¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que hoy, miércoles 29 de octubre, amanecimos con los bancos Nacional y Popular tirándose unas cuantas flores culonas – perdón, disculpen el modismo – digo, con sus servicios digitales pachuchos. No funcionaba ni ver la cuenta, ni hacer transferencias, ni nada, ¡qué desconchazo!
La explicación, según los comunicados oficiales, es que Microsoft, sí, ¡la mismísima!, tuvo una caída global de sus servicios en la nube. Imagínate, una empresa de ese calibre teniendo problemas… pues eso afecta a todos nosotros, mae. Parece que hubo un problemón con uno de sus servicios de distribución de Azure y, bueno, ahí lo tienen, varios negocios y bancos colgados.
Estos bancos, pa’ quedar bien, dicen que están en constante comunicación con Microsoft y sus técnicos, tratando de arreglar el problema “a toda prisa” como decimos por acá. Intentan redirigir el tráfico y restaurar los sistemas, pero vamos, hasta ahora parece que estamos patinando un poquito. Al parecer, la falla no es exclusiva nuestra, varios negocios en Costa Rica también se vieron afectados. Es un verdadero reto mantener todo funcionando sin contratiempos, ¿eh?
Lo que me da más cosita es pensar en la cantidad de gente que depende de estos servicios digitales. Ya nadie va al banco físicamente, todo es online. Imagine el señorejito que necesita sacar su jubilación y no puede porque la plataforma está caída… ¡qué vara! Definitivamente, esto pone de manifiesto lo dependientes que somos de la tecnología y de empresas extranjeras.
Claro, los bancos, con su discurso tranquilizador, nos piden paciencia y nos aseguran que protegen nuestros datos. Pero bueno, uno nunca sabe, ¿verdad? Con tanta ciberseguridad y ataques informáticos, siempre hay que estar alerta. Afortunadamente, estos bancos siempre han sido bastante cuidadosos con la seguridad, aunque esta situación nos hace pensar si realmente tenemos control sobre nuestras finanzas digitales.
Además de los bancos, otros negocios también están sintiendo el pinchazo de esta caída de Microsoft. Desde pequeñas pymes hasta grandes empresas, todos dependen de la nube para operar. Esto demuestra que la digitalización, aunque trae muchas ventajas, también conlleva riesgos. Dependemos tanto de estas herramientas que, cuando fallan, todo se detiene. Una verdadera prueba de fuego para la resiliencia de las empresas costarricenses.
Y es que, sinceramente, qué carga tener que lidiar con estas situaciones inesperadas. Uno piensa que ya estamos avanzados tecnológicamente y luego pasa esto... Un recordatorio de que, a pesar de los avances, todavía hay mucho camino por recorrer para lograr una estabilidad tecnológica completa. ¡Qué pena que pasamos por esto justo ahora! Justo cuando todos andábamos apurados haciendo compras navideñas.
En fin, mientras los técnicos se esfuerzan por resolver la situación, toca esperar y ponerle fe. Pero dime, ¿crees tú que deberíamos diversificar más nuestros proveedores de servicios en la nube para evitar depender tanto de una sola empresa y así minimizar estos inconvenientes en el futuro, o es simplemente parte del juego de la tecnología moderna?
La explicación, según los comunicados oficiales, es que Microsoft, sí, ¡la mismísima!, tuvo una caída global de sus servicios en la nube. Imagínate, una empresa de ese calibre teniendo problemas… pues eso afecta a todos nosotros, mae. Parece que hubo un problemón con uno de sus servicios de distribución de Azure y, bueno, ahí lo tienen, varios negocios y bancos colgados.
Estos bancos, pa’ quedar bien, dicen que están en constante comunicación con Microsoft y sus técnicos, tratando de arreglar el problema “a toda prisa” como decimos por acá. Intentan redirigir el tráfico y restaurar los sistemas, pero vamos, hasta ahora parece que estamos patinando un poquito. Al parecer, la falla no es exclusiva nuestra, varios negocios en Costa Rica también se vieron afectados. Es un verdadero reto mantener todo funcionando sin contratiempos, ¿eh?
Lo que me da más cosita es pensar en la cantidad de gente que depende de estos servicios digitales. Ya nadie va al banco físicamente, todo es online. Imagine el señorejito que necesita sacar su jubilación y no puede porque la plataforma está caída… ¡qué vara! Definitivamente, esto pone de manifiesto lo dependientes que somos de la tecnología y de empresas extranjeras.
Claro, los bancos, con su discurso tranquilizador, nos piden paciencia y nos aseguran que protegen nuestros datos. Pero bueno, uno nunca sabe, ¿verdad? Con tanta ciberseguridad y ataques informáticos, siempre hay que estar alerta. Afortunadamente, estos bancos siempre han sido bastante cuidadosos con la seguridad, aunque esta situación nos hace pensar si realmente tenemos control sobre nuestras finanzas digitales.
Además de los bancos, otros negocios también están sintiendo el pinchazo de esta caída de Microsoft. Desde pequeñas pymes hasta grandes empresas, todos dependen de la nube para operar. Esto demuestra que la digitalización, aunque trae muchas ventajas, también conlleva riesgos. Dependemos tanto de estas herramientas que, cuando fallan, todo se detiene. Una verdadera prueba de fuego para la resiliencia de las empresas costarricenses.
Y es que, sinceramente, qué carga tener que lidiar con estas situaciones inesperadas. Uno piensa que ya estamos avanzados tecnológicamente y luego pasa esto... Un recordatorio de que, a pesar de los avances, todavía hay mucho camino por recorrer para lograr una estabilidad tecnológica completa. ¡Qué pena que pasamos por esto justo ahora! Justo cuando todos andábamos apurados haciendo compras navideñas.
En fin, mientras los técnicos se esfuerzan por resolver la situación, toca esperar y ponerle fe. Pero dime, ¿crees tú que deberíamos diversificar más nuestros proveedores de servicios en la nube para evitar depender tanto de una sola empresa y así minimizar estos inconvenientes en el futuro, o es simplemente parte del juego de la tecnología moderna?