¡Ay, Dios mío! El panorama en Pérez Zeledón está que arde, má' porque nadie parece escuchar las broncas de la gente. Pero ahí estaba Juan Carlos Hidalgo, el candidato del PUSC, rodeado de más de mil generalenos ayer, prometiendo que va a ponerle el hombro a este brete que les ha tocado vivir. Se respiraba un aire diferente, ¿sabé? Una esperanza, aunque sea a poquito.
La visita del aspirante a la presidencia no fue precisamente un mitin cualquiera. Fue un llamado de atención directo a San José, demostrando que Hidalgo sí quiere bajarse a la realidad del pueblo. Con Yolanda Fernández y Steven Núñez a su lado, además de otros diputados, el candidato se propuso escuchar las inquietudes más apremiantes de la comunidad, desde la seguridad hasta el tema del agua que es, vamos, crucial.
Ahora, hablemos claro: la seguridad es el talón de Aquiles de toda Costa Rica, pero en zonas como Pérez Zeledón, donde la tranquilidad es vital para la producción agrícola, la cosa se pone aún más seria. Hidalgo no anduvo con rodeos y les aseguró a los presentes que si llega a Casa Amarilla, implementará medidas contundentes, desde fortalecer la policía hasta recuperar esos espacios públicos que han sido tomados por la delincuencia. Que se pongan las pilas, diay, porque el mae ya advirtió.
Pero no todo es tragedia, mi pana. Hidalgo también puso énfasis en la creación de empleos dignos y en invertir en educación. Propuso la construcción de nuevos centros universitarios en la zona, pensando en formar talentos locales que puedan impulsar el desarrollo económico sin tener que irse al lejano Carillo. ¡Eso sí que estaría bueno! Poder estudiar cerca de casa, con la calidad que se merece uno.
Y hablando de agua, la vara está complicada. La sequía sigue golpeando fuerte a muchas comunidades, y eso afecta directamente a la agricultura, la economía familiar y la salud de las personas. Hidalgo prometió mejorar la infraestructura existente, buscar nuevas fuentes de abastecimiento y garantizar el acceso equitativo a este recurso tan valioso. Que no falte agua pa’ regar los cultivos ni pa’ llenar los tanques, ¿me escucha?
Se nota que el candidato quiere conectar con la gente, dejar atrás ese discurso político frío y formal que tanto nos hartan. Estuvo atento a las preguntas, respondió con sinceridad (o al menos eso pareció) y se mostró dispuesto a trabajar codo a codo con las comunidades para solucionar sus problemas. Un cambio de actitud, vaya, pero siempre hay que darle una oportunidad al mae.
Algunos analistas políticos dicen que Hidalgo está tratando de capitalizar el descontento popular con el gobierno actual, buscando proyectarse como la opción moderada y confiable. Otros señalan que sus propuestas son poco ambiciosas y carecen de viabilidad económica. Pero la verdad es que la opinión pública está dividida, y el resultado de estas elecciones dependerá en gran medida de qué tanto logre convencer a los votantes indecisos.
En fin, la visita de Hidalgo a Pérez Zeledón dejó varias reflexiones en el ambiente. ¿Cree usted que las promesas del candidato serán cumplidas si llega a la presidencia? ¿O será solo otra campaña electoral más llena de buenas intenciones pero poca acción? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!
La visita del aspirante a la presidencia no fue precisamente un mitin cualquiera. Fue un llamado de atención directo a San José, demostrando que Hidalgo sí quiere bajarse a la realidad del pueblo. Con Yolanda Fernández y Steven Núñez a su lado, además de otros diputados, el candidato se propuso escuchar las inquietudes más apremiantes de la comunidad, desde la seguridad hasta el tema del agua que es, vamos, crucial.
Ahora, hablemos claro: la seguridad es el talón de Aquiles de toda Costa Rica, pero en zonas como Pérez Zeledón, donde la tranquilidad es vital para la producción agrícola, la cosa se pone aún más seria. Hidalgo no anduvo con rodeos y les aseguró a los presentes que si llega a Casa Amarilla, implementará medidas contundentes, desde fortalecer la policía hasta recuperar esos espacios públicos que han sido tomados por la delincuencia. Que se pongan las pilas, diay, porque el mae ya advirtió.
Pero no todo es tragedia, mi pana. Hidalgo también puso énfasis en la creación de empleos dignos y en invertir en educación. Propuso la construcción de nuevos centros universitarios en la zona, pensando en formar talentos locales que puedan impulsar el desarrollo económico sin tener que irse al lejano Carillo. ¡Eso sí que estaría bueno! Poder estudiar cerca de casa, con la calidad que se merece uno.
Y hablando de agua, la vara está complicada. La sequía sigue golpeando fuerte a muchas comunidades, y eso afecta directamente a la agricultura, la economía familiar y la salud de las personas. Hidalgo prometió mejorar la infraestructura existente, buscar nuevas fuentes de abastecimiento y garantizar el acceso equitativo a este recurso tan valioso. Que no falte agua pa’ regar los cultivos ni pa’ llenar los tanques, ¿me escucha?
Se nota que el candidato quiere conectar con la gente, dejar atrás ese discurso político frío y formal que tanto nos hartan. Estuvo atento a las preguntas, respondió con sinceridad (o al menos eso pareció) y se mostró dispuesto a trabajar codo a codo con las comunidades para solucionar sus problemas. Un cambio de actitud, vaya, pero siempre hay que darle una oportunidad al mae.
Algunos analistas políticos dicen que Hidalgo está tratando de capitalizar el descontento popular con el gobierno actual, buscando proyectarse como la opción moderada y confiable. Otros señalan que sus propuestas son poco ambiciosas y carecen de viabilidad económica. Pero la verdad es que la opinión pública está dividida, y el resultado de estas elecciones dependerá en gran medida de qué tanto logre convencer a los votantes indecisos.
En fin, la visita de Hidalgo a Pérez Zeledón dejó varias reflexiones en el ambiente. ¿Cree usted que las promesas del candidato serán cumplidas si llega a la presidencia? ¿O será solo otra campaña electoral más llena de buenas intenciones pero poca acción? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!