¡Ay, patata! Parece que la cosa está dura para nuestros jóvenes, paila. Las últimas estadísticas del INEC revelaron que el desempleo entre los muchachos de 15 a 24 años ha llegado al 24,9% durante el segundo trimestre de este 2025. Eso significa que más de 62 mil cabecitas están buscando brete y no lo consiguen. Claramente, hay un problemón que necesita atención, y rápido.
Si bien esto representa una mejora con respecto a los tiempos de la pandemia, cuando la cifra escalaba hasta el 32,5%, la verdad es que todavía es un porcentaje alarmante. Recuerdo cuando mi primo Luis recién salió del colegio, anduvo meses buscando un trabajo decente... ¡una torta! Y él era pulcro, esforzado, estudiado… así que imagínate la frustración de muchos otros que se enfrentan a esta realidad.
Fernando Rodríguez, el economista de la UNA, no se anda con rodeos. Desde hace tiempo, han ido alertando sobre esta problemática. Según sus cálculos, este grupo de edad es el que más contribuye al desempleo general del país, representando casi el 36% de la masa de personas que están sin pega. Él mismo reconoce que “la sociedad tiene que abrir los espacios” para que estos jóvenes puedan demostrar su valía. ¡Digo yo, tienen toda la energía y ganas de trabajar!
Pero la cosa se pone aún más salada si miramos específicamente a las muchachas. En ellas, el desempleo alcanza el 29,6%, es decir, ¡más de 25 mil mujeres! Un dato preocupante que evidencia la necesidad de políticas públicas enfocadas en cerrar esas brechas de género que aún persisten en el mercado laboral. No es cuento, necesitamos crear oportunidades justas para todos y todas.
Además, preocupa el fenómeno de los llamados 'nini', esos muchachos que ni trabajan ni estudian. Entre 2019 y ahora, este grupo ha crecido significativamente, superando los 145 mil costarricenses. Rodríguez cuestiona: ¿Qué hacen estos jóvenes con su tiempo? ¿Por qué no se enganchan con alguna capacitación o proyecto que les dé sentido a sus vidas?
Las cifras hablan claro: de estos 'nini', el 38% está desempleado buscando trabajo, pero un 42% simplemente no parece tener interés en insertarse en el mercado laboral. Esto refleja una desconexión cada vez mayor entre la educación que recibimos, las necesidades de las empresas y las aspiraciones de la juventud. Ahí hay que ponerle corazón, compa. Necesitamos reevaluar cómo preparamos a nuestros jóvenes para enfrentar los desafíos del mundo laboral.
Algunos incluso sospechan que algunos de estos 'nini' podrían estar involucrados en actividades ilícitas o simplemente prefieren no declararse para evitar problemas con Hacienda. ¡Qué sal! Esto indica que hay una falta de confianza en el sistema y una desesperanza que debemos abordar con urgencia. No podemos dejar que nuestros jóvenes caigan en brazos de la delincuencia o se resignen a una vida de inactividad.
En fin, la situación es complicada, pero no imposible de resolver. Como dice el economista, “tenemos una vía para solucionar el cambio demográfico, en la medida que tengamos una población que tenga la posibilidad de incorporarse al mercado de trabajo o aprovechar el tiempo para estudiar”. Pero para ello, se requiere voluntad política, inversión en educación técnica y programas de capacitación, y sobre todo, un compromiso genuino con el futuro de nuestra juventud. Así que, compa, dime tú: ¿crees que el gobierno está haciendo lo suficiente para ayudar a los jóvenes a encontrar trabajo y salir adelante, o deberíamos exigir medidas más contundentes?
Si bien esto representa una mejora con respecto a los tiempos de la pandemia, cuando la cifra escalaba hasta el 32,5%, la verdad es que todavía es un porcentaje alarmante. Recuerdo cuando mi primo Luis recién salió del colegio, anduvo meses buscando un trabajo decente... ¡una torta! Y él era pulcro, esforzado, estudiado… así que imagínate la frustración de muchos otros que se enfrentan a esta realidad.
Fernando Rodríguez, el economista de la UNA, no se anda con rodeos. Desde hace tiempo, han ido alertando sobre esta problemática. Según sus cálculos, este grupo de edad es el que más contribuye al desempleo general del país, representando casi el 36% de la masa de personas que están sin pega. Él mismo reconoce que “la sociedad tiene que abrir los espacios” para que estos jóvenes puedan demostrar su valía. ¡Digo yo, tienen toda la energía y ganas de trabajar!
Pero la cosa se pone aún más salada si miramos específicamente a las muchachas. En ellas, el desempleo alcanza el 29,6%, es decir, ¡más de 25 mil mujeres! Un dato preocupante que evidencia la necesidad de políticas públicas enfocadas en cerrar esas brechas de género que aún persisten en el mercado laboral. No es cuento, necesitamos crear oportunidades justas para todos y todas.
Además, preocupa el fenómeno de los llamados 'nini', esos muchachos que ni trabajan ni estudian. Entre 2019 y ahora, este grupo ha crecido significativamente, superando los 145 mil costarricenses. Rodríguez cuestiona: ¿Qué hacen estos jóvenes con su tiempo? ¿Por qué no se enganchan con alguna capacitación o proyecto que les dé sentido a sus vidas?
Las cifras hablan claro: de estos 'nini', el 38% está desempleado buscando trabajo, pero un 42% simplemente no parece tener interés en insertarse en el mercado laboral. Esto refleja una desconexión cada vez mayor entre la educación que recibimos, las necesidades de las empresas y las aspiraciones de la juventud. Ahí hay que ponerle corazón, compa. Necesitamos reevaluar cómo preparamos a nuestros jóvenes para enfrentar los desafíos del mundo laboral.
Algunos incluso sospechan que algunos de estos 'nini' podrían estar involucrados en actividades ilícitas o simplemente prefieren no declararse para evitar problemas con Hacienda. ¡Qué sal! Esto indica que hay una falta de confianza en el sistema y una desesperanza que debemos abordar con urgencia. No podemos dejar que nuestros jóvenes caigan en brazos de la delincuencia o se resignen a una vida de inactividad.
En fin, la situación es complicada, pero no imposible de resolver. Como dice el economista, “tenemos una vía para solucionar el cambio demográfico, en la medida que tengamos una población que tenga la posibilidad de incorporarse al mercado de trabajo o aprovechar el tiempo para estudiar”. Pero para ello, se requiere voluntad política, inversión en educación técnica y programas de capacitación, y sobre todo, un compromiso genuino con el futuro de nuestra juventud. Así que, compa, dime tú: ¿crees que el gobierno está haciendo lo suficiente para ayudar a los jóvenes a encontrar trabajo y salir adelante, o deberíamos exigir medidas más contundentes?
