¡Ay, Dios mío! Aquí vamos otra vez con la burocracia comiéndose el corazón a la gente trabajadora. Esta vez, son madres con hijas recién nacidas con problemitas de salud quienes andan tiradas, esperando un dinerito que les prometieron y que nunca llega. Sara Chaves, una mami de Pococí, vive un calvario que se suma al de muchísimas otras familias, y la cosa pinta fea.
Resulta que su bebé, de apenas ocho meses, nació con un frenillo atorado en la lengua, lo que le complicaba comer. Le dieron una licencia especial para cuidarla después de la cirugía, pero ahora, casi un mes después, todavía no ha visto ni un colón de ese dinerito. Como dice ella, 'ya esto es costumbre', porque la Caja siempre anda tarde con los pagos, a veces semanas, ¡y nadie responde! Uno llama, escribe… nada, puro silencio, como si estuvieran jugando a las escondidas.
Imagínate la situación: tienes que alimentar a tu bebé, pagar las cuentas de la casa, darle de comer a tus otros hijos... y no tienes ni pa’ un pan. Sara llegó al punto de tener que pedir prestado en la pulpería, ¡y hasta la ayuda de su papá tuvo que servir para comprar comida esta semana! Dice que a veces siente que la leche se le disminuye, cosa que preocupa muchísimo a cualquier madre. Y encima, su pareja está trabajando como loco, de seis de la mañana a once de la noche, para intentar salir adelante. ¡Un estrés tremendo!
Pero Sara no es la única. Jefferson Rubí también está pasando por lo mismo, y cuando fue a preguntar, ¡le dijeron que Fodesaf no había hecho los pagos correspondientes! “¡Qué torta!”, dice él, “no piensan en la persona enferma que necesita comer, luz y agua. ¿De dónde voy a sacar la plata si no puedo trabajar?”. Y la respuesta de la Caja no mejora la cosa: que sí pagaron, que Fodesaf no les envió más recurso, que no hay más presupuesto disponible. ¡Parece broma!
Aquí viene lo bueno: el CCSS y Fodesaf se están contradiciendo como gallinas y marranos. Arnoldo León, de la tesorería de la Caja, dice que el programa de fase terminal se quedó sin fondos y que tuvieron que enviar un oficio a Fodesaf para recordarle que apoye a las mamás con hijas enfermas. Dice que tan pronto como tengan el dinero, harán los pagos… ¡pero eso suena a promesas vacías!
Por otro lado, Fodesaf sale con la cantaleta de que las declaraciones del CCSS son mentiras. Dicen que sí hicieron transferencias adicionales, que todos los recursos están asignados y que no pueden destinar más dinero porque no tienen. Luis Ávalos, director de Desarrollo Social, afirma que los recursos fueron transferidos en forma íntegra, creciente y cumpliendo la ley. ¡Una cosa dice uno y otra cosa dice el otro! Esto parece un circo mediático donde los afectados somos nosotros, los ciudadanos.
Lo que está claro es que hay un problema grave de organización y gestión. Alguien anda durmiendo en sus laureles mientras las familias se esfuerzan por sobrevivir. No es justo que las madres tengan que pasar por esta angustia mientras luchan por la salud de sus hijos. Ya es hora de que alguien asuma la responsabilidad y solucione este desastre, porque así no podemos seguir. Esto no es un juego, esto es la vida de las personas, ¡y necesitan respuestas YA!
Con todo esto, me pregunto: ¿crees que nuestros representantes en la Asamblea Legislativa deberían investigar a fondo esta situación y exigir responsabilidades tanto al CCSS como a Fodesaf, o deberíamos conformarnos con esperar a que las cosas cambien solas, aunque sabemos que probablemente nunca sucederá? ¡Dime qué piensas en el foro!
Resulta que su bebé, de apenas ocho meses, nació con un frenillo atorado en la lengua, lo que le complicaba comer. Le dieron una licencia especial para cuidarla después de la cirugía, pero ahora, casi un mes después, todavía no ha visto ni un colón de ese dinerito. Como dice ella, 'ya esto es costumbre', porque la Caja siempre anda tarde con los pagos, a veces semanas, ¡y nadie responde! Uno llama, escribe… nada, puro silencio, como si estuvieran jugando a las escondidas.
Imagínate la situación: tienes que alimentar a tu bebé, pagar las cuentas de la casa, darle de comer a tus otros hijos... y no tienes ni pa’ un pan. Sara llegó al punto de tener que pedir prestado en la pulpería, ¡y hasta la ayuda de su papá tuvo que servir para comprar comida esta semana! Dice que a veces siente que la leche se le disminuye, cosa que preocupa muchísimo a cualquier madre. Y encima, su pareja está trabajando como loco, de seis de la mañana a once de la noche, para intentar salir adelante. ¡Un estrés tremendo!
Pero Sara no es la única. Jefferson Rubí también está pasando por lo mismo, y cuando fue a preguntar, ¡le dijeron que Fodesaf no había hecho los pagos correspondientes! “¡Qué torta!”, dice él, “no piensan en la persona enferma que necesita comer, luz y agua. ¿De dónde voy a sacar la plata si no puedo trabajar?”. Y la respuesta de la Caja no mejora la cosa: que sí pagaron, que Fodesaf no les envió más recurso, que no hay más presupuesto disponible. ¡Parece broma!
Aquí viene lo bueno: el CCSS y Fodesaf se están contradiciendo como gallinas y marranos. Arnoldo León, de la tesorería de la Caja, dice que el programa de fase terminal se quedó sin fondos y que tuvieron que enviar un oficio a Fodesaf para recordarle que apoye a las mamás con hijas enfermas. Dice que tan pronto como tengan el dinero, harán los pagos… ¡pero eso suena a promesas vacías!
Por otro lado, Fodesaf sale con la cantaleta de que las declaraciones del CCSS son mentiras. Dicen que sí hicieron transferencias adicionales, que todos los recursos están asignados y que no pueden destinar más dinero porque no tienen. Luis Ávalos, director de Desarrollo Social, afirma que los recursos fueron transferidos en forma íntegra, creciente y cumpliendo la ley. ¡Una cosa dice uno y otra cosa dice el otro! Esto parece un circo mediático donde los afectados somos nosotros, los ciudadanos.
Lo que está claro es que hay un problema grave de organización y gestión. Alguien anda durmiendo en sus laureles mientras las familias se esfuerzan por sobrevivir. No es justo que las madres tengan que pasar por esta angustia mientras luchan por la salud de sus hijos. Ya es hora de que alguien asuma la responsabilidad y solucione este desastre, porque así no podemos seguir. Esto no es un juego, esto es la vida de las personas, ¡y necesitan respuestas YA!
Con todo esto, me pregunto: ¿crees que nuestros representantes en la Asamblea Legislativa deberían investigar a fondo esta situación y exigir responsabilidades tanto al CCSS como a Fodesaf, o deberíamos conformarnos con esperar a que las cosas cambien solas, aunque sabemos que probablemente nunca sucederá? ¡Dime qué piensas en el foro!