico de todo este brete es que, gracias a los ¢2.531 millones que invierten, prometen que el tráfico no se vaya al traste. Van a poner un puente provisional de dos carriles, como una varita mágica, mientras hacen las reparaciones gordas. Así podremos seguir moviéndonos, aunque con más calma, claro. Dicen que la instalación de este puente armable será rapidito, pa’ que no nos quedemos varados ahí, ¡ojalá sea verdad!
Pero, tranquilos, que la rehabilitación del puente original promete ser bastante completa. Hablando con gente adentro, la Gerencia de Construcción de Vías y Puentes planea reforzarle los elementos verticales y las conexiones, cambiarle la losa de rodamiento (la parte donde van los carros), pintarle la superestructura para que dure más tiempo y hasta construirle una pasarela para los caminantes. ¡Por fin podrán pasar los piesitos seguros!
Esto significa que la obra, en total, durará unos 567 días –sí, casi 19 meses–. Entran en servicio el 2027, si todo sale como dice el cuento. La primera etapa, como les decía, es quitar el puente viejo, que estará funcionando paralelo al nuevo, y poner en su lugar la estructura armable. Luego, vendrá la rehabilitación del puente principal, con todos esos arreglos que mencionamos. ¡Un trabajo monumental, vamos a ver si lo logran!
Y no crean que se olvidaron de nosotros, los usuarios de la ruta 21. Conavi asegura que van a mantenernos informados, con actualizaciones periódicas sobre el avance de la obra. Eso es importante, porque sabemos cómo es: a veces te dejan colgado sin avisar. Esperemos que esta vez cumplan la palabra, especialmente porque estamos hablando de un corredor tan importante cerca de zonas turísticas y de mucho movimiento.
Ahora, la gran pregunta que tengo para ustedes, mis queridos foreros: ¿creen que realmente Conavi cumplirá estos plazos y nos tendrán el puente listo en 2027, o nos espera una larga espera llena de baches y desvíos? ¿Qué medidas creen que deberíamos exigir para asegurarnos de que la obra salga bien y no se convierta en otro despiche?
En fin, una larga espera nos toca, pero con un poquito de paciencia y mucha supervisión, tal vez terminemos teniendo un puente chivísima y duradero. ¡Aguantemos lo que haga falta, mae! Que al final, tener una infraestructura decente vale la pena.
La vaineta es que el puente, ubicado en la ruta 21, andaba medio pachucho, con daños estructurales que, según el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), ameritaban una intervención a fondo. No es como el famoso puente de La Amistad, clarito esté, pero también atraviesa el mismísimo río Tempisque. Ese puentecito es vital porque conecta la carretera principal con el Aeropuerto Internacional Daniel Oduber Quirós y con todos esos rincones turísticos que tanta lana traen al país, así que ya se imaginan la presión que hay para que quede bien hecho.
Lo que más me huele rico de todo este brete es que, gracias a los ¢2.531 millones que invierten, prometen que el tráfico no se vaya al traste. Van a poner un puente provisional de dos carriles, como una varita mágica, mientras hacen las reparaciones gordas. Así podremos seguir moviéndonos, aunque con más calma, claro. Dicen que la instalación de este puente armable será rapidito, pa’ que no nos quedemos varados ahí, ¡ojalá sea verdad!
Pero, tranquilos, que la rehabilitación del puente original promete ser bastante completa. Hablando con gente adentro, la Gerencia de Construcción de Vías y Puentes planea reforzarle los elementos verticales y las conexiones, cambiarle la losa de rodamiento (la parte donde van los carros), pintarle la superestructura para que dure más tiempo y hasta construirle una pasarela para los caminantes. ¡Por fin podrán pasar los piesitos seguros!
Esto significa que la obra, en total, durará unos 567 días –sí, casi 19 meses–. Entran en servicio el 2027, si todo sale como dice el cuento. La primera etapa, como les decía, es quitar el puente viejo, que estará funcionando paralelo al nuevo, y poner en su lugar la estructura armable. Luego, vendrá la rehabilitación del puente principal, con todos esos arreglos que mencionamos. ¡Un trabajo monumental, vamos a ver si lo logran!
Y no crean que se olvidaron de nosotros, los usuarios de la ruta 21. Conavi asegura que van a mantenernos informados, con actualizaciones periódicas sobre el avance de la obra. Eso es importante, porque sabemos cómo es: a veces te dejan colgado sin avisar. Esperemos que esta vez cumplan la palabra, especialmente porque estamos hablando de un corredor tan importante cerca de zonas turísticas y de mucho movimiento.
Ahora, la gran pregunta que tengo para ustedes, mis queridos foreros: ¿creen que realmente Conavi cumplirá estos plazos y nos tendrán el puente listo en 2027, o nos espera una larga espera llena de baches y desvíos? ¿Qué medidas creen que deberíamos exigir para asegurarnos de que la obra salga bien y no se convierta en otro despiche?
En fin, una larga espera nos toca, pero con un poquito de paciencia y mucha supervisión, tal vez terminemos teniendo un puente chivísima y duradero. ¡Aguantemos lo que haga falta, mae! Que al final, tener una infraestructura decente vale la pena.