¡Ay, Dios mío! La cosa está que arde en el Congreso. Resulta que la presidenta de la Asamblea, doña Vanessa Castro, nos soltó la bomba de que el tema de levantarle la inmunidad al presidente Chaves va a moverse alrededor del 20 de octubre. Imagínate la bronca, porque esto viene de unas 15 denuncias por beligerancia política que tiene el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) encima del escritorio.
Todo empezó el martes pasado, cuando explotó la noticia, y este jueves lo tocaron duro en la reunión de los jefes de bancada. Al parecer, la señora Castro está al mando del Congreso ahora mismo, reemplazando a don Rodrigo Arias, quien tuvo que irse a operar unos senos paranasales, ¡qué contratiempo!
El TSE, ya saben, los del TSE, pidieron a la Asamblea quitarle la inmunidad al presidente para poder avanzar con ese proceso sancionador. Esta vaina nunca había pasado en la historia del país, así que el Congreso anda buscando qué onda hacer y cómo resolverlo sin meter la pata hasta el cuello. La diputada Castro dice que está abierta a escuchar todas las opiniones de las diferentes bancadas, porque sabemos que cada quién tiene su rol y sus intereses.
Pero ahí es donde se pone interesante, porque desde el oficialismo dicen que no hay por dónde agarrarle a la cosa. Doña Pilar Cisneros, la jefa del oficialismo, salió con que la Constitución es clarísima y que la Asamblea no puede meterse en un proceso como este que pide el TSE. Le dijo a la señora Castro, con toda la calma del mundo: “Me parece, señora presidenta, que no cabe interpretación cuando la norma es específica”. ¡Imagínatelo el ambiente!
Y para rematar, Cisneros mandó a pedir información puntual al departamento de Servicios Técnicos de la Asamblea y también al mismísimo TSE, para tener todas las cartas sobre la mesa antes de tomar cualquier decisión. Quiere asegurarse bien de que no se vaya a llevar ninguna sorpresa desagradable. Pero, ojo, también hay quienes piensan que lo correcto sería rechazar la solicitud del TSE directamente, argumentando que el Código Electoral no está por encima de la Constitución, ¡una verdadera maraña!
Ahora, la jugada del TSE es que ellos sostienen tener el poder de destituir al presidente e incluso inhabilitarlo para ejercer cargos públicos por un período de dos a cuatro años si se demuestra que cometió alguna falta electoral. Según Juan Luis Rivera, coordinador del Cuerpo de Letrados del TSE, el Tribunal actúa como juez electoral y tiene la facultad de interpretar y aplicar las reglas del juego. Él recuerda que desde el año 96 han mantenido esa postura, considerando que, en casos de denuncias contra altos funcionarios, primero hay que levantar la inmunidad.
Todo empezó el martes pasado, cuando explotó la noticia, y este jueves lo tocaron duro en la reunión de los jefes de bancada. Al parecer, la señora Castro está al mando del Congreso ahora mismo, reemplazando a don Rodrigo Arias, quien tuvo que irse a operar unos senos paranasales, ¡qué contratiempo!
El TSE, ya saben, los del TSE, pidieron a la Asamblea quitarle la inmunidad al presidente para poder avanzar con ese proceso sancionador. Esta vaina nunca había pasado en la historia del país, así que el Congreso anda buscando qué onda hacer y cómo resolverlo sin meter la pata hasta el cuello. La diputada Castro dice que está abierta a escuchar todas las opiniones de las diferentes bancadas, porque sabemos que cada quién tiene su rol y sus intereses.
Pero ahí es donde se pone interesante, porque desde el oficialismo dicen que no hay por dónde agarrarle a la cosa. Doña Pilar Cisneros, la jefa del oficialismo, salió con que la Constitución es clarísima y que la Asamblea no puede meterse en un proceso como este que pide el TSE. Le dijo a la señora Castro, con toda la calma del mundo: “Me parece, señora presidenta, que no cabe interpretación cuando la norma es específica”. ¡Imagínatelo el ambiente!
Y para rematar, Cisneros mandó a pedir información puntual al departamento de Servicios Técnicos de la Asamblea y también al mismísimo TSE, para tener todas las cartas sobre la mesa antes de tomar cualquier decisión. Quiere asegurarse bien de que no se vaya a llevar ninguna sorpresa desagradable. Pero, ojo, también hay quienes piensan que lo correcto sería rechazar la solicitud del TSE directamente, argumentando que el Código Electoral no está por encima de la Constitución, ¡una verdadera maraña!
Ahora, la jugada del TSE es que ellos sostienen tener el poder de destituir al presidente e incluso inhabilitarlo para ejercer cargos públicos por un período de dos a cuatro años si se demuestra que cometió alguna falta electoral. Según Juan Luis Rivera, coordinador del Cuerpo de Letrados del TSE, el Tribunal actúa como juez electoral y tiene la facultad de interpretar y aplicar las reglas del juego. Él recuerda que desde el año 96 han mantenido esa postura, considerando que, en casos de denuncias contra altos funcionarios, primero hay que levantar la inmunidad.