¡Ay, Dios mío! El ambiente está que arde, pura tensión. Entre Chance y chance, la gente hablando de la marcha del martes. Parece que ya se armó el relajo bueno, con organizaciones de todos lados uniéndose al llamado. Las calles van a estar naranjas, eso seguro, y eso da pa' pensar, ¿no creen?
Todo esto viene por un hartazo generalizado, vamos a ser honestos. No es solo cosa de los maestros, aunque ellos sí que están sacando purísima carga con todo este tema de los salarios y el financiamiento educativo. Pero es que afecta a to'a la junta, diay... Desde la UNA hasta la UCR, pasando por el Colegio de Abogados, todo el mundo parece estar sintiendo el pinchazo en el bolsillo.
Ahora, claro, algunos dicen que es un show mediático, que los líderes políticos andan buscando protagonismo. Y puede ser, nadie niega eso. Pero la verdad es que la necesidad está ahí, palpable. El Sindicato de Educadores (el SEC, para que quede clarito) ha sido el principal motorizador de esto, exigiendo cosas bien básicas: un salario digno, el famoso 8% del PIB pa' la educación, ¡y que descongelen las pensiones, por favor! Ya nomás, que la cosa está dura pa'l que trabaja.
Y ni hablar de las deudas salariales que arrastran muchos trabajadores de la educación. Eso es una verdadera patada en la espinilla, ¡una barbaridad! Uno se mata trabajando y luego te andan debiendo meses. Y encima quieren que sigas dando todo pa’ formar a las nuevas generaciones, ¡qué carga!
Pero no solo es la educación, mi pana. La Mesa Nacional de Diálogo Social y Productivo también está metida en esto, alzando la voz “por la democracia, por la justicia social y por la dignidad costarricense”. Dicen que hay mucho autoritarismo, mucha concentración de poder y un desdén generalizado por las instituciones públicas. Y sinceramente, con razón, porque uno mira cómo se mueven algunas cosas y se le cae el alma al pie.
Han dicho que la marcha va a iniciar temprano, a las ocho en punto desde el Parque Central, rumbo a la Casa Presidencial. Se espera una multitud, pura gente harta de ver cómo se manejan las cosas en el país. Imagínate el tráfico, ¡qué rollo! Aunque, si hay que sacrificar un rato por exigir nuestros derechos, pues vale la pena, ¿verdad?
Lo importante ahora es ver qué pasa después de la marcha. ¿Van a escuchar realmente las demandas de la gente o será otro día de gritos y promesas vacías? Tenemos un gobierno que dice querer el diálogo, pero a veces cuesta creerlo, ¿sabes? Hay que estar ojo avizor, brete, porque esto apenas comienza. Conozco gente que anda preocupadísima porque piensan que el país se va al traste si no hacemos algo.
En fin, la marcha del martes pinta interesante. Será un termómetro de cómo se siente el pulso del país y si realmente estamos dispuestos a levantar la voz por lo que creemos. ¿Crees que esta marcha marcará un antes y un después en la política nacional o será solo otro día de protestas sin resultados concretos? Déjanos tus comentarios, ¡queremos saber tu opinión!
Todo esto viene por un hartazo generalizado, vamos a ser honestos. No es solo cosa de los maestros, aunque ellos sí que están sacando purísima carga con todo este tema de los salarios y el financiamiento educativo. Pero es que afecta a to'a la junta, diay... Desde la UNA hasta la UCR, pasando por el Colegio de Abogados, todo el mundo parece estar sintiendo el pinchazo en el bolsillo.
Ahora, claro, algunos dicen que es un show mediático, que los líderes políticos andan buscando protagonismo. Y puede ser, nadie niega eso. Pero la verdad es que la necesidad está ahí, palpable. El Sindicato de Educadores (el SEC, para que quede clarito) ha sido el principal motorizador de esto, exigiendo cosas bien básicas: un salario digno, el famoso 8% del PIB pa' la educación, ¡y que descongelen las pensiones, por favor! Ya nomás, que la cosa está dura pa'l que trabaja.
Y ni hablar de las deudas salariales que arrastran muchos trabajadores de la educación. Eso es una verdadera patada en la espinilla, ¡una barbaridad! Uno se mata trabajando y luego te andan debiendo meses. Y encima quieren que sigas dando todo pa’ formar a las nuevas generaciones, ¡qué carga!
Pero no solo es la educación, mi pana. La Mesa Nacional de Diálogo Social y Productivo también está metida en esto, alzando la voz “por la democracia, por la justicia social y por la dignidad costarricense”. Dicen que hay mucho autoritarismo, mucha concentración de poder y un desdén generalizado por las instituciones públicas. Y sinceramente, con razón, porque uno mira cómo se mueven algunas cosas y se le cae el alma al pie.
Han dicho que la marcha va a iniciar temprano, a las ocho en punto desde el Parque Central, rumbo a la Casa Presidencial. Se espera una multitud, pura gente harta de ver cómo se manejan las cosas en el país. Imagínate el tráfico, ¡qué rollo! Aunque, si hay que sacrificar un rato por exigir nuestros derechos, pues vale la pena, ¿verdad?
Lo importante ahora es ver qué pasa después de la marcha. ¿Van a escuchar realmente las demandas de la gente o será otro día de gritos y promesas vacías? Tenemos un gobierno que dice querer el diálogo, pero a veces cuesta creerlo, ¿sabes? Hay que estar ojo avizor, brete, porque esto apenas comienza. Conozco gente que anda preocupadísima porque piensan que el país se va al traste si no hacemos algo.
En fin, la marcha del martes pinta interesante. Será un termómetro de cómo se siente el pulso del país y si realmente estamos dispuestos a levantar la voz por lo que creemos. ¿Crees que esta marcha marcará un antes y un después en la política nacional o será solo otro día de protestas sin resultados concretos? Déjanos tus comentarios, ¡queremos saber tu opinión!