¡Aguante la onda! Parece que todos los gallitos del mundo empresarial andan hablando de inteligencia artificial, pero la realidad es bien amarga: aunque casi el 80% de las empresas latinas dicen usarla, pocas veces ven resultados reales. Un nuevo estudio revela una paradoja tremenda, como cuando te compras un chunche caro y luego no sabes ni pa' qué sirve.
El informe “De Islas de Datos a Organizaciones Inteligentes”, presentado en el Loymark Future Ready Summit acá en San José, nos echa una cucharada de reality. Según expertos como Marco Tristán, Johan Loría y Alberto Garnier, la mayoría está invirtiendo en IA porque sí, sin tener claro cómo aplicarla para mejorar el brete diario. ¡Una verdadera torta!
Lo que pasa es que muchos creen que implementar IA es solo ponerle un chatbot a la página web o hacer unos cuantos pronósticos. Pero ahí va la vaina: eso no es suficiente. Lo que necesitamos es transformar la organización completa, desde la base de datos hasta la forma en que tomamos decisiones. Como dice el dicho, “pa’ sembrar hay que arar”.
La investigación señala tres causas principales de este fiasco: proyectos aislados, inversiones movidas por la moda (como si fuera TikTok) y retornos que no se ven reflejados en el bolsillo. En resumen, muchas empresas se están jalando una torta creyendo que están usando IA, cuando en realidad solo están tirando la plata en herramientas que no encajan con su estrategia.
Johan Loría, el man que entiende de big data, nos avisa que el verdadero desafío no es conseguir los algoritmos más sofisticados, sino tener una plataforma sólida de información, procesos claros y reglas bien definidas. Imagínate querer construir una casa sin cimientos; así es intentar aplicar IA sin una base firme.
Y ahora viene la parte interesante: los expertos proponen cambiar el chip y enfocarnos en la “inteligencia organizativa”. Esto significa que las empresas deben aprender a percibir, decidir y actuar juntas, tomando decisiones rápidas y basadas en datos. No basta con usar la IA, tenemos que aprender a pensar con ella, como cuando jugamos dominó con un compa sabio que te da buenos consejos.
Para lograr esto, sugieren cinco pilares fundamentales: datos confiables, servicios de inteligencia, procesos coordinados, supervisión humana y una buena gobernanza. Piensa en ello como un ecosistema, donde cada elemento depende del otro para funcionar correctamente. Esto requiere liderazgo, visión y mucha paciencia, ¡pero vale la pena!
América Latina enfrenta un doble desafío: ponerse al día tecnológicamente con otros países y evitar caer en la trampa de la implementación superficial de la IA. Así que, compas, me pregunto: ¿en sus empresas están utilizando la inteligencia artificial de manera estratégica, o simplemente siguen la corriente esperando ver si sale algo bueno? ¡Compartan su experiencia y vamos a ver cómo podemos sacarle provecho a esta herramienta sin que nos lleve al traste!
El informe “De Islas de Datos a Organizaciones Inteligentes”, presentado en el Loymark Future Ready Summit acá en San José, nos echa una cucharada de reality. Según expertos como Marco Tristán, Johan Loría y Alberto Garnier, la mayoría está invirtiendo en IA porque sí, sin tener claro cómo aplicarla para mejorar el brete diario. ¡Una verdadera torta!
Lo que pasa es que muchos creen que implementar IA es solo ponerle un chatbot a la página web o hacer unos cuantos pronósticos. Pero ahí va la vaina: eso no es suficiente. Lo que necesitamos es transformar la organización completa, desde la base de datos hasta la forma en que tomamos decisiones. Como dice el dicho, “pa’ sembrar hay que arar”.
La investigación señala tres causas principales de este fiasco: proyectos aislados, inversiones movidas por la moda (como si fuera TikTok) y retornos que no se ven reflejados en el bolsillo. En resumen, muchas empresas se están jalando una torta creyendo que están usando IA, cuando en realidad solo están tirando la plata en herramientas que no encajan con su estrategia.
Johan Loría, el man que entiende de big data, nos avisa que el verdadero desafío no es conseguir los algoritmos más sofisticados, sino tener una plataforma sólida de información, procesos claros y reglas bien definidas. Imagínate querer construir una casa sin cimientos; así es intentar aplicar IA sin una base firme.
Y ahora viene la parte interesante: los expertos proponen cambiar el chip y enfocarnos en la “inteligencia organizativa”. Esto significa que las empresas deben aprender a percibir, decidir y actuar juntas, tomando decisiones rápidas y basadas en datos. No basta con usar la IA, tenemos que aprender a pensar con ella, como cuando jugamos dominó con un compa sabio que te da buenos consejos.
Para lograr esto, sugieren cinco pilares fundamentales: datos confiables, servicios de inteligencia, procesos coordinados, supervisión humana y una buena gobernanza. Piensa en ello como un ecosistema, donde cada elemento depende del otro para funcionar correctamente. Esto requiere liderazgo, visión y mucha paciencia, ¡pero vale la pena!
América Latina enfrenta un doble desafío: ponerse al día tecnológicamente con otros países y evitar caer en la trampa de la implementación superficial de la IA. Así que, compas, me pregunto: ¿en sus empresas están utilizando la inteligencia artificial de manera estratégica, o simplemente siguen la corriente esperando ver si sale algo bueno? ¡Compartan su experiencia y vamos a ver cómo podemos sacarle provecho a esta herramienta sin que nos lleve al traste!