¡Ay, Dios mío! Acá te va la bronca, pura bronca, porque parece que en el Ministerio de Educación Pública (MEP) andan más perdidos que chancho en pastizal. Docentes de todo el país, tanto de colegios como de escuelas públicas, están furiosos porque les rechazaron sus solicitudes de traslado por excepción – esas que sirven para resolver situaciones bien difíciles, como temas de salud o violencia familiar – y todo por medio de un correo electrónico genérico, ¡sin ni siquiera revisar cada caso!
Resulta que estos traslados, que aplican para situaciones especiales, se hicieron a través del famoso sistema Saltad allá por abril de este año. Pero en lugar de recibir una respuesta personalizada, miles de maestros recibieron un correo masivo, como si fueran pedazos de papel, diciéndoles que no podían moverse. ¡Imagínate la sorpresa y la frustración! Es como irle al banco a pedir un préstamo y te respondan con un flyer publicitario.
Según varios docentes consultados, y esto es pa’ que se enteren bien, el correo fue firmado por Julio Barrantes Zamora, el director de Gestión del Talento Humano del MEP. El mensaje era algo así: ‘Se niega el traslado porque en los lugares solicitados no hay campo disponible’. ¿Pero cómo así? ¡Que tienen plazas vacantes por montones! Parece que ahí arriba no saben qué hacen o simplemente no quieren hacer bien el trabajo.
Una profe, que prefirió mantener el anonimato (¡obvio, miedo a represalias!), nos contó que el otro martes recibió el correo. Y colorín colorado, este juego se acabó: le decían que rechazaban su traslado como si fuera la única afectada. Lo peor es que el correo estaba mal escrito, le asignaban una categoría profesional equivocada. ¡Un verdadero pifiaso! Después le mandaron otro correo corrigiendo la categoría, pero igualmente la respuesta era negativa.
“Trabajo en San José, pero vivo en Guápiles”, nos dice la maestra, visiblemente molesta. “Y sé que ahí hay plazas disponibles. Hasta marqué las escuelas que el mismo MEP publicó como vacantes, ¡pero aun así me dijeron que no!” Y para colmo, la señora padece diabetes, hipertensión y ya tuvo un tumor pancreático. Además, le tuvieron que operar la columna. ¡Con todo eso encima, le niegan el derecho a trabajar más cerca de su casa!
No es el único caso. De unos 15 compañeros que pidieron el traslado en su escuela, solo a cuatro se los aprobaron. Y de esos cuatro, apenas a uno le tenían un motivo médico realmente fuerte. Parece que lo decidieron al azar, sin considerar las circunstancias de cada quien. Esto huele raro, muy raro. Algunos docentes sospechan que esta decisión repentina está relacionada con la reciente aprobación de la Ley 23.592, que facilita obtener la propiedad de una plaza tras dos años en una vacante. ¿Será que el MEP está tratando de evitar que muchos maestros consigan esa estabilidad laboral?
Y ahora viene lo bueno, el colmo de los colmos. Resulta que los docentes afectados están organizándose a través de grupos de WhatsApp para compartir sus experiencias y buscar asesoría legal. Se están preparando para presentar recursos de revocatoria o apelación, buscando que se revisen sus casos individualmente y se haga justicia. Porque, dígamos, esto de tratar a los maestros como números es una falta de respeto mayúscula. Imagínate que te nieguen un sueño así sin siquiera mirarte a los ojos… ¡qué torta!
Ahora dime tú, compañero lector del Foro: ¿Crees que el MEP debería investigar a fondo estas denuncias y garantizar que se evalúen los casos de traslado por excepción de manera justa y transparente, o seguimos normalizando este tipo de atropellos hacia quienes dedican su vida a la educación de nuestros niños?
Resulta que estos traslados, que aplican para situaciones especiales, se hicieron a través del famoso sistema Saltad allá por abril de este año. Pero en lugar de recibir una respuesta personalizada, miles de maestros recibieron un correo masivo, como si fueran pedazos de papel, diciéndoles que no podían moverse. ¡Imagínate la sorpresa y la frustración! Es como irle al banco a pedir un préstamo y te respondan con un flyer publicitario.
Según varios docentes consultados, y esto es pa’ que se enteren bien, el correo fue firmado por Julio Barrantes Zamora, el director de Gestión del Talento Humano del MEP. El mensaje era algo así: ‘Se niega el traslado porque en los lugares solicitados no hay campo disponible’. ¿Pero cómo así? ¡Que tienen plazas vacantes por montones! Parece que ahí arriba no saben qué hacen o simplemente no quieren hacer bien el trabajo.
Una profe, que prefirió mantener el anonimato (¡obvio, miedo a represalias!), nos contó que el otro martes recibió el correo. Y colorín colorado, este juego se acabó: le decían que rechazaban su traslado como si fuera la única afectada. Lo peor es que el correo estaba mal escrito, le asignaban una categoría profesional equivocada. ¡Un verdadero pifiaso! Después le mandaron otro correo corrigiendo la categoría, pero igualmente la respuesta era negativa.
“Trabajo en San José, pero vivo en Guápiles”, nos dice la maestra, visiblemente molesta. “Y sé que ahí hay plazas disponibles. Hasta marqué las escuelas que el mismo MEP publicó como vacantes, ¡pero aun así me dijeron que no!” Y para colmo, la señora padece diabetes, hipertensión y ya tuvo un tumor pancreático. Además, le tuvieron que operar la columna. ¡Con todo eso encima, le niegan el derecho a trabajar más cerca de su casa!
No es el único caso. De unos 15 compañeros que pidieron el traslado en su escuela, solo a cuatro se los aprobaron. Y de esos cuatro, apenas a uno le tenían un motivo médico realmente fuerte. Parece que lo decidieron al azar, sin considerar las circunstancias de cada quien. Esto huele raro, muy raro. Algunos docentes sospechan que esta decisión repentina está relacionada con la reciente aprobación de la Ley 23.592, que facilita obtener la propiedad de una plaza tras dos años en una vacante. ¿Será que el MEP está tratando de evitar que muchos maestros consigan esa estabilidad laboral?
Y ahora viene lo bueno, el colmo de los colmos. Resulta que los docentes afectados están organizándose a través de grupos de WhatsApp para compartir sus experiencias y buscar asesoría legal. Se están preparando para presentar recursos de revocatoria o apelación, buscando que se revisen sus casos individualmente y se haga justicia. Porque, dígamos, esto de tratar a los maestros como números es una falta de respeto mayúscula. Imagínate que te nieguen un sueño así sin siquiera mirarte a los ojos… ¡qué torta!
Ahora dime tú, compañero lector del Foro: ¿Crees que el MEP debería investigar a fondo estas denuncias y garantizar que se evalúen los casos de traslado por excepción de manera justa y transparente, o seguimos normalizando este tipo de atropellos hacia quienes dedican su vida a la educación de nuestros niños?