¡Qué despiche, fíjate esto! Parece que Tony Alexander Peña Russell, alias La T o Atlántida, no anda precisamente aburrido en la celda de máxima seguridad. El OIJ metió una redada tremenda en Limón y descubrieron una vaina que te va a dejar boquiabierto: parece que sus muchachos andan financiando un brete bien gordo con dineros de actividades turbias.
La Fiscalía Adjunta de Limón, echándole ojo a todo, ha ido coordinando con el OIJ para tratar de desmantelar esta estructura criminal que La T seguía manejando desde la cárcel. Se dice que, aunque esté preso, todavía le da órdenes a su gente. Una verdadera carga, si me preguntas.
Según informes a los que tuvo acceso CR Hoy –y vaya que son datos jugosos–, estos tipos han estado adquiriendo propiedades de buen nivel y haciendo compras inusualmente ostentosas para la vida tranquila que llevaban antes. No cualquier cosita, sino varas que pesan un dineral. Esto levantó sospechas y puso en marcha toda la investigación.
¿Y qué hacían con todo ese dinero? Pues, aparentemente, financiar la capacitación de nuevos gatilleros y mantener casas de seguridad en diferentes barrios de Limón. Imagínate, hasta fusiles de asalto no autorizados estaban guardados ahí. Un verdadero arsenal listo para cualquier cosa.
Las autoridades judiciales pusieron operativo pesado desde las cuatro de la mañana, con apoyo del SERT y la Unidad Especial de Presidencia. Detuvieron a ocho personas directamente relacionadas con La T: Marshall Alexander Kooper, Yurbel Juseph Myers Ortega (alias 'Yuyito'), Jo-nayquel Diomar Moraga Elizondo, Marshall Kooper Lopez, Mayclan de la O Salazar, Keyral Orlando Walker Solano, Yurgen Fabricio Flores Espinoza, y Jousseth Zarith Olivas Lopez (alias ‘Jou’). Además, lamentablemente, lamentamos informar del fallecimiento de un sujeto conocido como ‘Cholito’, quien ya había sido asesinado anteriormente en circunstancias violentas en Limón.
Las operaciones se llevaron a cabo en Barrio Quinto, Limoncito, Cieneguita, Juan Gobán y Los Cocos, zonas donde los presuntos implicados residían. Las casas de seguridad, diay, eran unas verdaderas guaridas, equipadas para esconder armas y planear sus acciones. La información que lograron recabar el OIJ y la Fiscalía es bastante sustancial.
Lo que más sorprende es cómo La T pudo manejar una operación de esta magnitud estando tras las rejas. Se presume que tenía colaboradores dentro y fuera de la cárcel, quienes le proveían información y le ayudaban a coordinar los movimientos de sus hombres. Este caso abre muchísimas preguntas sobre la seguridad penitenciaria y la capacidad de los grupos criminales para operar desde la prisión. Ya nos hemos visto envuelto en otras situaciones similares, pero esta vez parece haber llegado a otro nivel.
Esta investigación apenas comienza, y seguramente habrá revelaciones aún más impactantes en los próximos días. Pero me deja pensando... considerando la complejidad de este caso y la aparente facilidad con la que La T ha podido operar desde la cárcel, ¿cree usted que es hora de revisar radicalmente el sistema penitenciario costarricense y buscar medidas más estrictas para evitar que los líderes criminales sigan dirigiendo sus operaciones desde adentro?
La Fiscalía Adjunta de Limón, echándole ojo a todo, ha ido coordinando con el OIJ para tratar de desmantelar esta estructura criminal que La T seguía manejando desde la cárcel. Se dice que, aunque esté preso, todavía le da órdenes a su gente. Una verdadera carga, si me preguntas.
Según informes a los que tuvo acceso CR Hoy –y vaya que son datos jugosos–, estos tipos han estado adquiriendo propiedades de buen nivel y haciendo compras inusualmente ostentosas para la vida tranquila que llevaban antes. No cualquier cosita, sino varas que pesan un dineral. Esto levantó sospechas y puso en marcha toda la investigación.
¿Y qué hacían con todo ese dinero? Pues, aparentemente, financiar la capacitación de nuevos gatilleros y mantener casas de seguridad en diferentes barrios de Limón. Imagínate, hasta fusiles de asalto no autorizados estaban guardados ahí. Un verdadero arsenal listo para cualquier cosa.
Las autoridades judiciales pusieron operativo pesado desde las cuatro de la mañana, con apoyo del SERT y la Unidad Especial de Presidencia. Detuvieron a ocho personas directamente relacionadas con La T: Marshall Alexander Kooper, Yurbel Juseph Myers Ortega (alias 'Yuyito'), Jo-nayquel Diomar Moraga Elizondo, Marshall Kooper Lopez, Mayclan de la O Salazar, Keyral Orlando Walker Solano, Yurgen Fabricio Flores Espinoza, y Jousseth Zarith Olivas Lopez (alias ‘Jou’). Además, lamentablemente, lamentamos informar del fallecimiento de un sujeto conocido como ‘Cholito’, quien ya había sido asesinado anteriormente en circunstancias violentas en Limón.
Las operaciones se llevaron a cabo en Barrio Quinto, Limoncito, Cieneguita, Juan Gobán y Los Cocos, zonas donde los presuntos implicados residían. Las casas de seguridad, diay, eran unas verdaderas guaridas, equipadas para esconder armas y planear sus acciones. La información que lograron recabar el OIJ y la Fiscalía es bastante sustancial.
Lo que más sorprende es cómo La T pudo manejar una operación de esta magnitud estando tras las rejas. Se presume que tenía colaboradores dentro y fuera de la cárcel, quienes le proveían información y le ayudaban a coordinar los movimientos de sus hombres. Este caso abre muchísimas preguntas sobre la seguridad penitenciaria y la capacidad de los grupos criminales para operar desde la prisión. Ya nos hemos visto envuelto en otras situaciones similares, pero esta vez parece haber llegado a otro nivel.
Esta investigación apenas comienza, y seguramente habrá revelaciones aún más impactantes en los próximos días. Pero me deja pensando... considerando la complejidad de este caso y la aparente facilidad con la que La T ha podido operar desde la cárcel, ¿cree usted que es hora de revisar radicalmente el sistema penitenciario costarricense y buscar medidas más estrictas para evitar que los líderes criminales sigan dirigiendo sus operaciones desde adentro?
