¡Aguante, Kenneth! El pedalista costarricense, Kenneth Tencio, sigue dando tela en el ciclismo mundial, pero no crean que llegó a donde está porque le cayó un rayito de sol. El mae ha recorrido medio planeta sobre dos ruedas, dejando un reguero de sudor, sacrificio y, díganle a algunos, paciencia de morón. En entrevista durante su actual gira por Asia, Tencio desenmascaró esa idea de que su éxito es solo cuestión de suerte.
Desde jovencito, Kenny tenía claro que llegar a la cima no era picnic. Se enfrentó a decisiones duras, a renunciar a cosas que cualquier chamaquito querría, pero él estaba enfocado en su meta. Imagínense tener que elegir entre ir al baile y entrenar, o sacrificar salidas con los amigos para perfeccionar su técnica. Eso requiere un brete, muchachos, un compromiso que no todos tienen. Ahora, lejos de casa, repasaba esos momentos clave, recordando cada pedaleada cuesta arriba.
“La gente dice ‘qué suerte’, pero yo les digo, la suerte es el final del camino, no el principio,” sentenció Tencio con esa humildad que lo caracteriza. “Es el resultado de años de persistencia, de levantarme después de cada caída, de aprender de mis errores y seguir adelante, aunque te digan que no puedes”. Esa mentalidad, ese aguante, es lo que realmente distingue a este campeón, y no precisamente la fortuna.
Y vaya que ha tenido caídas, ¡vaya que se ha jalado unas tortas! Desde lesiones que lo tuvieron alejado de las competencias hasta promesas incumplidas que lo dejaron con la boca abierta. Pero en lugar de dejarse vencer por la frustración, Kenny usó esas experiencias como combustible para seguir empujando. Reconoció que el camino no es recto, que hay baches inesperados y curvas peligrosas, pero eso forma parte del juego.
Recordemos su desempeño en Tokio 2020, cuando estuvo tan cerquita de colgarse una presea olímpica. Fue un momento agridulce, pero en lugar de lamentarse, lo tomó como motivación para trabajar aún más duro. “Cada obstáculo es una oportunidad para crecer”, comenta el deportista, demostrando que la resiliencia es una herramienta fundamental en cualquier disciplina.
Más allá de las medallas y los reconocimientos, Tencio enfatizó que su mayor logro es haber construido un legado de esfuerzo y dedicación. Quiere inspirar a las nuevas generaciones a perseguir sus sueños con pasión y determinación, mostrándoles que con trabajo duro y fe todo es posible. Dice que la verdadera recompensa no está en el trofeo, sino en la experiencia vivida y en la capacidad de superar los desafíos.
Ahora, mientras continúa su gira asiática, Tencio invita a la juventud a creer en sí mismos y a nunca rendirse. Les recuerda que el camino hacia el éxito está lleno de obstáculos, pero que la perseverancia es la llave para abrir todas las puertas. Y es que este mae, además de talentoso, tiene un corazón grande y sabe cómo motivar a los demás. ¡Qué carga el tipo!
Kenny Tencio nos enseña que la suerte es sólo un complemento, que el verdadero motor del éxito reside en el trabajo constante y la fe inquebrantable. Pero me pregunto, ¿ustedes creen que la presión mediática y las expectativas del país influyen negativamente en el rendimiento de nuestros atletas, o son capaces de transformarla en energía positiva para alcanzar sus metas?
Desde jovencito, Kenny tenía claro que llegar a la cima no era picnic. Se enfrentó a decisiones duras, a renunciar a cosas que cualquier chamaquito querría, pero él estaba enfocado en su meta. Imagínense tener que elegir entre ir al baile y entrenar, o sacrificar salidas con los amigos para perfeccionar su técnica. Eso requiere un brete, muchachos, un compromiso que no todos tienen. Ahora, lejos de casa, repasaba esos momentos clave, recordando cada pedaleada cuesta arriba.
“La gente dice ‘qué suerte’, pero yo les digo, la suerte es el final del camino, no el principio,” sentenció Tencio con esa humildad que lo caracteriza. “Es el resultado de años de persistencia, de levantarme después de cada caída, de aprender de mis errores y seguir adelante, aunque te digan que no puedes”. Esa mentalidad, ese aguante, es lo que realmente distingue a este campeón, y no precisamente la fortuna.
Y vaya que ha tenido caídas, ¡vaya que se ha jalado unas tortas! Desde lesiones que lo tuvieron alejado de las competencias hasta promesas incumplidas que lo dejaron con la boca abierta. Pero en lugar de dejarse vencer por la frustración, Kenny usó esas experiencias como combustible para seguir empujando. Reconoció que el camino no es recto, que hay baches inesperados y curvas peligrosas, pero eso forma parte del juego.
Recordemos su desempeño en Tokio 2020, cuando estuvo tan cerquita de colgarse una presea olímpica. Fue un momento agridulce, pero en lugar de lamentarse, lo tomó como motivación para trabajar aún más duro. “Cada obstáculo es una oportunidad para crecer”, comenta el deportista, demostrando que la resiliencia es una herramienta fundamental en cualquier disciplina.
Más allá de las medallas y los reconocimientos, Tencio enfatizó que su mayor logro es haber construido un legado de esfuerzo y dedicación. Quiere inspirar a las nuevas generaciones a perseguir sus sueños con pasión y determinación, mostrándoles que con trabajo duro y fe todo es posible. Dice que la verdadera recompensa no está en el trofeo, sino en la experiencia vivida y en la capacidad de superar los desafíos.
Ahora, mientras continúa su gira asiática, Tencio invita a la juventud a creer en sí mismos y a nunca rendirse. Les recuerda que el camino hacia el éxito está lleno de obstáculos, pero que la perseverancia es la llave para abrir todas las puertas. Y es que este mae, además de talentoso, tiene un corazón grande y sabe cómo motivar a los demás. ¡Qué carga el tipo!
Kenny Tencio nos enseña que la suerte es sólo un complemento, que el verdadero motor del éxito reside en el trabajo constante y la fe inquebrantable. Pero me pregunto, ¿ustedes creen que la presión mediática y las expectativas del país influyen negativamente en el rendimiento de nuestros atletas, o son capaces de transformarla en energía positiva para alcanzar sus metas?
